Algo parecido a la idea de Jurassic Park pero con la ventaja de estar en la misma era, el cuaternario, no se trata entonces, de un salto hacia atrás en la historia natural sino de una continuidad donde solo se necesita un ingrediente afirmativo: la voluntad de salvar el planeta o por lo menos cada quien aquella parcela cercana a él donde la Tierra esta herida.

En el caso venezolano se han salvaguardado zonas de la ecología del testimonio, con abundantísima información científica registrada, valgan apenas estos ejemplos, aunque hay más: El manual de plantas usuales de Venezuela de Henry Pittier,  Fauna descriptiva de Venezuela (Vertebrados) de Eduardo Rohl, Flora tropical ornamental de Jesús Hoyo,  Flora de los páramos de Venezuela de Volkmar Vareschi, Árboles ornamentales de Caracas de Leandro Aristeguieta, Enumeración sistemática de las especies de moluscos hallados hasta ahora en los alrededores de Caracas y demás partes de la República de Adolfo Ernst,  Guía de aves de Venezuela de William Phelps, Aves Venezolanas de Katherine Phoeb,  Colibríes de Caracas de Ralph Dessau, Peces de los llanos de Venezuela de Antonio Machado Alison, Peces marinos de Venezuela de F Cervigon.

Invito a los lectores a informarnos de testimonios ecológicos totalizantes, impresos o fílmicos, de sus países o regiones respectivo porque la suma de estos conocimientos constituiría una especie de frontera imaginaria o limite a partir del cual se emprendería con justas y científicas razones la reconstrucción de la naturaleza perdida, de la vida del planeta.