La agencia tiene previsto publicar sus hallazgos en un estudio de impacto ambiental a mediados de 2014.

Una coalición de grupos ecologistas demandaron al Departamento del Interior en el 2010 por no haber realizado los estudios que examinen los efectos sísmicos sobre las ballenas y los delfines. Esa demanda fue presentada por la Natural Resources Defense Council, Center for Biological Diversity, Sierra Club, and the Gulf Restoration Network, y se mantiene activa en una la corte del estado de Luisiana.

Según los demandantes los distintos análisis sísmicos, que se realizan en el Golfo de México para verificar donde están ubicadas las reservas de petróleo y gas natural, están afectando a las ballenas y delfines. Ya que distorsiona su medio de comunicación vital, la emisión de ultrasonido.

Los estudios generan pulsos de sonidos de alta densidad de más de 250 decibeles, que ponen en peligro la alimentación, reproducción y comunicación básica entre las ballenas y delfines afectados. Los mismos se han venido ejecutando día y noche durante meses en grandes áreas del Golfo de México.

Las agencias encargadas de regular estas actividades han permitido los análisis sísmicos de manera indiscriminada y sin ninguna permisología. Los ecologistas sostienen que esta omisión viola la “Ley de Protección de Mamíferos Marinos” y la “Ley de Especies en Peligro de Extinción” de los Estados Unidos.

La revisión de los análisis sísmicos en el Golfo de México se está preparando en previsión de futuros permisos para estudios de exploración de petróleo y también por el reglamento de la Ley de Protección de Mamíferos Marinos.

 

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