¿Para qué decían que iba a servir tanta educación?
Hay veces en que mantener el optimismo resulta más una tarea hercúlea que una simple opción de vida. El paro juvenil en España llega a la escandalosa cifra del 50 por ciento. Para aquellos que han hecho los deberes y estudiado en la universidad, tal como se esperaba de ellos, para aquellos que tantas veces escucharon eso de “estudia, que tendrás trabajo seguro”, esta cifra produce un amplísimo abanico de posibles emociones. La sorpresa, la frustración, la indiferencia o el cabreo simple y llano.