“Sin embargo, la Copa del Mundo será un evento muy secundario para cerca de 215 
millones de niños que trabajan jornadas largas y difíciles, en condiciones muy duras, en lugar de aprender y jugar”, afirmó Juan Somalia, Director General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En su condición de miembro del Grupo de trabajo mundial sobre trabajo infantil y del Comité interinstitucional de coordinación de las Naciones Unidas para la educación en derechos humanos en el sistema escolar (UNIACC), la UNESCO apoya el Día Mundial contra el Trabajo Infantil. Esta iniciativa tiene por objeto proteger a los niños mediante la promoción de criterios internacionales sobre el trabajo infantil, la sensibilización de la opinión pública ante la importancia de este asunto y la defensa del derecho fundamental de todos los niños a recibir instrucción escolar.
El trabajo infantil está estrechamente vinculado a la pobreza y otras formas de marginación.
Las investigaciones indican que el trabajo infantil suele aumentar en periodos de recesión económica, ya que los padres sacan a los niños de la escuela para que aporten su esfuerzo a los ingresos familiares. Puesto que la educación desempeña una función estratégica a la hora de quebrar el ciclo de la pobreza, protegerla constituye una tarea importante en la lucha contra el trabajo infantil, junto con otras medidas orientadas a reducir la pobreza y fomentar el desarrollo económico y social.
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