Había allí humanos de todas las edades, incluso personas de edad respetable, aguantando a pie firme al menos dos horas hasta que se abrieran las puertas. Muchos ni siquiera pudieron entrar porque el auditorio se llenó a las primeras de cambio.

Acabo de leer la crónica del evento en la prensa local y de formarme una opinión al respecto. Imperfecta y subjetiva, como todas las opiniones, pero fundamentada y sobre todo mía.

Parece ser que el coloquio discurrió en torno al abuso de poder y a las formas en las que la sociedad debería responder a él. Don Juan José Millás dijo, al parecer, que la juventud no ha recibido la educación precisa para dar respuesta a esos abusos, y en general la cosa giró continuamente en torno a los excesos del Estado, la corrupción de los partidos políticos y la represión de la libertad.

Imaginemos a una señora que acude al médico con dolor de cabeza. El médico le recetará aspirina y la mandará a paseo. Pero si diera con un profesional serio, a lo mejor este hombre le preguntaría por su vida emocional y cuando ella le dijera que está harta de su vida, de su marido, de su hipoteca o de su gato, el médico sospecharía que concurre apretón de cervicales, secundario a estrés emocional y dictaminaría que el origen de la cefalea es la tensión muscular en el cuello. La solución del síntoma: Aspirina. La solución de la causa: Masaje descontracturante.

Ésta es una imagen que puede servirnos para entender mejor el coloquio de ayer. Una cosa es pasarse toda una tarde hablando de los síntomas de un problema (lo que parece que hicieron los contertulios) y otra muy distinta intentar identificar y aislar el problema (lo que parece que no hicieron).

La mayoría creo que deberíamos convenir en que una de las causas del mal, si no la única, es la banca internacional. No creo que la Caixa promueva un acto público de análisis donde se meta el dedo en el ojo a los bancos. De hecho, entiendo que el acto fue organizado por la propia entidad bancaria que prestó el auditorio y entiendo que los gastos de viaje y dietas de los interesados (y honorarios si los hubiere, que imagino que sí) fueron abonados igualmente por esa digna institución de crédito. Así que no era de esperar que los protagonistas de la cosa sacarán el bisturí para diseccionar la realidad y señalar a los culpables. Lo que se podía esperar es lo que aparentemente sucedió: Una maniobra de distracción centrada en la anécdota de que nuestros políticos roban, de que existen continuos excesos de poder y todo ese rollo. Pero mira, cuando estuve en Heidelberg hace año y medio para presentar en el Deutsche Amerikanische Institute mi película MAYO, ya dije que existe una solución de continuidad necesaria entre el control desmedido del NWO sobre los gobiernos y el control cada vez más asfixiante de los gobiernos sobre los ciudadanos, a través de un vaciado de contenido de la democracia plasmado en medidas legislativas concretas. Quedarse en esto último es avanzar poco o nada. O peor: Es confundir el síntoma con la enfermedad.

Entiendo que los tres protagonistas del acto de ayer se abstuvieron de un análisis de ese tipo porque su misión era otra. Parece que esa misión consistía en dar vueltas y vueltas en torno a una pequeña parte del problema, girar y girar en torno al síntoma más evidente, con renuncia clara a entender los por qués, que es para lo que se supone que sirve el raciocinio.

Intentemos ahora comprender un poco más el acto de ayer estudiando el currículum de sus protagonistas. El señor Chamizo fue durante 18 años defensor del pueblo de Andalucía, lo que implica su vinculación con el partido socialista, y personalmente esto me da bastante desconfianza. José Manuel Monzón es un conocido presentador y cómico de una cadena de televisión llamada La Sexta y un hombre de cuya capacidad histriónica nadie duda y yo menos. La Sexta y Antena 3 comparten propietario: El grupo Planeta es el dueño de ambas y no deja de ser llamativo que mientras Antena 3 está mandando a los ciudadanos continuos mensajes subliminales en favor del microchip bajo la piel, la Sexta se haya especializado en la crítica social y política. Yo no veo la tele, pero un domingo por la tarde miré un rato el programa de Ana Pastor sobre un caso de corrupción política y me pareció de un tono parecido al del acto de anoche: Crítica limitada y dentro del sistema. Crítica hacia los síntomas y no hacia las causa, negación consciente del pensamiento analítico, desinterés manifiesto por llegar a las causas remotas. A ver si nos enteramos: La corrupción es un escándalo, pero aunque no la hubiera estamos condenados. La corrupción NO es el problema. El problema es el sistema.

Juan José Millás fue premio Planeta. El premio Planeta no se da en virtud de méritos literarios (no niego los que puedan corresponder al interesado), sino de la conveniencia comercial de la empresa. Pero claro está que para recibir el premio, entre otros muchos méritos, tienes que publicar con ellos y ser de los suyos. Pérez Reverte desveló en cierta ocasión que le habían hecho llegar ofertas de Planeta para recibir su fastuoso premio, pero él pública con Alfaguara y eso es todo. No podía o no quiso cambiarse de equipo.

¿Os parece significativo que tanto Monzón como Millás sean empleados distinguidos de Lara? ¿Podemos sacar alguna enseñanza de la circunstancia de que el que les paga a ambos es el mismo tipo que parece encargado por los de arriba para incrustarnos en los sesos la conveniencia del microchip?

Ya he escrito varias veces este dato: El fundador del partido comunista de Estados Unidos fue el FBI. La disidencia controlada forma parte elemental de los protocolos de defensa del sistema. Hace tiempo que, incluso sin ser televidente, percibo un aroma a cuerno quemado en esa sospechosa orientación de una televisión de Lara hacia la crítica social y política. Me chocan la aparente libertad de Monzón, Pastor y Ébole tanto como el bien realizado e interesante documental sobre el 15M hecho por esa cadena.

¿Es esa la crítica necesaria o es el discurso que nos cierra caminos de forma insensible?

Esto está lleno de trampas. De la misma forma que pienso que la conspiranoía de los reptiles y marcianos es un cómic implantado en la mente de los ciudadanos impresionables con la finalidad de conducirlos a malgastar su energía y su tiempo en un callejón sin salida, opino que tenemos a la vista una operación de altísimo nivel para simular disidencia social y al mismo tiempo impedir que nazcan el auténtico análisis y el auténtico pensamiento creativo que nos pueda liberar de nuestros tiranos. Claro que esto no es nuevo. La tele siempre nos ha ofrecido falsos debates con falsos análisis para sustentar la creencia en un falso pensamiento crítico, pero lo que tenemos ahora ante la vista va más allá: Es toda una cadena de televisión (del sistema) que da un paso adelante para tratar de convertirse en referente del pensamiento crítico.

Mirad: el dinero que nos dan los bancos en sus créditos hipotecarios y personales no existe. Es creado mediante una simple anotación contable y nada más. Ellos crean el dinero de la nada, se lo inventan, pero luego te obligan a ti a devolver un dinero real que te ha costado sacrificios, madrugones y privaciones. Y si no puedes devolverles todo el dinero que ellos han creado de la nada, te echan de tu casa y ya te puedes ir buscando un puente para dormir a su sombra. Luego, cuando llegan los desahucios, hay broncas justificadas y la policía se pasa y reparte unos cuantos escobazos de más.

Pero los escobazos que puedan dar los antidisturbios no son el problema real. El problema real es el sistema bancario. Si nos limitamos a reflexionar sobre la longitud de las porras de los policías estamos haciendo el idiota y es muy natural que la Caixa financie una cosa así. Seguramente el propietario de Planeta y el Presidente de La Caixa lo decidieron juntos en una opípara comida en Barcelona. Yo creo que ellos se llevan muy bien, y aunque no he metido las narices en el Registro Mercantil, no me sorprendería descubrir que la Caixa sea accionista de la sociedad propietaria de la cadena de televisión.

Yo también estaba allí anoche. Más por morbo que por fe, pero a vista del gran río de conciudadanos que me llevaba la delantera, me fui al monte a cenar carne de cabra con mis amigotes y creo que aproveche el tiempo mucho mejor.

¿Habéis leído mi entrada Titiriteros saltando a la pata coja en el Palau de la Generalitat? Salí de allí echando fuego y me habría pasado lo mismo si me hubiera quedado ayer al acto de La Caixa. No veo mucha diferencia entre un ex comunista como Ramon Tamanes predicando neoliberalismo ante la mano que le da de comer y un cómico como José Manuel Monzón y familia haciendo el trabajo de poner techo y cerco al pensamiento crítico por encargo de quién les llena la tripa.

A mi juicio, tenemos que encontrar el punto. Ni flotar como las cometas en busca de reptiles voladores, ni quedarnos escarbando en el suelo en busca de tesoros de la tierra a los dictados de La Sexta.

La conducta a seguir creo que debería ser:

Análisis del sistema.

Decodificación del sistema.

Propuesta de un sistema alternativo basado en una democracia efectiva.

Es lo que intento hacer. El resultado de ese trabajo está condensado en el manifiesto 2012. Deberíais conocerlo y difundirlo.

José Ortega es abogado y autor del blog manifiesto 2012