La mayoría de las organizaciones resuelven el proceso de recogida de información mediante el envío de hojas de excel que distribuyen por correo a las áreas funcionales y geográficas para que sean completadas por los responsables y reenviadas al director de sostenibilidad/ RC para integrarlas en la memoria. A este proceso se suma el auditor que verifica la calidad, exactitud, completitud y trazabilidad de los datos.

No hay que extrañarse de que los responsables de RSC se quejen de la “locura” que supone elaborar la memoria anual de sostenibilidad mediante este procedimiento “artesanal” de búsqueda y captura de una información dispersa y fragmentada en las diferentes unidades de la empresa, que, en muchos casos, les llega a ocupar el 50% de su tiempo.

Ahora bien, si se habla de indicadores “relevantes”, lo natural sería que estén integrados en los sistemas de gestión de las compañías (los relativos a los empleados en el sistema de recursos humanos, los de proveedores en el sistema de compras, los de medio ambiente en el sistema de gestión ambiental y así sucesivamente).

Pues bien, esa es la lógica que siguen algunas de las empresas líderes en sostenibilidad que trabajan con indicadores de desempeño, Key Performance Indicators (KPI), en cada una de las tres dimensiones (social, económica y medioambiental), definiendo objetivos y planes para alcanzarlos y realizando un seguimiento a lo largo del año que les permite tomar decisiones en función de la evolución de los mismos.

Al final del año elaboran el informe de sostenibilidad, pero a diferencia de lo que ocurre con las otras compañías (que encuentran muchas dificultades para “recopilar” la información a final de año), estas empresas incluyen información de los KPI que la compañía ha gestionado a lo largo del año. La tendencia es presentar la información con una periodicidad inferior a la anual, con carácter semestral o incluso trimestral, como ocurre con la información financiera.

En este nuevo escenario “de gestión y no solo de reporte”, la tecnología juega un papel fundamental, sobre todo en compañías complejas, con presencia global y con muchos indicadores clave relacionados entre sí. Tecnología que permita soportar el proceso de definición de la estrategia, planificación, determinación de indicadores clave e identificación de objetivos, y, sobre todo, la parte más compleja, que es la obtención de resultados.

La información de resultados incluida en la memoria, se obtendrá con una consulta a cada una de estas aplicaciones, o de modo más sofisticado con una solución de Cuadro de Mando (CM).

El CM contiene toda la información de cada KPI (objetivos, planes para alcanzar objetivos, resultado mensual/trimestral/ anual, información histórica, etc.) y permite mostrarla por dimensión, por empresa, unidad geográfica, etc. Y lo más importante, esta información llega en su mayoría, de manera automática desde las aplicaciones que gestionan cada indicador.

En esta línea de aplicaciones para la gestión de la sostenibilidad, a finales de noviembre Oracle lanzó su maqueta de Cuadro de Mando de Sostenibilidad desarrollada con el soporte funcional de Indra.

La solución de Oracle vincula los KPI con la estrategia, objetivos y planes de la compañía y permite realizar un seguimiento desde el cumplimiento global de la estrategia hasta el cumplimiento de un KPI específico. Ya empiezan a surgir, también, interesantes ejemplos de reporte integrado online, como la memoria de BASF, que pueden servir como benchmarking a las compañías que quieren avanzar en esta línea.

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