Desde entonces, el mundo acepta como un axioma, como algo indiscutible, al dólar de los Estados Unidos de América y al oro, en segunda instancia, como sustento de las monedas de los países. En consecuencia, las monedas tienen que tener un respaldo en esos dos instrumentos de valor.

Hago estas reflexiones, porque he visto como algunos economistas en países de América Latina, como Venezuela, hablan de dinero inorgánico o dinero sin respaldo como causa de la inflación y no explican suficientemente qué significan esos conceptos. Imagino que se refieren a dinero sin suficiente respaldo en dólares u oro. En este trabajo explicaré por qué un respaldo total en dólares u oro es relativo y no una condición vital o esencial para el buen desenvolvimiento de las monedas.

¿Cuál es el respaldo o el verdadero valor del dólar y el oro? Esa es la pregunta clave.

La respuesta a la pregunta es muy simple: el dinero que circula en el mundo, incluido el dólar, no tiene valor intrínseco ni respaldo tangible y su único valor es su aceptación como medio de pago, es decir, un valor fiduciario, o sea, basado en la confianza de quien lo da y quien lo recibe. El oro, a su vez, a pesar de ser algo tangible,  tiene un valor relativo, dado especialmente porque es usado como instrumento de reserva por los bancos centrales de los países pero, en la realidad, el oro tiene un uso limitado a muy pocas aplicaciones prácticas. De ello podemos inferir que las monedas del mundo que  sustentan parte de su valor  en el oro no tienen ningún respaldo material sólido, sino únicamente la buena fe de emisores y usuarios de dichas monedas, porque ninguna persona puede comer o beber oro y, como se dijo antes, su uso en otras actividades económicas es también restringido. Se podría decir, pues, en forma de metáfora, que el oro también es un instrumento fiduciario.

La tasa de cambio

Los gobiernos establecen la tasa de cambio respecto al dólar conforme a su interés político y a su posición en la economía internacional. Algunos países mantienen su moneda a la par del dólar mientras que otros la devalúan para supuestamente competir con más ventajas en los mercados internacionales. En cambio, Inglaterra y la Unión Europea mantienen sus monedas revaluadas respecto al dólar y, sin embargo, tienen una posición privilegiada en el comercio internacional, lo que pone en evidencia que la tasa de cambio no es el factor determinante de la posición en el comercio mundial.

¿Para qué sirve el respaldo de las monedas?

El respaldo en dólares u oro de las monedas sirve teoricamente para dos propósitos: a) limitar la cantidad de dinero en circulación para que no alcance niveles desproporcionados y b) garantizar la conversión de las monedas nacionales en dólares u otras divisas para comprar o pagar en los mercados externos.

¿Existe un límite a la cantidad de dinero que los países pueden emitir?

Teóricamente, la cantidad de dinero en circulación en un país debe guardar relación con la cantidad de sus reservas internacionales a la tasa de cambio establecida respecto al dólar. La tasa de cambio implícita de una moneda es el resultado de dividir la liquidez monetaria entre la cifra de reservas internacionales. Pero la tasa de cambio implícita no siempre se cumple en la realidad; puede ser menor, igual o mayor a la cifra ideal.

Lo cierto es que los gobiernos pueden emitir todo el dinero que necesitan en su moneda nacional, es decir, aumentar la liquidez para satisfacer las necesidades internas de su economía sin más limitaciones sino las que aconsejan la prudencia y el buen sentido, sin alterar la tasa oficial de cambio de la moneda nacional respecto al dólar. Es decir, la tasa de cambio implícita necesariamente no tiene que ser la tasa de cambio en la realidad del mercado. La razón la explicaremos en el epígrafe siguiente.

¿Puede el crecimiento de la liquidez ocasionar una corrida bancaria en moneda nacional o en divisas?

En condiciones económicas normales, se supone que todos los ciudadanos de un país no se van a presentar en los bancos el mismo día y a la misma hora a retirar su dinero en moneda nacional o a cambiar dicha moneda por dólares u otras divisas. Ese es el principio en el que se sustenta la existencia de la banca y los seguros, ya que todos los depositantes no retiran su dinero simultáneamente ni todos los asegurados sufren percances al mismo tiempo, sino sólo un porcentaje relativamente pequeño. Por la razón antes explicada, la tasa de cambio implícita necesariamente no tiene que coincidir con la tasa de cambio en la realidad del mercado en condiciones económicas relativamente estables.

La situación es diferente cuando la economía sufre una crisis de divisas o inestabilidad que hace que los actores económicos busquen refugio en monedas fuertes. En ese caso,   puede ocurrir el fenómeno de la corrida bancaria, o sea, el retiro masivo de fondos en moneda nacional y/o en divisas.  Pero esto no pasa de forma sorpresiva. El comportamiento de los agentes económicos siempre da signos que permiten avizorar la tormenta.

Cómo afrontar el peligro de una corrida bancaria y/o fuga masiva de divisas

Las alternativas son tres: a) establecer un estricto control de cambio antes de que se produzca la corrida y/o  b) acumular un nivel de divisas suficientemente alto para hacer frente a la emergencia hasta lograr la normalización del proceso económico y c) Imponer límites al retiro de fondos en moneda nacional durante un determinado período de tiempo. Cabe destacar que en cualquiera de los tres casos hay que tener siempre presente la figura del prestamista de última instancia, que en el caso de los países dolarizados es el Tesoro de los Estados Unidos y, en los países no dolarizados, son los respectivos Bancos Centrales de cada país, que son los encargados de emitir dinero para atender la contingencia. Una corrida bancaria es un problema de dinero y se soluciona con dinero. Distinto es una catástrofe natural que no se soluciona con dinero.

El control de cambio

En situaciones extremas de debilidad en el mercado monetario y cambiario a los países a veces no les queda otra alternativa sino recurrir al control de cambio. Pero, si bien esta medida puede ser una solución temporal, a la larga el control de cambio crea otras distorsiones que impiden el normal desenvolvimiento de la economía como el surgimiento de mercados paralelos de divisas que superan muchas veces con creces la cotización oficial de las monedas respecto al dólar.

El nivel ideal de liquidez

El dinero es el instrumento que mueve la economía de un país; es, pues, lo que determina la recesión o la expansión. El crecimiento de la cantidad de dinero en la economía debe guardar relación con el comportamiento de las diferentes actividades económicas.

Déficit fiscal y austeridad

En los últimos tiempos, el déficit de las finanzas públicas de los países se ha convertido en el gran pecado que hay que expiar. Eso es lo que ha ocurrido en países como Estados Unidos, donde parte del gobierno suspendió sus actividades en octubre del 2013 debido a que el Congreso no autorizó el aumento del gasto público ni el nivel de endeudamiento. En Europa, desde el año 2008, también se viene aplicando un estricto programa de austeridad para reducir o eliminar el déficit de las finanzas públicas de los países, especialmente de los menos desarrollados como Grecia, Islandia, Portugal, España e Italia. Esas medidas de austeridad han provocado el aumento del desempleo a niveles extremos y perjudicado a la gran mayoría de la población de esos países.

El déficit de las finanzas públicas no debe existir; en consecuencia, tampoco debería existir la política de austeridad; la razón es muy simple: porque los gobiernos tienen la facultad soberana de emitir dinero para satisfacer las necesidades de su economía interna. Pero, usualmente, los gobiernos escogen el camino más duro: reducir el gasto público, con lo que provocan la recesión y el desempleo de millones de personas.

Lo que sí constituye un verdadero problema para los gobiernos es cuando el país no tiene suficientes divisas para comprar o atender compromisos internacionales. En ese caso, le quedan dos caminos: a) producir más para vender más en los mercados internacionales y obtener así más divisas o b) pedir préstamos en dólares a los bancos internacionales.

Conclusiones

  • El dinero que circula en el mundo no tiene valor intrínseco ni respaldo suficiente en oro.
  • El valor del oro es relativo ya que su valor de uso es limitado.
  • El único valor del dinero es su aceptación como medio de pago; es, pues, un instrumento fiduciario.
  • Los conceptos expuestos en este trabajo han demostrado por qué el respaldo en dólares u oro de las monedas es algo relativo y no una condición vital o esencial para el cumplimiento del rol de las monedas como medio de pago dentro de las fronteras de cada país.