Winnie Byanyima, directora ejecutiva de Oxfam Internacional, declaró la semana pasada en la Asamblea General de Naciones Unidas que “los días de gloria de los paraísos fiscales han terminado”. A las pocas horas de esta afirmación el ICIJ -Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación-  hacía pública una nueva y contundente investigación que pone el foco en las prácticas fiscales abusivas que se dan las Bahamas. Según los documentos filtrados, más de 175.000 empresas de las Bahamas, muchas de ellas vinculadas a figuras políticas, se registraron entre 1990 y 2016.

Desde Nueva York, Winnie Byanyima afirmó:

“La última investigación  del ICIJ sobre el fraude fiscal en las Bahamas pone de relieve una vez más lo comunes que son estas prácticas y lo aceptadas que están entre muchos de nuestros líderes políticos y de las personas más poderosas del mundo de los negocios”.

“El presidente Obama afirmó en esa Asamblea que el mundo no será sostenible mientras el 1% más rico de la población tenga el control de tanta riqueza como el 99%. En muchas ocasiones ese 1%, junto con las grandes multinacionales, utiliza paraísos fiscales como las Bahamas para apuntalar su riqueza y dejar de pagar sus impuestos, a expensas del resto de la población mundial”.

“Se estima que la evasión de impuestos de las compañías multinacionales cuesta a los países en todo el mundo hasta 240 mil millones de dólares al año. Este abuso supone la pérdida de unos 170 millones de dólares anuales para los países más pobres”.

“La evasión de impuestos es una cuestión de derechos humanos. Estas prácticas ocasionan daños irrevocables en la sociedad y disminuye la mejora de las condiciones de vida de millones de personas en todo el mundo. El fraude fiscal tiene que parar, y hacerlo sin condiciones. Por este motivo Oxfam reclama en la Asamblea General de las Naciones Unidas la reforma del actual sistema fiscal, que está claramente roto”.