"foto"EN SU ARTÍCULO “Desmitificando la pobreza”, Bernardo Kliksberg se refiere a la idea de que los pobres son responsables de su situación, como una coartada para disimular la responsabilidad de la sociedad frente a la población pobre y vulnerable. Según su argumento, si fuese verdad que “los pobres carecen de ambiciones, no se esfuerzan, no estudian, actúan de forma irracional, la pobreza sería un tema de responsabilidad individual. Sería entonces una decisión personal integrarse en el bando de los exitosos o quedarse estancando”.

Si bien es inadmisible e irresponsable negar la responsabilidad de los gobiernos frente a las comunidades más vulnerables, en ACCIÓN SOCIAL rescatamos el valor de la corresponsabilidad. Es decir, que aunque creemos que la lucha por la superación de la pobreza debe ser liderada por el gobierno nacional, no consideramos que sea positivo eliminar la responsabilidad de los ciudadanos en este proceso.

No creemos que la población pobre carezca de ambiciones, esfuerzo o sea irracional, pero sí evidenciamos cómo, ante la ausencia de ciertas condiciones básicas, las poblaciones más vulnerables se ven forzadas a preocuparse únicamente por resolver situaciones inmediatas — alimentación, vivienda, vestido entre otros– y a apartarse de actividades que representan una inversión para el mejoramiento de su calidad de vida en el largo plazo, como son la salud y la educación.

DE “BENEFICIARIOS” A “PARTICIPANTES”

En este contexto, defendemos la creación de una serie de incentivos que hagan viables conductas que en el inmediato presente parecen poco rentables para las comunidades pobres, tales como asistir a controles médicos, sustituir cultivos ilícitos o mantener a sus hijos en el colegio, en vez de enviarlos a trabajar. Así, el Estado se compromete a proveer los bienes y servicios adecuados y la población se compromete a hacer uso de los mismos.

De este modo, dejamos de hablar de “beneficiarios” y comenzamos a referirnos a “participantes”; personas que son conscientes de su situación y que de manera voluntaria deciden hacer esfuerzos adicionales para romper con las trampas intergeneracionales de la pobreza y gestionar su propio desarrollo. Un cambio que a su vez implica la creación de ciudadanos que entienden lo público, defienden sus derechos y se involucran de manera progresiva en las actividades de su comunidad.

ALEJARSE DEL ASISTENCIALISMO

En ACCIÓN SOCIAL creemos que la corresponsabilidad marca la diferencia y que nos permite alejarnos del asistencialismo para generar condiciones de auto subsistencia, en vez de dependencia con los programas sociales. Algunos ejemplos de cómo funciona este concepto en nuestros programas son: Familias en Acción, JUNTOS, Mujeres Ahorradoras en Acción y Familias Guardabosques productivas, todos estos, programas sustentados en el trabajo mancomunado y en la generación de cambios de actitud que se reflejan en la comunidad.

En el caso de JUNTOS, la intervención comienza con la firma de acuerdos de corresponsabilidad en los que el gobierno se compromete a dar acceso preferencial a los servicios del Estado y las personas, a cumplir con las metas planteadas por el cogestor.

En Familias en Acción, las familias reciben subsidios condicionados a la asistencia escolar y a controles médicos, que a la fecha han tenido como resultado una reducción del 6% en el trabajo infantil de los niños entre 10 y 13 años en las áreas rurales y una reducción de la intensidad de la jornada laboral de los niños trabajadores de las áreas urbanas de 14 a 17 años entre 80 y 100 horas al mes. Además de esto, en el marco del programa se realizan procesos de sensibilización sobre los roles familiares, la socialización de los menores, y estimulación a iniciativas sociales y comunitarias.

Por su parte, Mujeres ahorradoras en Acción es una iniciativa con enfoque de género, que entrega subsidios condicionados al logro de metas de ahorro. Este proyecto, va acompañado de un intenso proceso de capacitación y de generación de proyectos productivos. En este caso, la evaluación del proyecto demostró que al final de su primera fase hubo un aumento del 5.4% al 13% en la participación de las mujeres en organizaciones sociales y de un 45.2% al 55.6% en la confianza en la comunidad, además de un aumento en la conformación de asociaciones políticas y productivas.

COMPROMETER A LAS POBLACIONES VULNERABLES

Familias Guardabosques productivas es una iniciativa que entrega acompañamiento técnico – ambiental y social, y subsidios condicionados a la sustitución de cultivos ilícitos. Mediante este proyecto, más de 40 mil familias han sustituido los cultivos ilegales y han adquirido cultivos de caucho, palma o café. También producen miel o se enfocan en la protección del medio ambiente a través de la construcción y puesta en marcha de proyectos productivos.

Las Familias Guardabosques han adquirido más de 64 mil hectáreas para sus proyectos, protagonizando así una verdadera reforma agraria autogestionada. Entre 2003 y 2009, 114.197 familias recibieron subsidios, pero además de esto, de la mano del incentivo y el acompañamiento se ha fortalecido la cultura de la legalidad, se ha presentado un aumento en la confianza entre vecinos y en la participación comunitaria, que pasó del 44,7% en el primer seguimiento, al 68,8% en la línea final.

Todos estos, son ejemplos de que la corresponsabilidad es un elemento fundamental para el avance de las políticas sociales, que no sólo permite generar cambios en torno a las costumbres de las comunidades más vulnerables, sino que además hace posible contar con una población comprometida con la gestión de su desarrollo, comprometida con la cultura de la legalidad y empoderada frente a sus derechos y su comunidad.

 

Síguenos en las redes sociales:

Twitter y Facebook