CON EL AGUA NO SE JUEGA

Es un bien único para todos los seres que habitamos el planeta y también un recurso que no tiene fronteras. Es crucial que cooperemos todos para la seguridad en la esfera del agua, la lucha contra la pobreza,  justicia social e igualdad de género. Esta cooperación brinda beneficios económicos, se convierte en fundamental para la preservación de los recursos hídricos, protege el ambiente y construye paz.

Ante la creciente presión sobre los recursos del agua dulce,  la necesidad de alimento, la urbanización y el cambio climático, la meta de este año 2013, declarado por Naciones Unidas  “Año Internacional de la cooperación en la esfera del agua” es atraer la atención hacia los beneficios de la cooperación en la gestión de este preciado bien.

PARA TENER EN CUENTA

*Cerca  de 2.500 millones de personas no poseen servicios de saneamiento adecuado y 800 millones no tienen acceso al agua potable.

*Anualmente, a causa de catástrofes y enfermedades ligadas al agua,   6 a 8 millones de personas mueren.

*Varios estudios  dicen que serán 3,5 planetas que –si nada cambiamos- necesitaremos para que sean cubiertas las necesidades de una población mundial cuyo estilo de vida fuera comparable al de los europeos o estadounidenses.

*Posiblemente  la población del planeta aumentará en 2 o 3 mil millones de personas en los próximos 40 años, lo que vendría de la mano de una evolución de los hábitos alimentarios que se traducirá en un incremento de 70% en la demanda de alimentos de aquí al año 2050.

*Ya viven en condiciones de hambre crónica mil millones de seres humanos y las presiones que sufren los recursos hídricos son fortísimas.

*Hay estadísticas que indican que toda la gente que lo puede hacer bebe de 2 a 4 litros de agua a diario, pero realmente la mayor parte del agua está incorporada en los alimentos que ingerimos; por ejemplo, producir 1 quilo de carne de vaca consume 15.000 litros de agua  y 1 quilo de trigo  “bebe” 1.500 litros.

¿QUÉ PODEMOS HACER?

*Consumir productos que realicen un uso menos intensivo del agua.

*Reducir el desperdicio de alimentos (el 30% de ellos en el mundo no se consume, perdiéndose definitivamente el agua utilizada para producirlos).

*Menos agua pueden producir más alimentos y de mejor calidad.

*Desde productores hasta consumidores: es posible tomar medidas para ahorrar agua y asegurar que haya alimentos para todo ser vivo.

LA COOPERACIÓN ES FÁCIL

Hay muchos buenos ejemplos de cooperación pacífica en Iberoamérica.

“El Tribunal de las Aguas de la Huerta de Valencia” (España). Todos los jueves, en la plaza de la Catedral de Valencia, los miembros del Tribunal de las Aguas arbitran, en audiencia pública, conflictos relativos a la distribución del agua de los ocho canales de irrigación de 1.700 hectáreas de tierra en las que se producen cítricos, arroz, uvas y duraznos para España y para exportación. Es una institución milenaria, que permite evitar que los conflictos entre los agricultores degeneren. Se inscribió en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco en 2009.

Lago Titicaca. Veinte años ha, Bolivia y Perú, reconociendo la importancia de la gestión compartida del lago, crearon una Autoridad Autónoma Binacional. El objetivo es desactivar potenciales conflictos relacionados con el uso del agua y fomentar la cooperación.

“Acuífero Guaraní”. (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay). Los presidentes de los cuatro países firmaron, en agosto de 2010, un acuerdo de cooperación para fortalecer sus conocimientos sobre el acuífero y determinar las áreas críticas. Todos ellos  se han comprometido a promover la conservación y la protección ambiental del “Sistema Acuífero Guaraní” para garantizar su uso racional.

Encontramos muchos otros emprendimientos a lo largo y ancho del planeta, como el “Tratado de la Cuenca del Dniester” (entre la República de Moldova y Ucrania), “Consejo Ministerial Árabe del Agua”, “La Cuenca del Mekong”, “Comisión Mixta entre Canadá y Estados Unidos”, “Proyecto de Intercambio de Beneficios y la Iniciativa de la Cuenca del Nilo” y el “Tratado del Indo” (entre Pakistán y la India).

“(…) La escasez de agua contribuye a las condiciones de extrema pobreza, provocando privaciones sociales e impidiendo el desarrollo, creando tensiones en regiones conflictivas. Con demasiada frecuencia, donde hace falta agua, encontramos armas. […] Todavía hay suficiente agua para todos nosotros, pero solo si la mantenemos limpia, la usamos prudentemente y la compartimos equitativamente”. (Ban Ki-moon, Secretario General de Naciones Unidas).