Coincidiendo con la vuelta al cole Entreculturas ha recordado hoy que 57 millones de niños y niñas en el mundo no tendrán su vuelta al cole y el “49% de ellos y ellas probablemente nunca ingresen en un aula” afirmaba Luis Arancibia, Director Adjunto de Entreculturas. Además, cerca de 200 millones de niños y niñas escolarizados en el mundo están recibiendo una educación de baja calidad. Estas limitaciones, marcarán definitivamente sus vidas. Del mismo modo que la educación cambia vidas, la no educación o la baja calidad de esta también lo hace, condenando a millones de personas a la exclusión social.

El año pasado Entreculturas presentó la Campaña Silla Roja. En palabras de Luis Arancibia, “esta campaña persigue tres objetivos; dar a conocer la realidad que viven 57 millones de niños y niñas que no van al colegio, sensibilizar a la sociedad de esta realidad para que se conviertan en embajadores del derecho a la educación y, animar a las Instituciones públicas a comprometerse a favor del derecho a la educación”.

Entreculturas, el Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid, La Asociación de Amigos del Museo y la Federación Española de Amigos de los Museos, presentan durante el mes de septiembre la muestra “Las sillas de tu vida”, un recorrido por aquellas sillas que de alguna manera cambian nuestras vidas. Entre esta selección de piezas, está la silla roja, asiento que defiende el derecho a la educación de calidad de todas las personas, asiento que hará que sus vidas cambien, se transformen.  Sofía Rodriguez Bernis, Directora del Museo Nacional de Artes Decorativas de Madrid sostenía que “la Silla Roja en el Museo es una muestra de que ambas instituciones hemos empatado, en el sentido de empatía: nos une la silla roja de la educación y las sillas que han sido importantes en nuestras vidas”. La jornada contó con la presencia de Ana Luisa Delclaux, Presidenta de la Federación Española de Amigos de los Museos quien transmitía su alegría por “promover la iniciativa de la Silla Roja para concienciar a nuestros niños y niñas de aquí de la suerte que tiene de ir al cole”.

La Silla Roja es también una alarma sobre la necesidad no sólo de acceso a la educación, sino también a que esa educación sea de calidad. El informe que acompaña a esta campaña “Derecho a aprender: educación de calidad, educación transformadora” aborda de manera integral el concepto de educación de calidad, entendiendo que “la educación debe asegurar la adquisición de las habilidades básicas para la vida, debe permitirte aprender, debe ser equitativa y no discriminatoria y promover una ciudadanía crítica. La calidad es parte inherente del derecho a la educación” según Valeria Mendez de Vigo, Responsable del Departamento de Estudios e Incidencia de Entreculturas.

Niños, niñas y jóvenes de todo el mundo sueñan con recibir una educación de calidad que mejore su vida y la de sus familias. Pero normalmente, este sueño se frustra por causa de una educación deficiente y que no responde a sus expectativas. Especialmente, “esto sucede entre las familias afectadas por pobreza y exclusión, o pertenecientes a colectivos vulnerables: como son los niños y niñas que se ubican en zonas rurales, los niños y niñas de la calle, los que viven en países afectados por conflictos armados, en situación de refugio o desplazamiento, aquellos pertenecientes a minorías étnicas o con discapacidades”, son algunos de los ejemplo que citaba Valeria Mendez de Vigo.

Contar con recursos adecuados, en escuelas seguras y libres de violencia, con curriculos flexibles y adaptados al contexto social, cultural y  educativo, una autonomía escolar, promover la relación de la escuela con la comunidad educativa, y fortalecer a los equipos directivos son algunos de los factores/elementos que hacen a la educación de calidad. Los maestros, las maestras son también una pieza clave para una educación de calidad.

Valeria Mendez de Vigo afirma que “no puede hablarse de educación de calidad sin dos ejes principales; la equidad en la educación y la participación tanto de los docentes y de las comunidades en la gestión de la escuela, como de los propios alumnos y alumnas, como de la sociedad civil organizada a nivel más macro para la influencia en las políticas públicas educativas”.

Los innegables avances en el acceso a la educación primaria se han estancado desde 2010 como consecuencia directa de los recortes en la ayuda destinada a educación básica. Según datos de UNESCO, entre 2010 y 2011, la ayuda internacional a la educación  disminuyó en un 7%. Y no sólo ha disminuido, sino que los fondos no llegan a los países que más la necesitan. A nivel nacional, la cooperación española está en riesgo de desaparecer; los recortes acumulados en la Ayuda al Desarrollo española superan el 70% desde el 2008.