Oxfam condena cualquier uso de armas químicas en Siria, junto con la continua matanza indiscriminada de civiles en el país. Todas las partes en el conflicto en Siria deben respetar el derecho internacional humanitario y en todo momento facilitar el trabajo de los equipos de Naciones Unidas que investigan presuntos ataques con armas químicas.

En última instancia, es necesario que haya una solución política a esta crisis. El sufrimiento humano causado por la crisis es asombroso. Más de 100.000 personas han perdido la vida y casi dos millones han huido a países vecinos. Hay un claro riesgo de que la situación empeore a medida que los gobiernos occidentales elevan el discurso y se preparan para la intervención  militar.

En lugar de centrarse en las opciones militares y armar las partes en el conflicto, el presidente Obama, el presidente Putin y otros líderes mundiales deben dejar de lado sus diferencias e intensificar los esfuerzos para la paz para detener el derramamiento de sangre, antes de que Siria quede destruida y la región se desestabilice aún más.

 

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