** ¿Qué es lo que está pasando?

Las orcas han cazado el atún rojo desde siempre persiguiéndolo durante más de media hora hasta agotarlo para poder devorarlo después. En la incasable persecución suelen recorrer unos ocho kilómetros. Todos los años vienen desde las costas noruegas hasta el estrecho en busca del preciado atún.

Con la sobrepesca del atún rojo, especialmente en verano, decenas y decenas de barcos salen también en busca del atún. La técnica que utilizan es la piedra, que consiste en atar una piedra a un sedal que lanzan hasta el fondo del mar. Cuando toca fondo el sedal se suelta y el anzuelo sube a toda velocidad a la superficie, el cual picará el atún confundiéndolo con otro pez.

** ¿Dónde reside el problema?

Pues resulta señores que las orcas han aprendido a dejar el trabajo sucio a los pescadores dejando que ellos cansen al atún para luego devorarlo ellas cuando están apuntito de izarlo al barco. ¡Y cómo no! cuando muerden se llevan la mejor parte, la ventresca, el centro del atún.

La lucha por el atún se vuelve violenta puesto que la respuesta del pescador es lanzar piedras, arponazos e incluso disparos a las más que inteligentes orcas. No se sabe con certeza cuantas bajas está sufriendo la población ballenera, pues ya os podréis imaginar que cada muerte queda completa y vilmente encubierta, pero de seguir así, España y Marruecos serán denunciados por la Comisión Ballenera Internacional por maltrato y captura ilegal de ésta especie tan vulnerable.

Todos podemos entender la rabia del pescador tras el duro trabajo, pero también podemos entender que la sobrepesca del atún, no sólo va a acabar con las existencias del ya tan escaso atún rojo, sino también con la vida de ejemplares tan hermosos como las orcas.

Lo peor es que casi no se sabe lo que pasa en este lado del estrecho como para saber lo que pasa en el lado marroquí. Este año ya van conocidas cinco muertes de una población de 30 orcas. La orca está catalogada como especie vulnerable. Ya en 2004 se intentó que pasara a formar parte de la larga y triste lista de animales en peligro de extinción, pero no prosperó. Parece ser que como todo siga igual, los pescadores conseguirán la extinción de ambas especies. Ya se que suena duro, pero la demanda de pescado se ha disparado tanto en los últimos años que estamos acabando con todos los recursos que nos ofrece el mar. Esta claro que nuestra carrera espacial será el futuro que nuestros hijos mirarán con anhelo, pues La Tierra no es una despensa inagotable…

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El águila perdicera protegida por Gamesa

Gamesa, empresa eólica, destinará 30.000 euros en un proyecto de marcaje mediante anillo y seguimiento por GPS de una de las 31 parejas de águila perdicera que aún quedan en Aragón. Con ello se conseguirá estudiar a fondo las costumbres y hábitos de ésta especie para determinar en consecuencia, las mejores medidas para su conservación. En Aragón el número de parejas existentes se ha reducido considerablemente en los últimos años.

fotoEl águila perdicera es un ave de presa amenazada en toda Europa. Aragón es el nexo de unión entre las parejas más abundantes en el Mediterráneo y las pocas que aún quedan en la Península Ibérica.

Ésta técnica de marcaje es utilizada para el estudio de distintas especies por ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves), como por ejemplo el quebrantahuesos, el águila real, la avutarda o los buitres.

Suele ser frecuente que empresas que imprimen su sello en medio de la Naturaleza, unas para bien o tras para no tanto bien, con mayor o menor medida, firmen acuerdos con los gobiernos autonómicos para la protección y la sostenibilidad del medioambiente. Ahí tenéis el ejemplo de Nozar, el mayor “constructor” del Pirineo entre otros, que firmó un acuerdo para la protección del ya casi desaparecido Urogallo, igual es un poco tarde ya ¿no, Nozar? ; o las empresas eléctricas para la protección de las aves, cuando un tanto por ciento muy elevado de aves mueren electrocutadas por los tendidos eléctricos de alta tensión, curioso cuando menos ¿o no?.

De todas formas no siempre es así, el caso que nos ocupa, Gamesa, es una empresa que apunta hacia las energías renovables y naturales defendiendo el medio y la sostenibilidad.

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