Sin embargo, este día tan especial, rememora la muerte de Cervantes, pero también de Shakespeare. Aunque en realidad ninguno de los dos murió un 23 de abril de 1616; el español murió el 22 y fue enterrado al día siguiente y el británico lo hizo el 23, pero según el calendario Juliano, que era el que todavía regía en Inglaterra. En realidad fue el 3 de mayo de 1616 según el calendario Gregoriano. Cuando los ingleses lo adoptaron en 1752, mantuvieron el día 23 de abril como fecha del deceso del de Stratford-upon-Avon. Esa coincidencia poética permite la ilusión literaria de que ambos genios nos dejaron el mismo día.

Eso hace que las gentes festejemos, especialmente en este día, esa hermosa costumbre de hojear las páginas de un libro, leer una historia, recitar un verso, emocionarnos con un relato… Nada más bello, máxime si nos identificamos con los protagonistas o nos sentimos partícipes de la historia. Por eso, y pese al esfuerzo que hacen los políticos y los illuminati de pacotilla para evitarlo, seguiremos leyendo y así tendremos el conocimiento y el sentido de la crítica; conoceremos lo que otros hicieron y hasta seremos capaces de no repetir la historia.

Tenemos un arco parlamentario repleto de malos y parcos lectores, observaran que trato de evitar el calificativo de ignorantes. Por eso castigan al libro con impuestos indecentes y a los jubilados con subidas de miseria y si además se es escritor, con la amenaza de birlarles la pensión. Porque nada aterroriza más al poder que vernos leer y sabernos activos y sabios, sin necesidad de falsificar másteres ni de inflar currículos.

Ese placer increíble de leer bajo la luz, ya sea de la luna o de la lámpara de pié del salón, una historia que nos emocione, es sólo comparable al de la libertad, probablemente porque es un acto que jamás nos podrán impedir, salvo que seamos nosotros los que  renunciemos a ello alineados por la caja tonta y por las nubes manipuladas de la información.

No dejen que les duerman con falsos cuentos de hadas e interminables listas electorales… lean y juzguen.