La misma sanción pesó también contra la empresa Nidera en los primeros días de febrero. Aunque más que trabajo esclavo, lo que sí sería más discutible, serían las condiciones de derechos humanos en los que esos trabajadores desempeñaban sus tareas.

En todos los casos, las empresas eligieron el silencio ante los medios de comunicación, que tampoco fueron lo suficientemente exhaustivos.

RSE Online consultó vía twitter con el canal de información sobre Sustentabilidad de DuPont, quien se limitó a decir en 140 caracteres que las acusaciones de trabajo esclavo en Argentina “son falsas”, remitiendo como argumento a un editorial del diario La Nación en el que sostiene “la presunción de inocencia” de las empresas (constaté que eliminó de su TimeLine en Twitter la respuesta que incluía conversación con otros 3 usuarios).

En el caso puntual, de estas malas prácticas empresariales, también es necesario advertir que el Gobierno argentino mantiene desde 2008 una disputa ideológico-sectorial contra el sector agrícola-ganadero, y en un año electoral, retomar esa relación conflictiva puede significar algo más que hacer cumplir la ley.
Así todo, la RSE va mucho más allá de lo que establece la legislación, y las empresas no pueden poner como argumento que la redacción de un artículo, es confusa, deberían conocerlo de antemano y a través de la RSE mejorar sus operaciones para evitar ser sancionadas.

Pero al presentarse esta información en los medios, derivó también una inquietud: Adecco forma parte del Instituto Argentino de Responsabilidad Social Empresaria (IARSE) como “Miembro de Oro”. ¿Qué ocurriría con esa membresía? ¿Qué protocolo de trabajo adoptaría el equipo del IARSE con esa empresa tras tamaña práctica AntiRSE?

A través de las redes sociales (en primer lugar Twitter y luego Facebook), se me ocurrió consultar al IARSE sobre estas preguntas el Lunes 7 de Febrero… y así durante los días subsiguientes en al menos una vez por día, sin obtener respuesta alguna hasta el momento de escribir este post.

Tras el notorio silencio de una entidad que desde su máximo referente, Luis Ulla, hablaba hace poco de “RSE 3.0″ y sostenía cuestiones como “Comunicar poco o guardar silencio, puede llegar a ser tan arriesgado como no decir la verdad”, surgió la inquietud de conocer cómo afrontarían una situación similar otras organizaciones pares de la región.

Para ello, y también a través de las redes sociales, he ido realizando la segunda pregunta a organizaciones como Acción RSE (Chile), MoveRSE (Argentina), Perú 2021 (Perú) y PROhumana (Chile). El común denominador podría hasta sonar preocupante: todas estas organizaciones (a excepción de Acción RSE que no se refirió específicamente), admitieron no contar con un protocolo de reacción ante una empresa miembro sancionada por autoridad gubernamental por prácticas Anti RSE.

¿Como se justifican finalmente los aludidos?

Tras el post del 16 de Febrero en el que se sostenía que “las prácticas AntiRSE también requieren reacción” por parte de empresas e instituciones que nuclean a estas empresas como parte de una cultura de promoción de la responsabilidad social, la principal empresa afectada DuPont, y el IARSE, organización que cuenta como Miembro de Oro a otra de las empresas involucradas, Adecco, ofrecieron a RSE Online su punto de vista tras la publicación (a pesar de haber tenido la oportunidad anteriormente).

Tras haber eliminado el feedback en Twitter (de la cuenta @DuPont_Ability), la empresa derivó el interrogante a la Argentina, y allí contestó María Eugenia Tibessio, Coordinadora de RSE de DuPont Argentina.

Tibessio señaló que la “decisión” de la empresa “no es debatir a través de los medios”, pero sí eligió plantear la visión de la empresa ante RSE Online.

Aquí comparto fragmentos textuales de la réplica de DuPont: 

Tanto DuPont como su negocio Pioneer trabajan respetando sus valores corporativos y la legislación de los países donde operan.

En nuestro país, Pioneer contrata, a través de empresas tercerizadoras, trabajadores rurales no permanentes para su trabajo de “deflore de plantas”. Esta actividad dura entre 15 y 30 días en más de 50 campos que año a año varían y están alejados de la ruta o de cascos urbanos. Por este motivo se organizan campamentos que los hospedan cumpliendo las leyes y normas vigentes que regulan esta actividad.

Es importante remarcar que no se trata de trabajo esclavo ni ilegal. Se pagan salarios justos, los trabajadores están registrados en los organismos gubernamentales correspondientes y muchos de estos trabajadores vuelven a trabajar a Pioneer cada año. Creemos firmemente en nuestros valores y, por eso, estamos reevaluando las condiciones de los trabajadores rurales no permanentes a nivel mundial, volviendo a examinar minuciosamente las prácticas para que exista una coherencia entre las mismas y los valores corporativos.  No sólo para cumplir con lo que exige la ley –tal como ahora lo hacemos- sino para ir más allá de las normas jurídicas aplicables.

Estamos convencidos de que de situaciones, como la que hoy atravesamos, ayudan a mejorar.

No tenemos dudas que esto será confirmado por la justicia, ámbito en el que debemos esclarecer esta confusa situación.  DuPont y Pioneer ya están colaborando con la justicia en ese objetivo.

RSE no es para nosotros un excusa comunicacional, es un camino que hemos comenzado hace muchos años, sin grandes declamaciones, con participación activa de nuestra gente y con programas sustentables de los que nos sentimos muy orgullosos.

Sólo apuntar una lectura aquí: Si DuPont ha “comenzado hace muchos años” el camino de la RSE, por qué ahora tiene que hacer revisión “no sólo para cumplir la ley sino para ir más allá de las normas jurídicas aplicables”.

No queda claro entonces si realmente ya estaban comprometidos con la RSE (participan en el CEADS; adhieren al Pacto Global; desde el año 2002 que vienen trabajando en Reportes de Sustentabilidad), ¿aún no sabían que las normas jurídicas son el piso, y no el techo de la RSE?

En tanto que la respuesta del IARSE, llegó tras enviar un e-mail solicitando alguna posición sobre la membresía Adecco (empresa que sigue en silencio). En ese comunicado, Laura Massari, Directora de Relaciones Institucionales, sostuvo “estar al tanto de lo que nos venís preguntando desde el 7 de febrero en ambas redes sociales”. Así todo, no se expresó de manera clara sobre el caso particular.
Para que cada quien saque sus conclusiones, copio textual la respuesta:

Acordamos con vos acerca de las acusaciones sobre trabajo esclavo. Sobre las condiciones de trabajo denigrantes creemos que no hace falta explicar que estamos totalmente en contra y de todo aquello que afecte a la dignidad humana.

Por una cuestión de respeto y responsabilidad informativa no hemos emitido comunicaciones específicas al respecto. Sí lo hicimos en referencia a lo que supone adherir al sistema de membresía.

Creemos en la plena vigencia del estado de derecho y el funcionamiento de las instituciones, por tanto deberán ser éstas las encargadas de juzgar y aplicar la ley conforme corresponda en cada caso.

Seguiremos con nuestro más firme compromiso de acompañar  los procesos de mejora hacia prácticas empresariales  sustentables.

Y aquí surge una pregunta: ¿Una ONG debe tener “respeto” y “responsabilidad informativa” sobre malas prácticas que la salpican? Estimo que para muchas empresas miembro del IARSE no debe caer muy bien compartir espacio web con una empresa con las acusaciones que carga Adecco.

Según el relevamiento realizado en otras entidades en el post original, la mayoría coincidieron en una salida de la empresa, a pesar de que sigue siendo preocupante que sólo dos organizaciones cuenten con mecanismos para tratar de forma eficaz estos emergentes que le pueden suceder a cualquier otra organización de RSE en la región.

2011 puede ser un buen año para salir del estancamiento que tiene la RSE en la Argentina. Quienes están en una posición de liderazgo, tienen el imperativo de trabajar en ese sentido.

Quizás la estrategia de sumar empresas en cantidad tenga que ser revisada, y comenzar a implementar otra: la de sumar valor a las prácticas empresariales de esos que se suman. Da la sensación que hoy hace falta algo más que promover el concepto de RSE.

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