Sin embargo, algo tan sencillo como hacer que las empresas multinacionales pagaran (la recaudación de Sociedades ha bajado un 58% entre 2007 y 2014 tras aplicar exenciones y deducciones fiscales), o bien aumentando la progresividad de los impuestos y dando batalla contra la evasión. Sólo con aumentar un poco la presión fiscal sobre rentas altas, habría para pagar una parte importante de un Estado de Bienestar más necesario que nunca. Ya solo con establecer un impuesto del 0.1% sobre las transacciones financieras de mayor cuantía y establecer un mínimo control sobre la economía financiera en general habría dinero.

¿Cómo nos han podido hacer tragar que las economías más fuertes del mundo no pueden permitirse un amplísimo EB, cuando los últimos 70 años han sido los de mayor generación de riqueza de la historia de la humanidad?. La respuesta es sencilla, ingente cantidad de propaganda de aquellos que se la pueden pagar.

Es tremendo el punto al que hemos llegado, para justificar que los que más tienen aporten menos, se acometen reformas fiscales que se tornan regresivas (afectan más a los que menos tienen) y disminuyen la recaudación con la que se pagan nuestros servicios sociales o pensiones.

Por favor, no se crean el cuento liberal de que el Estado participa menos en la economía con ellos al frente (esa “libertad” prostituida). Participa igual o más, y sí, lo hace para redistribuir. La diferencia es que en lugar de redistribuir de arriba abajo (progresividad), lo hace de abajo arriba (regresividad).

Como ciudadano en general y economista en particular, me sigue dejando anonado ver los cuentos que nos hemos tragado (aunque se entiende si te das un paseo por las facultades de Economía, cunas del neoliberalismo doctrinario, del positivismo y del darwinismo social).

No hace falta ser una lumbrera ni haber leído muchísimo para refutar la mayor parte de la argumentación neoliberal, porque la base de la argumentación es burda, utópica y sin reflejos en la realidad.