Tormenta en el Vaticano
Las misteriosas palabras del papa Francisco al pedir perdón por los “escándalos” del Vaticano sin aclarar a cuáles se refería, me llenaron de dudas. Porque no es lo mismo que vayan dirigidas a una pandilla de inmovilistas cardenales, a los indecentes y malditos pederastas ¡qué le contarían en Filadelfia!, o hacia las revelaciones del sacerdote polaco Krzystof Charamsa sobre su homosexualidad y su relación en pareja; porque si este último fuese el caso de referencia o estuviese metido en el saco de los escándalos, debería reflexionar el papa Francisco.