Sin embargo, hoy queremos destacar una de las piezas más originales y más comprometidas de cuantos pabellones pueblan la Muestra Internacional. Nos referimos al Pabellón de Iniciativas Ciudadanas, cuyo nombre de guerra es EL FARO y que los zaragozanos han bautizado con el apropiado nombre de EL BOTIJO.

El edificio en cuestión creado por el arquitecto Ricardo Higueras, pretende recrear uno de los elementos que echamos de menos en este mundo tan automatizado. La construcción, basada en los principios de eficiencia energética, reciclaje y sostenibilidad, tiene la forma incluso las bases de funcionamiento del tradicional cántaro cerámico. Todos los materiales empleados son naturales y proceden de la propia tierra: paja, madera certificada y barro y que dio más de un disgusto a sus constructores con las fuertes lluvias caídas en vísperas de la inauguración de la Expo.

Si ustedes visitan la Expo de Zaragoza lo descubrirán sin problemas junto a las Plazas Temáticas a orillas del río Ebro, Al margen de estar ubicado en un lugar estratégico de obligado paso para recibir gran parte de los visitantes, tanto los que entren o salgan de la Expo por el Pabellón Puente, como los que visitan la zona de pabellones nacionales, su peculiar forma arquitectónica no les pasará desapercibida. Además, en su construcción, se han tenido en cuenta las características climáticas típicas del entorno y se ha procurado integrarlo con la vegetación típica de los meandros del Soto de Ranillas.

Su superficie se aproximada de 1500 m2 y así como otros pabellones de parecidas dimensiones parecen encogerse cuando el visitante se adentra en ellos, en El Faro la impresión es la contraria. El viajero se sorprende y se siente – metafóricamente hablando – como la mosca que cae en el fondo de un botijo.

El Faro ha querido sumarse a la fiesta de la Expo con una variada programación de eventos durante los tres meses de la Expo 2008. En el espacio Encuentros del FARO, con forma de anfiteatro y un aforo de 150 personas podrán asistir a mesas redondas y conferencias, cuyo tema principal es la ecología, desde el agua hasta la educación en los países en desarrollo. No se asombren si se encuentran entre sus muros con una pareja de enamorados especiales: la flor y la regadera o con un mundo que cada vez que se golpea provoca un terremoto o un tsunami, incluso pueden saludar al alter ego de Torrente fumándose un puro y pidiéndoles que gasten mucha agua y que agoten a la Naturaleza. Es una divertida forma de hacernos ver que las cosas pueden ser mejores.