Ante todo hay que tener en cuenta que el consumo energético mundial aumenta en un porcentaje imparable cada año y si tenemos en cuenta que la mayoría de las energías utilizadas no son renovables, el problema está servido. Por un lado las multinacionales y gobiernos parecen negar las energías renovables, pues nunca vemos el autentico apoyo que necesitan para sustituir por ejemplo al petróleo, y por otro estamos nosotros, el consumidor final que también parece que no sepamos que hacer si no nos indicar cómo hacerlo.

Pues bien queridos lectores, comencemos este episodio de consejos para que desde nuestro hogar seamos eficientes en el camino del ahorro de la energía agotable y aprendamos a comprender la revolución energética a la que nos tendremos que enfrentar tarde o temprano, pues el uso de las energías renovables nos traerán nuevas maneras de consumir y evolucionar.

España es uno de los países que menos ha cumplido el protocolo de Kyoto, la cantidad de emisiones que teníamos que lanzar a la atmósfera ha sido más que superada en un 25% algo de lo que nos tenemos que avergonzar, pues cada hogar emite hasta cinco toneladas de CO2 al año, algo que puede cambiar con unos simples gestos de complicidad con la Naturaleza.

Empecemos nuestro periplo por nuestro dulce hogar.

Estos dos elementos son los que más aumentado las emisiones durante estos últimos años convirtiéndose en los grandes responsables del gasto energético de un país, estamos hablando de un 30 % del que sólo la casa se lleva ya hasta el 9%.

Las instituciones están luchando para que las nuevas construcciones sean más eficientes, más ahorrativas y mucho más comprometidas con el medio ambiente. Para ello han creado un Código de Edificación, reglamentos y certificaciones de Eficiencia Energética que dirige de forma responsable la construcción y el aprovechamiento de energías en toda la casa y las disponibles por propia naturaleza, como por ejemplo la orientación de la vivienda. Otras medidas contemplan el aislamientos de la vivienda, la utilización de energías renovables y técnicas bioclimáticas para conseguir una vivienda denominada energía cero que representa un apoyo importante a la lucha contra el cambio climático.

La construcción supone un grave impacto sobre el medio ambiente puesto que utiliza recursos y materiales No renovables y supone una importante contaminación del aire, agua y suelo en el que se construye.

Un buen código de edificación tendría que exigir que se potenciaran las zonas verdes, el ahorro de energía, agua y recursos y una buena gestión de los residuos. Reducir considerablemente las distancias entre el trabajo diario y la vivienda y por supuesto de los servicios que más utilizamos para desarrollar buenas costumbres de transporte colectivo y en bicicleta.

¿Que pasa cuando no vivimos en un edificio bioclimatológicamente tan eficiente? ¿Qué medidas podemos adoptar?

Empecemos este capitulo con el AGUA, conozcamos el autentico valor que tiene este elemento sin el cual nuestra vida en la Tierra sería impensable.

El gasto de agua es actualmente insostenible, veamos que podemos hacer para ahorrar hasta un 50% del agua que ahora consumimos.

• Instalar economizadores (son muy baratos) en tus grifos supondrán un ahorro del 50% del agua que ahora consumes.

• Los grifos monomando reducen fugas por goteo y ahorran energía.

• Asegúrate de que tu cisterna tenga doble pulsador o en caso contrario introduce en la cisterna dos botellas grandes de agua ocupan el espacio de unos cuantos litros de agua que ahorrarás en cada descarga. Y ya que estamos con el cuarto de baño, NO tieres residuos por el retrete, suponen millones de euros en depuración de aguas para vertidos al mar.

• Cuando te lavas las manos, te afeitas o te limpias los dientes, cierra el grifo y ahorrarás hasta 20 litros por minuto y 20 litros por día respectivamente.

• Si te duchas en ves de bañarte ahorrarás más de 150 litros al día.

• Cuando empieces una ducha diaria, coge el cubo de la fregona y recoge el agua fría que sale hasta que esté a la temperatura deseada, utilízala después para fregar o para sustituir varias descargas de la cisterna, suponen 15 litros por día y ducha.

• Los electrodomésticos clase A consumen un 60% menos de agua y electricidad.

• Llena la lavadora y el lavavajillas, nunca los pongas a media carga y no olvides limpiar regularmente sus filtros. Los programas cortos ahorran un 20% más de agua que uno largo.

• Compra detergentes y suavizantes SIN fosfatos, son los principales contaminantes del agua.

• Si no dispones de lavavajillas, enjabona con el grifo cerrado, ahorrarás más de 20 litros al día.

• Si tienes jardín o macetas, recupera el agua del lavado de verduras en un barreño, ahorraras unos 10 litros por día.

• Riega por la tarde-noche, al no hacer calor el agua vertida no se evapora. Este consejo se lo pueden aplicar todos los ayuntamientos de todas las ciudades del mundo… Todo mejora aun más si se utilizan cubiertas naturales como corteza de árbol o restos vegetales que evitan la evaporación.

• Si utilizas plantas autóctonas en tu jardín, necesitan menos agua para vivir y si además riegas por goteo el ahorro de agua es muy considerable y la planta utiliza el 95% del agua vertida.

• Si dispones barreños o depósitos puedes recoger el agua de lluvia para regar. Recoge el agua de lluvia para regar tus plantas.

• Antes de construirte tu propia piscina, recapacita y piensa el gran gasto de agua que va a suponer, además de energía y trabajo extra. Utiliza piscinas municipales o colectivas.

• Lava tu coche en lavaderos profesionales y pregúntales como funcionan. Hay túneles de lavado que utilizan agua reciclada y solo gastan 40 litros de agua frente a los 150 litros de un túnel sin agua reciclada.

• Si lavas tu coche a mano, utiliza un cubo y una esponja, gastarás 40 litros frente a los 500 que usarías con una manguera.

Como ves los detalles son importantes y el ahorro más que considerable.

¡Mójate y ahorra agua ¡