"foto"Varios estudios reseñados por el Instituto Ethos demuestran que el compromiso de una organización con el futuro de los recursos naturales y humanos es decisivo para su imagen frente a la opinión pública. Por ejemplo, una investigación realizada en 2002 por la consultora McKinsey & Company mostró que 83% de los grandes inversores aceptarían pagar más por acciones de compañías de América Latina que posean un buen gobierno corporativo.

Pero cómo lograr estos efectos si no se comunica la gestión social de la empresa. El instrumento por defecto para informar a la sociedad y rendir cuentas de la actuación social a las audiencias internas y externas de la empresa, es el balance social, según Yonaida Sánchez, miembro de Gerencia Social Consultores y docente de la Universidad Católica Andrés Bello y la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado.

El balance social es un documento o informe que recoge los principales indicadores de desempeño económico, social y ambiental de la empresa. Según lo definido por el Manual de Balance Social desarrollado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), es un instrumento de gestión para planear, organizar, dirigir, registrar, controlar y evaluar en términos cuantitativos y cualitativos la gestión social de una empresa; el cual, como los informes financieros, debe ser presentado al final de cada período.

“El balance social exige que la empresa tenga un plan de su acción social y tenga estructurados sus sistemas. Porque el objetivo es comparar los resultados de lo ejecutado contra lo planificado”, explica Sánchez.

Apelando a la buena voluntad

De acuerdo con Aitziber Mugarra, del Instituto de Estudios Cooperativos  de la Universidad de Deusto, España, en su publicación “Modelos de Balance Social: Criterios”, varios países, como Francia y Portugal, cuentan con una legislación que establece la obligatoriedad de presentar un balance social para empresas con un determinado número de trabajadores. Otras naciones, como Italia, Gran Bretaña, Holanda, Alemania y Noruega, han elaborado proyectos y mantenido debates sobre el tema, pero no han llegado a una regulación.

A favor de la legalización, muchos autores argumentan que sería una herramienta de planificación y control en el campo socioeconómico de mucha utilidad para los gobiernos. En contra, está el hecho de que la regulación podría convertirse en un nuevo instrumento de intervencionismo estatal en la vida económica y empresarial.

Sánchez es de la opinión que la tendencia es hacia la obligatoriedad; sin embargo, aunque no exista aún una legislación al respecto, éticamente se considera correcta la divulgación de esta panorámica de las iniciativas sociales hacia los trabajadores, sus familias y las comunidades.

Estándares del balance social

En la mayoría de los países hay carencias de modelos oficiales para la realización de estos documentos; debido a esto, diversos organismos han desarrollado estándares y metodologías que pueden ser usadas por las empresas y que se encuentran disponibles para la libre consulta.

El más difundido y popular es el Modelo “Global Reporting Initiative” (GRI). GRI es una red internacional creada en 1997 por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) y por la Coalición por Economías Ambientalmente Responsables (Ceres), con el objetivo de adoptar un patrón internacional para los balances.

Otros modelos disponibles en español:

  1. Instituto Brasileño de Análisis Social y Económico (Ibase): creado en 1997 e inspirado por el formato de los balances financieros.
  2. Modelo Ethos: realizado por esta organización no gubernamental con la misión de ayudar a las empresas a llevar sus negocios con responsabilidad. Incorpora la planilla propuesta por el Ibase y sugiere un análisis mayor.
  3. Manual de Balance Social desarrollado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Asociación Nacional de Industriales de Colombia y la Cámara Junior de Colombia.
  4. Modelo Deres: Es una organización de empresas que promueve el desarrollo conceptual y práctico de la Responsabilidad Social Empresarial en Uruguay.

A estos, Sánchez agrega dos guías desarrolladas localmente que son de gran ayuda para los organismos y consultores que elaboran este tipo de documentos en el país:

  • Modelo de Balance Social para la Empresa Venezolana, realizado por la Escuela de Gerencia Social y publicado por Venancham, el cual está inspirado en el modelo Ethos; y aunque tiene ya ocho años de publicado, es un buen punto de partida.
  • Caja de Herramientas, una publicación de Venancham que reúne cuatro documentos; uno de los cuales es una Guía para la Elaboración de Balance Social, que desarrolla un poco más los pasos a seguir.

NOTA: Este artículo se publicó originalmente en  http://www.rsevenezuela.com ,  y se reproduce bajo su autorización en esta página web.

 

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