La capital de la República de Kenia, está situada en el interior a unos 1.660 m de altura. Es la mayor ciudad del país; su población es de 2.750.561 habitantes. El nombre “Nairobi” procede de la expresión en lengua maasai Ewaso Nyirobi, “aguas frescas”.

Sin embargo en estos días los principales atractivos de la capital keniata no han sido los apuntados, ni tampoco la belleza de su Parque Nacional situado apenas a 13 kilómetros de la ciudad y que ocupa 114 kilómetros cuadrados de extensión, sin vallas y por el que los animales salen, entran y campan por sus respetos a través del corredor de Kitengela; en estas fechas se han debatido, precisamente, las soluciones para evitar que tanta belleza no desaparezca, ni la de otros Nairobis, llámense Río, Barcelona, Nueva York o Kuala Lumpur. . .

Y es que en la ciudad africana se ha venido celebrando hasta el pasado 17 de noviembre la Reunión de la Convención de Naciones Unidas sobre el
cambio climatico y del Protocolo de Kioto que inició con elocuentes palabras del presidente de la conferencia, el ministro de Medio Ambiente keniata, Kivutha Kibwana: “El
cambio climatico es una de las mayores amenazas para la humanidad y pone en peligro los objetivos de desarrollo de millones de personas, especialmente en los países más pobres”, dijo.

”Es muy posible que los avances hacia la erradicación de la pobreza logrados hasta ahora sean barridos por las consecuencias del
cambio climatico”, sentenció.

Algo más de 5.000 personas se habían registrado para asistir durante dos semanas a la duodécima Conferencia de las Partes (COP) de la Convención Marco de la ONU sobre
cambio climatico (CMNUCC), a la que están integrados 189 estados, así como a la segunda COP de los 166 países que han ratificado el Protocolo de Kioto. Era la primera vez que un encuentro de este tipo se celebraba en el corazón del
África Subsahariana y eso era algo tremendamente importante; sólo nueve, de los 400 proyectos que ya se están beneficiando del llamado Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) previsto en Kioto, están en
África. Cuatro de ellos en Sudáfrica y los otros se reparten entre Marruecos, Egipto y Túnez. Mediante dicho mecanismo, los países industrializados pagan proyectos que reducen o evitan las emisiones en los países más pobres, y a cambio se les adjudican créditos que pueden utilizar para cumplir sus propios objetivos de reducción de las emisiones. En la COP celebrada el año pasado en Montreal (Canadá), se acordó iniciar un proceso para considerar posteriores compromisos más allá del 2012.

”Es muy posible que los avances hacia la erradicación de la pobreza logrados hasta ahora sean barridos por las consecuencias del
cambio climatico

La elección de
África como sede de la Convención fue muy acertada, el llamado Continente Negro es, tal vez, el más perjudicado con el
cambio climatico, actualmente 220 millones de africanos están expuestos cada año a sufrir las condiciones extremas de la sequía. Durante el pasado siglo el continente africano se calentó 0,7 grados centígrados y en las últimas tres décadas, las lluvias disminuyeron una cuarta parte en la franja delimitada por el desierto del Sahara y el
África tropical; el Cuerno de
África y el sur del continente han sido gravemente afectados por las sequías desde 1960.
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Las anunciadas previsiones de incremento del calentamiento en
África están entre 2 y 6 grados centígrados para 2100. En el año 2025 cerca de 500 millones de africanos se verán faltos del agua indispensable para su desarrollo vital. Las lluvias podrían descender un tercio en los periodos de junio, julio y agosto, y hasta el 60% en primavera en el la parte central y oriental del continente e, inconvenientemente, incrementarse en el
África occidental hasta un 35% entre septiembre y febrero, un periodo habitualmente seco.

En su primera jornada la Convención fue recibiendo a los delegados. En el primer día de reuniones Estados Unidos advertía que no variaría su postura con respecto a la voluntariedad de sus medidas para reducir sus emisiones de gases de
efecto invernadero. Mientras, la mayoría de los asistentes confían que de las reuniones de Nairobi salgan aprobadas las reglas de funcionamiento del llamado Fondo de Adaptación, uno de los mecanismos previstos en Kioto para financiar proyectos en los países en vías de desarrollo a fin de que éstos puedan adaptarse a las consecuencias del
cambio climatico. “No importa el éxito que tengamos en mitigar el
cambio climatico, también es necesario adaptarse a sus efectos, que ya están aquí”, advirtió la finlandesa Outi Berghall, en representación de la presidencia de turno de la Unión Europea.

Las organizaciones no gubernamentales exigieron por su parte que, los países desarrollados, den pasos concretos para definir nuevos compromisos de reducción de las emisiones de los gases de
efecto invernadero a partir de 2012, cuando finaliza el periodo cubierto por el Protocolo de Kioto.

“Mayores reducciones son necesarias por parte de los países industrializados”, dijo Catherine Pearce, miembro de Amigos de la Tierra.

Necesitamos que el proceso sea rápido para que no haya un vacío entre el fin de los compromisos de Kioto y los nuevos. Hay que actuar rápido y superar la velocidad a la que los glaciares se están derritiendo”, añadió, a su vez, Steve Sawyer, de Greenpeace.

En el año 2025 cerca de 500 millones de africanos se verán faltos del agua indispensable para su desarrollo vital

Los informes se van sucediendo a lo largo del día. Se discute sobre el presentado por la Secretaría de la Convención , con datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Organización Meteorológica Mundial que indica que la vulnerabilidad del continente al
cambio climatico es más acusada de lo que se creía hasta ahora, al tiempo que cuantifica esa amenaza:
África podría inundarse, incluyendo asentamientos en el Golfo de Guinea, Senegal, Gambia y Egipto. En la actualidad, más del 25% de la población de
África vive en los 100 kilómetros de franja costera, apunta el informe.

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El Movimiento Cinturón Verde, fundado por la Premio Nobel de la Paz 2004, Wangari Maathai, advierte que el Monte Kilimanjaro en Tanzania y Monte Kenia, dos de los picos más altos del continente, podrían perder por completo su cubierta de nieve en los próximos 25 a 50 años. El Kilimanjaro ya ha perdido el 82% de su cubierta de nieve en los pasados ochenta años, mientras que el monte Kenia perdió el 92% en un siglo. En otro informe, elaborado por la organización Christian Aid bajo el nombre de “El clima de la pobreza”, augura que 185 millones de personas en
África Subsahariana podrían morir por incremento de enfermedades fruto del brutal
cambio climatico. El informe recoge que el aumento de las temperaturas conllevará a que insectos como la hembra del mosquito Anopheles que transmite la malaria o el Aedes aegypti que a través de su probóscide contagia la fiebre dengue, migren a zonas más elevadas, extendiendo la enfermedad a lugares donde actualmente no existe.

Al final de cada sesión, los participantes y los periodistas que cubren la Conferencia se olvidan un poco de los alarmantes informes y las acertadas declaraciones, gastándose los chelines keniatas en el Coffe House o en Thorn Tree Café, al lado del Hotel New Stanley, donde se puede tomar un sándwich al aire libre y, para reorganizar a los despistados, escribirles alguna nota en la acacia espinosa que sirve de tablón de anuncios y en la que se dejan mensajes de todo tipo.

Llega el sábado 11 y Nairobi se lanza a la calle. Miles de manifestantes marchan por la capital para protestar por lo que calificaron como el fracaso de las naciones industrializadas a la hora de frenar el calentamiento climático global; la calle Langata es un multitudinario grito de advertencia. Cerca de 2.000 kenianos y extranjeros – muchos de los asistentes – agitan pancartas que retratan al presidente estadounidense George W. Bush con la leyenda “buscado por crímenes contra el planeta”. Ha sido la primera manifestación contra el
cambio climatico que se realiza en
África; el grupo británico Practical Action, ayudó a organizar la protesta.

Los asistentes más representativos hicieron declaraciones a pie de calle.”El continente africano sufre más que cualquier otro continente por el
cambio climatico“, manifestó Grace Akumu, director del grupo de activistas locales Red de Clima de
África. “Esperamos que después de las elecciones, Estados Unidos tome en serio el
cambio climatico“.

El mismo sábado llegó a Nairobi la delegación gubernamental española para asistir a la Conferencia La delegación española está encabezada por la ministra Cristina Narbona. Aragón, País Vasco, Cataluña y Galicia son las Comunidades con representaciones. Alfredo Boné, Consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Aragón aprovechó el viaje para mantener reuniones con representantes del Programa de Medio Ambiente de Naciones Unidades (PNUMA), con sede en Nairobi, así como encuentros como presidente de la Conferencia de las Regiones de Europa sobre Medio Ambiente (ENCORE).

Cerca de 2.000 kenianos y extranjeros agitan pancartas que retratan al presidente estadounidense George W. Bush con la leyenda “buscado por crímenes contra el planeta”

El fin de semana lo aprovechan algunos para visitar las Bomas cercanas – unas granjas donde se ofrecen bailes tradicionales – o para dar de comer a las jirafas en el Center Giraffe. Los más, visitan la Gran Mezquita de Nairobi o el multicolor mercado que hay enfrente y que fue diseñado por los ingleses como hangar de aviación en 1930. Los menos caen en la tentación de probar suerte en el Casino Internacional.
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En la segunda semana de debates comienzan a llegar las primeras conclusiones. Si hasta ahora a nadie le importaban los efectos del
calentamiento global, quizás las nuevas alertas sirvan para que los países industrializados dejen de contaminar

El impacto del informe Stern está muy presente en la mente de todos, se entiende que Kioto constituye un primer paso en la vía de la reducción de emisiones de gases de
efecto invernadero, pero la comunidad internacional deberá ir mucho más lejos después de 2012.

Para ayudar a los países más vulnerables a adaptarse al
cambio climatico, la UE propone que en Nairobi se cree un Fondo de Adaptación dotado con más de 350 millones de euros para el periodo 2008-2012. Las demandas ecologistas van por el mismo camino, Greenpeace o WWF/Adena solicitan a los gobiernos asistentes que cumplan con los compromisos fijados en Kioto. Así, Greenpeace pide a los gobiernos que el Protocolo de Kioto sea una herramienta eficaz de lucha contra el
cambio climatico. Por su parte, WWF/Adena reclama a los gobiernos “más compromisos” en la lucha contra el
cambio climatico por las consecuencias que este tiene en el desarrollo económico de
África y en la vida de sus habitantes.

Los distintos informes denuncian la amenaza de subida del nivel del mar, entre 15 y 95 centímetros de aquí a 2100, y entre las zonas del sureste africano más afectadas por las inundaciones costeras se incluían Ciudad del Cabo, Maputo y Dar es-Salaam. Y se daban numerosos ejemplos de pescadores, agricultores y ganaderos que ya ven afectada su vida cotidiana ya que en algunos lugares el mar ha avanzado doscientos metros. Los campos de cultivo se abandonan por la falta de agua o la flora ha variado su comportamiento estacional ancestral por las variaciones de las épocas de lluvias, siendo impredecible su aparición.

Los efectos del
calentamiento global en los océanos se acercan ya al peor de los cálculos científicos del Panel Intergubernamental sobre
cambio climatico (IPCC), con aumento del nivel del mar, huracanes devastadores y pérdida de los corales, proclama un informe presentado por Stefan Rahmstorf, profesor de física de los océanos y miembro del Consejo Asesor Alemán sobre Clima Global, organismo asesor del Gobierno federal. “La tendencia actual, comprobada por satélite, muestra que el nivel del mar sube tres centímetros por década, lo que se acerca al peor escenario de todos los calculados por el IPCC”, dijo en la presentación del informe “Los futuros océanos”.E l físico alemán detalló que “entre 1900 y 2000 el nivel del mar creció veinte centímetros, y el IPCC, en su informe de 2001, sugirió que hasta 2100 podría crecer entre 9 y 88 centímetros más”.

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“Los ministros no han sabido aprovechar esta oportunidad para tomar medidas más serias y establecer los necesarios recortes más rigurosos a partir de 2012”

Pueden ser en inglés, en suahelí o en cualquier otro idioma, pero todas las conversaciones giran en torno a los debates y en la esperanza de llegar a acuerdos efectivos. En la Foresta Magnética, un restaurante de la calle Mama Ngina, cerca de la embajada española, delegados de varios países se ponen de acuerdo para presentar conclusiones comunes.

El viernes se concretan los primeros acuerdos sobre los pasos a seguir para negociar más recortes a las emisiones globales de gases de
efecto invernadero. Primero ha habido que garantizar a China que el proceso no negociaría reducciones inmediatas para países en desarrollo. Bajo el acuerdo, las reuniones futuras revisarían los detalles del Protocolo de Kyoto para el 2008 con el objetivo de fijar nuevos límites de emisiones antes de que expire en el 2012.China e India se resisten a los esfuerzos de la Conferencia para iniciar conversaciones que pudieran concentrarse en exigir que esos y otros países pobres, pero en rápido desarrollo, reduzcan más sus emisiones de gases como el dióxido de carbono, vinculados al
calentamiento global. Los ecologistas temen que disputas como ésta demoren las negociaciones hasta el punto en el que el planeta pueda ser incapaz de controlar las emisiones cuando expire el Protocolo de Kyoto en el 2012.

Ante la incredulidad de muchos, que esperaban que la sesión de clausura se prolongara hasta la madrugada, el presidente de la Conferencia, el ministro keniano de Medio Ambiente, Kivutha Kivuana, declaró el encuentro clausurado y manifestó estar “muy satisfecho” de los resultados. Los aplausos de los asistentes denotan satisfacción por los pactos conseguidos.

Los acuerdos contemplan, referente al llamado Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL), hacer un llamamiento expreso para que los países desarrollados tomen medidas a fin de que la distribución geográfica de los proyectos beneficiarios sea más equitativa.

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También fueron acordadas las reglas del Fondo de Adaptación, herramienta prevista en Kioto para financiar proyectos que ayuden a los países más pobres a adaptarse a consecuencias del
cambio climatico, como inundaciones y sequías. No obstante, su puesta en marcha se demorará otro año hasta que se perfeccione el sistema y los criterios que deben reunir los proyectos para recibir financiación.

Se ratificaron los acuerdos en vigor desde el 16 de febrero de 2005 del Protocolo de Kioto, que impone a las naciones industrializadas metas obligatorias de emisiones de dióxido de carbono -causantes del
calentamiento global– con objeto de reducirlas entre 2008 y 2012 en un 5,2 por ciento respecto de los niveles de 1990.

Las organizaciones ecologistas Greepeace y WWWF/Adena se felicitaban por el resultado de la Conferencia y en particular por el acuerdo de reducir las emisiones globales de CO2 en más de un 50% para 2050 para evitar los efectos más peligrosos.

”Se han dado pequeños pasos adelante aquí en Nairobi para asegurar una solución de continuidad entre la primera y la segunda fase del Protocolo de Kioto,”, declaró la responsable de la campaña de
cambio climatico de Greeenpeace España, Sara Pizzinato, quien además reclamó “acelerar el proceso para poder iniciar ya unas negociaciones formales el próximo año”.

La responsable del Programa de
cambio climatico WWF/Adena, Mar Asunción, consideró que es insuficiente ante la gravedad y urgencia del problema. “Los ministros no han sabido aprovechar esta oportunidad para tomar medidas más serias y establecer los necesarios recortes más rigurosos a partir de 2012”, dijo.”Será muy difícil cumplir con esta reducción para 2050”, añadió. “Todavía queda mucho por hacer y hay poco tiempo para actuar”, apuntaba Hans Verolme, director del Programa Internacional de
cambio climatico de WWF.

En resumen, tanto responsables como participantes y portavoces de los grupos ecologistas, consideraron positivos los acuerdos alcanzados y se felicitaron por ello. Tal vez en lo que se crean algunas reservas es en la velocidad efectiva de las acciones a realizar; la pregunta que queda en el aire es la de si llegaremos a tiempo de evitar la catástrofe climática. Sin embargo, durante quince días, la esperanza visitó Nairobi, una hermosa tierra africana muy cerca de las colinas de Kgong. Esperemos que no haya sido en vano.