El clima de Veracruz es Tropical marítimo con temperaturas medias de 32° en prima vera, 35° en verano, 32° en otoño, y 30° centígrados a la sombra del invierno.

La temporada de lluvias se inicia a fines del mes de mayo y termina a principios de octubre, con máximos en los meses de julio y septiembre. Las precipitaciones medias anuales son de unos 1.500 mm.

De septiembre a mayo los vientos son dominantes del Norte y de abril hasta agosto son del Este. La época de ciclones se inicia en el golfo de México con sistema depresionario en junio creciendo en intensidad con huracanes bien desarrollados, en agosto, septiembre y octubre. (1)

La ciudad de Veracruz cuenta con una población de 512.310 habitantes asentados a lo largo de unos 15 Km2.  En unas 180.000 viviendas la mayoría en propiedad. Su Zona Metropolitana albergaba a unos 811.671 habitantes, en 2010. (2)

LAS FUNDACIONES DE VERACRUZ.

Cuando los españoles tocaron las costas de Veracruz aquellos navíos con sus velas henchidas por el viento; sus tripulantes, de blanca piel y abundante vello en el rostro, recordaban a todos los nativos las viejas leyendas del dios Quetzalcóatl, patrono de la región de la blancura, cuyo nombre calendárico, Ce Ácatl, fatídicamente coincidía con la llegada de estos extranjeros; para los españoles era el año de 1519.

Los primeros en acudir a recibir esta expedición comandada por el capitán Hernán Cortés fueron los embajadores de México-Tenochtitlan, representantes directos de Moctezuma, que tenían la misión de averiguar cuáles eran las intenciones de esta gente e impedir que avanzaran hacia el Altiplano Central, donde se hallaba el reino de los mexicas.

Los regalos que recibieron los españoles avivaron su ambición y, contraviniendo las órdenes del gobernador de Cuba, Diego de Velázquez, realizan solemnemente la fundación de la Villa Rica de la Vera Cruz el viernes santo de aquel año. La costa donde se asentaron Cortés y sus hombres eran los arenales de Chalchiucueyehcan, tierras totonacas que pertenecían a Zempoala, la principal capital indígena de la región, cuyo señor, Chicomecóatl, de aspecto voluminoso, por lo cual los españoles lo llamaron “Cacique Gordo”, invitó a los extranjeros a reponer sus fuerzas en sus palacios, en un intento por aliarse con los hombres blancos para una futura rebelión contra el dominio de los mexicas. (3)

Eran tiempos de intrigas y de traiciones. Hernán Cortés sopesaba la fuerza y los propósitos de los grupos indígenas con los que entró en contacto; a los totonacos prometía su apoyo para liberarse de los tenochcas, pero al mismo tiempo hacía tratos con los embajadores de Moctezuma. El capitán español valoraba la conquista de estos territorios.

La ubicación del primer asentamiento europeo en México era poco favorable, por lo que se movieron algunas millas hacia el Norte; siguiendo la línea de la costa encontraron una excelente rada, aunque de pequeñas dimensiones, cobijada por impresionantes farallones que salían del cerro de los Metates y que los españoles llamaron “el Bernal”; a sus pies se extendía otro poblado totonaca, Quiahuiztlan. En esta localidad aún se conservan los peculiares mausoleos funerarios que recrean basamentos y templos de pequeñas dimensiones, y que dan a la zona arqueológica el aspecto de la Liliputh de los cuentos de Gulliver.

En las márgenes de esta bahía se construyó un fortín de estilo medieval, de planta rectangular, con cuatro torreones en sus esquinas. Para su construcción, además de la piedra, se utilizaron los maderos que se salvaron de aquellos bergantines que trajeron a Cortés y que fueron barrenados para evitar los brotes de rebeldía contra los designios del ambicioso capitán.

A la sombra de la fortaleza de la Villa Rica se reunieron Hernán Cortés y sus fieles capitanes con los jefes indígenas totonacos de Zempoala y Quiahuiztlan, consolidándose de esta manera la alianza militar que emprendería la conquista de México-Tenochtitlan.(4)

El 10 de julio de 1519 los soldados fundaron como Villa Rica de la Vera Cruz un asentamiento de chozas de palma que se convirtió en el primer ayuntamiento de América continental. Una vez constituido el cabildo se extinguió la autoridad de Velázquez sobre los ex-expedicionarios ahora colonos. Cortés renunció a su cargo de capitán general de la expedición y resultó electo para el mismo cargo pero por las autoridades del nuevo cabildo.

Acerca del lugar de la fundación, Cortés no aclara dónde fue. Del relato de Bernal Díaz del Castillo (5) se deduce que fue en los arenales de Chalchihuecan, lo que se confirma en la declaración de Montejo ante los tribunales de La Coruña.

Tras la protocolaria fundación, los españoles viajaron por tierra al Norte hacia Huitzilapan donde fueron recibidos por Chicomacatl, el Cacique Gordo de Cempoala. Sabiendo que los totonacas estaban descontentos con la dominación mexica, Cortés se presentó como adalid de la justicia y consiguió una alianza comprometiendo el apoyo español contra los mexicas a cambio de la obediencia de la nación totonaca a la Corona española.

Cortés viajo entonces a la ensenada de Quiahuiztlan, donde lo esperaba su flota. Ahí, en la ladera de una colina cercana al poblado totonaca, construyeron en piedra un asentamiento en forma, amurallado y fortificado. No fue una refundación sino un traslado de emplazamiento, otorgándole el emperador Carlos V, mediante Real Cédula, de 4 de julio de 1523, el correspondiente escudo de armas a Veracruz. El documento original entregado a la ciudad de Veracruz y la copia dada a la Nueva Veracruz (hoy, Veracruz) se han perdido. Los registros en el Archivo General de Indias no se han localizado. Actualmente solo es conocida la trascripción hecha en 1792 por el cabildo de la Nueva Veracruz. (6)

Dos años más tarde, en 1525, se inicia el tercer asentamiento de la ciudad debido a que Quiahuiztlan no era adecuada para fondear, se trasladó el asentamiento a orillas del río Huitzilapan, bautizado como Canoas por los españoles. Este asentamiento, hoy conocido como La Antigua, llegó a tener 200 españoles y 600 esclavos negros, una parroquia, dos conventos y un hospital.

Este asentamiento a pesar de estar mejor protegido de los vientos del Sur que Quiahuiztlan y Ulúa, padecía el problema de que la barra del río era muy arenosa y los galeones debían descargar en Ulúa para no encallar.

En septiembre de 1522 un huracán dejó la Villa Rica en ruinas. En septiembre de 1568 los piratas ingleses John Hawkins y Francis Drake ocuparon San Juan de Ulúa, pero poco después fue recuperado por la Armada Española tras una fulminante batalla en San Juan de Ulúa.

Para repeler los ataques piratas, se realiza la construcción del Fuerte de San Juan de Ulúa. Su edificación tardó décadas en terminarse, hasta 1584, en que el espacio acondicionado se había convertido en una muralla con dos torres, una gran sala de armas, un aljibe y dos mazmorras, un islote protegido con gruesas piezas de artillería, las cuales lo convertían en un verdadero baluarte desde donde se custodiaba efectivamente el acceso al puerto de Veracruz. (7)

Plano de Veracruz (1588-90)

En 1599 el virrey Gaspar de Zúñiga y Acevedo ordenó el traslado del asentamiento a su enclave original, la franja de arenales frente al islote San Juan de Ulúa. Al Puerto de Veracruz le fue acondicionado un muelle y dos años después fue posible atracar barcos y seguir utilizando de fondeadero y protección a San Juan de Ulúa.

Desde 1607 el Puerto de Veracruz adquirió el título de Ciudad, confirmado en 1640 por el Rey Felipe III siendo una de las ciudades más antiguas de México. En ese mismo año, se fundó la Armada de Barlovento para defender el litoral de los piratas. (8)

LA CIUDAD DE VERACRUZ DURANTE LA ETAPA COLONIAL.

Durante la época colonial española la ciudad de Veracruz fue de gran importancia ya que era lugar de partida para las naves que iban a España cargadas de mercancías en la denominada Carrera de Indias, lo cual le valió para ser atacada en varias ocasiones por los piratas.

Veracruz se levantó sobre una extensa planicie costera y su estructura urbana se estableció mediante una retícula limitada por el mar en su extremo Nororiental. Las manzanas que la conformaban no eran regulares y se desarrollaban hacia el Norponiente y Surponiente de la plaza principal a cuyo costado Sur se ubicaba la Catedral, levantada en 1721 en un estilo muy modesto. La planta es basilical formada por cinco naves, siendo las cuatro laterales más pequeñas que la nave central. Cuenta con una fachada de estilo neoclásico, interiores con influencia gótica y diversas piezas de arte sacro. La Catedral de Veracruz se ha rehabilitado recientemente siendo el costo de la inversión de 25 millones de pesos. El recinto religioso está considerado como monumento histórico. (9)

Los edificios más antiguos de la ciudad eran la iglesia y convento de los franciscanos y dominicos. No se sabe con exactitud cuando se inició la construcción del convento de San Francisco de Veracruz. En un informe enviado al virrey Enríquez, en 1580, ya se habla de la existencia del convento.

Según Vetancur, el convento franciscano de la Veracruz vieja se trasladó a la nueva ciudad, en 1615, sin embargo Gerhard dice que el movimiento debió ocurrir antes de 1609. Para 1621 se estaba construyendo la iglesia bajo el auspicio de la Armada de la Flota, que tenía el patronato para su edificación y se consagró en 1656.

Vetancur (10) señala que el convento franciscano tenía una gran importancia en el siglo XVI en el puerto puesto que, cuando la flota estaba ausente, los patrones de la iglesia eran los generales, castellanos y contadores quienes, por estas funciones, podían enterrarse en el altar mayor. Además, por cédula real, todas las juntas que se realizaban se celebraban en el convento de los franciscanos y el guardían tenía el primer voto y llevaba el control de los libros de actas, de derechos de la Armada y de cédulas reales. (11)

Los Dominicos llegaron a México en los primeros años de la segunda década del siglo XVI guiados por Fray Domingo de Betanzos. Vestían pobremente y comían con moderación; usaban un sayal grueso y ropas angostas; en el lecho tenían sólo un petate (estera) y vivían conforme a la observancia característica de la Orden de Santo Domingo. (12) En un principio se establecieron en los conventos de los franciscanos pero, en poco tiempo, fundaron conventos propios en México (capital) y, posteriormente, en la zona central y Sur de la Nueva España: Oaxaca, Chimalhuacán, Coyoacán, Oaxtepec, Puebla y Tepetlaoxtoc. (13)

La fundación de la iglesia y del convento de los Dominicos en Veracruz es de mediados del siglo XVII de estilo barroco. El exterior de la iglesia, en su origen, estaba totalmente almohadillado. La portada constaba de dos cuerpos y tres calles. El primer campanario era también de estilo barroco de tres cuerpos diseñado, al igual que la iglesia y el convento, por el arquitecto de origen italiano Diego Maroto, miembro de la Orden de los Dominicos.

El convento consta de varias estancias construídas en distintas épocas. La más antigua es la Sala de Visitas con su artesonado en estilo mudéjar de 1580, con tres mil piezas a presión sin clavos. El Claustro Principal está compuesto por cuatro galerías, decoradas con azulejos sevillanos que datan de entre 1604-1606; las pinturas que se observan presentan pasajes de la vida de Santo Domingo de Guzmán atribuidas a los pintores Mateo Pérez de Alesio y Francisco Pacheco. Por último la Sala Capitular fue realizada, al igual que la iglesia, por Diego Maroto y es de estilo barroco. (14)

Los conventos franciscanos y dominicos que existieron en la ciudad se han transformado, con el paso de los siglos, y su uso ha sido sustituido. Un ejemplo de ello es el del viejo conjunto del templo y convento de San Francisco; el primero alberga en la actualidad al santuario de los Héroes de la Reforma, mientras que el convento fue convertido en hotel.

Palacio Municipal. Foto años 40.

Otras edificaciones de interés histórico y arquitectónico son el actual Palacio Municipal construido a principios del siglo XVII, con dos niveles de amplios portales y una esbelta torre de estilo barroco sobrio. El Archivo y Biblioteca Histórica, están alojados en un viejo edificio el siglo XVIII que perteneció a una familia dedicada al comercio y se le conoce como “Patio de Vergara” o “Casa de la Condesa” y refleja el carácter de las construcciones civiles de la ciudad, de casas altas de más de un piso con estrechos patios y balcones exteriores, muchas de ellas fabricadas con “múcara”, piedra caliza que se forma en el mar con cualidades semejantes al tezontle (piedra volcánica rojiza). (15)

Aunque el avance del progreso acabó con algunas de las manifestaciones arquitectónicas de la Colonia, hoy sobrevive una de las más importantes: el fuerte de San Juan Ulúa. Esta fortaleza y la ciudad de Veracruz conforman un conjunto de capital importancia histórica para el país, por ser la puerta de entrada al contacto con el Viejo Mundo y el inicio de la conquista española. Considerado puerto durante la Colonia, el lugar en donde se levantó la fortaleza no pretendía, en sus inicios, contar con una construcción de carácter defensivo; su objeto era el de proteger las embarcaciones ancladas en el lugar. La fortaleza, como tal, se construyó como lugar estratégico de defensa a causa de los temores de ataques e invasiones, y para defensa de la población. Dichos ataques se hicieron realidad durante el siglo XVII. Los piratas de varias nacionalidades desarrollaron fuertes campañas en aguas novohispanas. Una de estas invasiones ocurrió en 1683, efectuada por el pirata Lorencillo, cuyas tropas causaron saqueos y grandes destrozos. (16)

La edificación del fuerte contó con la intervención de arquitectos especializados en obras militares, como Juan Bautista Antonelli, don Antonio de Guzmán y principalmente el capitán alemán Jaime Franck, quienes efectuaron obras dedicadas a concluir la estructura en diversas fechas del siglo XVII. Originalmente la construcción estaba constituida por las plazas de armas llamadas Santa Catarina y Nuestra Señora del Pilar, el panteón, el polvorín y las bate rías de San Miguel y Guadalupe, además de otros edificios; sin embargo hoy sólo se conservan el foso, la rampa, sus cinco baluartes y algunas mazmorras junto con la media luna. Ya en el interior de la ciudad se conserva otra construcción defensiva conocida como el baluarte de Santiago, edificado en el siglo XVII y que actualmente funciona como un pequeño museo. (17)

Veracruz era un puerto imprescindible, durante la época colonial española, entre América y Europa, puerta de entrada al Nuevo Mundo para los europeos, lugar de entrada para los esclavos y esclavas, lugar de intercambios, descubrimientos, esperanzas, conflictos, odios y esperanzas.

La trata en México se dio, principalmente, en el primer periodo, entre 1580 y 1640 aun que se mantuvo hasta bien avanzado el siglo XIX. Aguirre Beltrán habla de 30.000 es clavos oficialmente llegados al puerto de Veracruz entre 1590 y 1640; otros historiado res aumentan la cifra hasta los 100.000. (18)

En 1681, la ciudad de Veracruz tenía unos 1.000 habitantes de los cuales la mitad eran negros. En 1791, Veracruz creció hasta alcanzar los 4.000, de los cuales un 25% estaba compuesto por negros, pardos, morenos, mulatos y chinos. (19) La ciudad de Veracruz aparece evidentemente como lugar de entrada y de tránsito de los esclavos africanos hacia el interior de Nueva España.

La esclavitud ha estado presente en todo el Estado, desde el Sur, por supuesto (Veracruz puerto y sus entornos), pero también en las localidades de Xalapa y hasta Huasteca. La esclavitud subsistió en Veracruz y sus alrededores hasta fines del siglo XVIII, en los enclaves azucareros del Sur de Veracruz, donde Naveda registra una venta de esclavos en 1810. (20)

La vía de comunicación más importante en esta época era el Camino Real de México a Veracruz, evidente desde el inicio de la colonización de lo que será la Nueva España, se acentuará de manera notable durante los siglos XVII y XVIII, debido a la conjunción de factores económicos, políticos, sociales y militares que impactarán en todos los ámbitos de la sociedad novohispana.

El Camino Real se podía hacer de México-Veracruz por Xalapa. Esta ruta conocida como “de las Ventas” será, durante gran parte del periodo colonial, la vía más transitada por lo plano de los terrenos que cruza, así como por la proliferación de poblaciones y la abundancia de pastos y agua para alimentar al ganado durante su recorrido.

Otra ruta era la que comprendía México-Veracruz por Orizaba, de menos importancia que la anterior, con un menor número de transeúntes ya que contaba con escasos centros de población y escasa actividad comercial debido al constante asedio de los negros “cimarrones” a principios del siglo XVII a lo que había que sumar las dificultades para su tránsito por los numerosos ríos que la cruzaban. (21)

Esta situación permanecerá inalterada hasta que, debido al traslado de Veracruz de La Antigua al lugar que hoy ocupa, la ruta fue modificada para que comunicara de manera más eficiente con el nuevo asentamiento, lo que la hizo más transitada, adquiriendo gran importancia en el siglo XVIII con el asentamiento del estanco del tabaco en 1764. (22)

La decisión de convertir a Veracruz en el único puerto habilitado para el comercio con la metrópoli; propició el surgimiento de un poderoso grupo de mercaderes. Estos mercaderes habían llegado a la colonia con mercancías de España o un pequeño capital para iniciar alguna empresa. Audaces y ambiciosos, conseguían multiplicar su inversión inicial dedicándose, según Matilde Souto: “ a la compra y rescate de plata, intercambio de mercancías con los indios y a la adquisición de grana de cochinilla para la exportación”.

Los intereses de estos comerciantes, aunados a la importancia de Veracruz como centro de acopio y recepción de las mercancías destinadas a la importación y exportación, con tribuyeron a que las autoridades virreinales tomaran conciencia de mejorar las vías de comunicación terrestre.

A fines del siglo XVIII, en 1795, los grupos de comerciantes de Veracruz tenían tal poder económico y social que crearon su propio consulado independiente del de la capital de Nueva España. (23) El consulado era un tribunal mercantil que podía extender sus dominios a otros ámbitos comerciales, controlaba las enormes sumas que producía el intercambio mercantil realizado en la parte central del territorio de Veracruz. (24)

Por consiguiente, según nos dice Del Valle: “…los mercaderes canalizaron una porción de los capitales que invertían en el tráfico con la metrópoli a la producción y comercialización de la agricultura especializada de ciertos bienes, entre los que caben destacar, los tintes, el algodón y el azúcar, cuya demanda se expandió dentro y fuera del virreinato en el último tercio del siglo XVIII”. Este movimiento mercantil llegó a ser tan grande que, hacia 1802, ascendía a la enorme cantidad de 82 millones de pesos. (25)

VERACRUZ EN EL SIGLO XIX.

La población de Veracruz sigue aumentando, de forma apreciable, desde la última década del siglo XVIII a la primera del siglo XIX. De tal forma que en menos de treinta años triplica su población hasta alcanzar los 11.000 habitantes, en 1820. Alexander von Humbodt eleva la cifra a unas 16.000 personas lo que supondría que la población de Veracruz se multiplicaría por cuatro en tan solo dos décadas (1791-1810). Esta población viviría hacinada, especialmente en el puerto de Veracruz, según Humbodt, quizás algo manipulado por los mercaderes locales que presionaban sobre el gobierno del reino de la Nueva España para que les permitiera el ensanchamiento del recinto (26): “La población de Veracruz es demasiado crecida en proporción con la pequeña extensión del terreno que ocupa la ciudad; 16.000 habitantes están encerrados en un espacio de 500.000 metros cuadrados… Como la mayor parte de los casos no tienen más que un piso alto, resulta que entre la gente común vive crecido número de personas en una misma habitación. Las calles son anchas y derechas… pero como la ciudad está circuida con una muralla alta, la circulación del aire es casi nula” (27)

Venciendo el miedo a las condiciones insalubres de la zona, el crecimiento demográfico hizo que los arrabales de extramuros alrededor del Santo Cristo y San Sebastián se convirtieran en los nuevos barrios de Veracruz. Los edificios dejaron de ser de madera para convertirse en un conjunto de edificaciones de mampostería. Vecindades, conven tos, iglesias, atarazanas, casas de cabildos, portales y alguna que otra torre empezaron a ser parte del perfil urbano.

Todavía amurallada, Veracruz vivió el proceso de la Independencia de México hasta bien entrado el siglo XIX. Hasta 1825 no se izó la bandera mexicana en el Fuerte de San Juan de Ulúa, el mismo que había protagonizado un duelo constante de artillería contra el puerto y la ciudad. Por ello se ganó la primera de sus cuatro “H” de heroica. Dos invasiones más tendría que soportar la ciudad en el siglo XIX, una francesa y la otra norteamericana. Al igual que las insolvencias de uno de los hombres más conspicuos de aquel siglo en México: don Antonio López de Santa Anna. Sin embargo, hacia 1858 Veracruz fue baluarte de la Reforma, aunque también recibió a Maximiliano de Habsburgo y a Carlota Amalia cuando pretendieron encabezar un Segundo Imperio Mexicano. El fallido intento imperial precedió a la restauración de la República y nuevos aires empezaron a soplar en las costas del Golfo.

El porfiriato significó para Veracruz la apertura de mayores industrias, principalmente la textil. Las fábricas funcionaban bien para los dueños, sin embargo los obreros eran explotados con interminables jornadas laborales y raquíticos pagos en especie entregados en las llamadas “tiendas de raya”, en donde se llevaba la cuenta de cualquier adeudo que el trabajador o su familia tuviera con la fábrica. (28)

Cierta modernización ya se dejaba respirar en el ambiente cuando el ferrocarril Mexicano unió al puerto con la capital del país en 1873. El primer trayecto ferroviario para unir México capital con el puerto de Veracruz (unos 420 Km de distancia) se inauguró el día 1 de enero de 1873 a las cinco de la mañana y en él viajaba el presidente de la República Lerdo de Tejada con su séquito llegando a Veracruz, el jueves 2 de enero a las 7,30 horas de la noche.

Poco después salió otro tren de la estación de México hacia Veracruz con vagones de madera de distintas clases y precios. Los pasajeros que viajaron en primera pagaron por su billete 16 pesos; segunda clase, 12,50; y tercera clase, 7,50 pesos. (29)

Con el tendido de vías del ferrocarril mexicano se inició la modernización de las comunicaciones del país, especialmente la ciudad de Veracruz empezó a experimentar los cambios en su fisonomía de la antigua ciudad amurallada. En primer lugar se produce la destrucción de la muralla en 1881. Un año después, el alcalde de Veracruz, Domingo Burreau diría: “La ciudad de Veracruz ha entrado en un nuevo período; las murallas que la circundaban, los baluartes que le daban aspecto de plaza fuerte, y que en otro tiempo fueron testigos del heroico valor de los nobles hijos de este suelo, han caído al golpe de zapapico, dejando que se confundan en una sola población las que antes se llamaban intra y extramuros. Con ello han ganado el ornato y la salubridad; ha aumentado el valor de los terrenos extramurales, y la ciudad ha perdido su bélico aspecto”. (30)

Al derrumbe de la muralla se desencadenó una serie de transformaciones; la ciudad perdió sus límites naturales y las obras de construcción del puerto produjeron en los siguientes años modificaciones en el trazado urbano y en la estructura social. Las autoridades porteñas aprovecharon sus buenas relaciones con el Presidente González para pedir el Ensanche y limpia del Puerto.

La propuesta fue acogida por Manuel González, integrada a la larga agenda de obras de modernización que se gestionaron en su período presidencial. De tal manera, en 1881 se aprobaron las obras portuarias en la rada de Veracruz y casi simultáneamente la red portuaria, autorizándose las reparaciones del muelle, el mejoramiento de la barra del río Panuco; y la presentación en agosto de 1882, por parte del Ing. Manuel Velázquez de León, del presupuesto para realizar las reparaciones urgentes que necesitaba el muelle.

Las mejoras duraron aproximadamente dos años y supusieron un gran desafío para los veracruzanos quienes para no perder la supremacía en las costas del Golfo decidieron no escatimar recursos por convertir a su fondeadero en un puerto que alcanzara los niveles de los del Mediterráneo. (31)

Vista del puerto de Veracruz (1870). Fototeca Veracruz. (Instituto Veracruzano de Cultura). IVEC.

De igual forma se introdujo el telégrafo, tendiéndose líneas telegráficas entre la plaza porteña, Xalapa, Perote, y las poblaciones cordobesa y orizabeña y ciudades del interior del país. Y se llevaron a cabo obras materiales de menor costo como alumbrado de gas, construcción de edificios públicos, arreglo de calles, plazas, jardines y levantamiento de caminos vecinales.

Desde luego, la hechura y conclusión de la modernización portuaria y ferroviaria fomentó el arribo al puerto de una gran cantidad de interesados en participar en la generación de fortunas y ganancias. De esta manera, la empresa anglo-porfiriana que pretendía construir un puerto moderno en las costas del Golfo de México como entrada y salida del país, estimuló la que sería una de las oleadas migratorias más importantes, enriqueciendo la vida veracruzana desde fines del siglo XIX hasta bien entrado el siglo XX. Españoles, cubanos, alemanes, franceses, ingleses, italianos, libaneses, chinos y demás se mezclaron rápidamente con la población autóctona  y participaron en el engrandecimiento de Veracruz.

El aumento de la población de la ciudad de Veracruz lo reflejan los censos de población. Veracruz contaba con unos 10.982 habitantes, en 1860. En 1890 llegaba hasta los 20.397 habitantes y la ciudad contaba con unas 3.000 casas. Este censo de población señala que de todos ellos 1.342 eran jornaleros procedentes de lugares próximos a Verapaz, de otras regiones o ciudades vecinas e incluso países. (32) Los jornaleros que no encontraban trabajo en las obras portuarias lo hacían como estibadores en los buques que cada vez llegaban con más frecuencia, o en la construcción de viviendas.

Los trabajadores de oficio ofrecían a sus contratantes su habilidad y experiencia, los jornaleros sus brazos, por tal motivo se convirtieron en una fuerza de trabajo movible que se contrataban para realizar diversas labores. El ingeniero Thiers realizó un total de 232 contrataciones de los cuales: 70 eran picapedreros, 52, albañiles, 22 operarios para hacer argamasa, 78 terreros, 2 herreros y 8 carpinteros.

Un informe de la Comisión Permanente del ayuntamiento, realizado en 1884, señala la contratación de un mayor número de trabajadores de oficio y de técnicos nacionales y extranjeros porque en ese momento, se realizaba también otro tipo de labores además de las obras portuarias. (33)

El aumento de la población agudizó los problemas de la ciudad. Dos eran las cuestiones más graves a solucionar: las condiciones malsanas de la ciudad que provocaba todo tipo de enfermedades y epidemias como la fiebre amarilla (34) y la falta de agua para abastecer a toda la ciudad.

Como primera medida la alcaldía prohíbe la existencia de corrales, caballerizas y pensiones que son siempre una amenaza para el vecindario máxime con un clima como el existente en México. (35)

Para solucionar el problema del abastecimiento del agua a Veracruz, el ayuntamiento construyó, en 1885, un tanque sobre el médino del Perro, que tenía una capacidad de almacenamiento de unos 2 millones de litros de agua lo que suponía unos 80 litros por habitante. (36)

LA CIUDAD DE VERACRUZ EN EL ÚLTIMO SIGLO.

Durante la historia moderna del país, Veracruz ha sido protagonista de algunos de los más importantes eventos políticos y sociales sucedidos en tierras veracruzanas, ya que fue capital del país durante la presidencia carrancista y la promulgación de las leyes de reforma agraria; sede del Congreso Preliminar Nacional en donde se creó la Confederación de Trabajo Mexicana; sede de la Fundación de la Liga de Comunidades Agrarias o la participación de los sindicatos petroleros en la expropiación petrolera llevada a cabo por el Presidente Lázaro Cárdenas.

Los libros promocionales del orden y del progreso que se imprimieron durante el porfiriato nos presentan, en 1900, una imagen calidoscópica de la ciudad de Veracruz: edificios, casas, monumentos coloniales, hermosos jardines y plazas empedradas, calles amplias y simétricamente trazadas.

La presentación orgullosa de un moderno puerto artificial que para 1902 contaría con una rada de treinta y tres pies, que dos años más tarde permitiría la entrada sin riesgos de los buques de altura. Cuatrocientos metros se le habían ganado al mar y sobre ellas se había comenzado la erección de las oficinas generales de Aduana, del edificio de Correo y Telégrafo, así como la estancia sanitaria.

Los edificios de Correos y Telégrafos son construcciones gemelas ubicadas en la Plaza de la República y colindantes al Edificio de Aduanas, fueron inauguradas en el año de 1902 por el ex presidente Porfirio Díaz. El diseño de estos espacios históricos y de servicios, así como sus fachadas de estilo neoclásico, fueron supervisados y construidos por el Ingeniero Salvador Echegaray. Pese al legado histórico que representan, no se han destinado recursos para su rehabilitación y permanecen en deplorables condiciones. (37)

También los periódicos de aquella época informaban que Sir. Weetman Pearson, “persistente y progresivo”, realizaría las obras de saneamiento de la ciudad y la construcción de nuevas redes para el consumo de agua y con tales mejoras la ciudad proseguiría su modernización. Como el objetivo era atraer la atención de los inversionistas extranjeros, no se mostraban los problemas de una población que día a día aumentaba sin control y que demandaba una adecuada planificación urbanística. (38)

Se emprendieron obras de saneamiento de la ciudad y de introducción de agua, pero éstas no alcanzarían a cubrir todas las necesidades de la población. En 1904, el regidor de salubridad presentaba proyectos para la instalación de canalizaciones para ampliar  el volumen de dotación de agua por toda la ciudad. La ciudad seguía su expansión demográfica hasta alcanzar los 58.225 habitantes, en 1921. (39)

Durante los años veinte Veracruz vivió una agitación social peculiar organizada en “los patios danzoneros”, conocida como “movimiento inquilinario”. Este movimiento, de carácter urbano, está guiado por el sector anarquista de la ciudad y se aglutina alrededor del Sindicato Revolucionario de Inquilinos dirigidos por el anarquista Heron Proal.

El 28 de febrero de 1922 se produce una reunión en la calle Guerrero y Proal convence a las prostitutas de la zona para que no paguen el alquiler y prendan fuego a las casas. Meses más tarde, entre la noche y la madrugada del 5 y 6 de julio de 1922, se produce una manifestación dirigida por el Sindicato Revolucionario de Inquilinos que desembocó en una matanza al disparar el ejército mejicano contra los manifestantes revolucionarios matando a 150 trabajadores. (40)

La zona portuaria de Veracruz era ya una  ruta donde la gente gozaba de cierto bienestar, que se dejaba sentir en sus balnearios de Villa del Mar y en sus playas de Boca del Río y Mocambo. La bullanguería y el buen humor de los ciudadanos de Veracruz adquirió fama nacional y, a partir de 1925, el carnaval de Veracruz cobró importancia capital. Música y versos, bailes, sones, congas, coplas y décimas, caracterizaron el acontecimiento, que atrajo a sus pobladores y a los turistas a pasear por el malecón, a tostarse en las playas y a gozar de los portales. (41)

La ciudad de Veracruz constituye el área donde se registraron las tasas de crecimiento más dinámicas, aunque existen ciertos problemas de inestabilidad de la morfología urbana debido a la presencia de tormentas y ciclones.

La presencia de empresas manufactureras de exportación (destacando Tubos de Acero de México, S.A) ha contribuido a dinamizar la zona industrial cerca de la zona portuaria. La zona metropolitana de la ciudad de Veracruz es una de las áreas con mejor conectividad en la entidad. Tratándose del principal puerto del país, con un importante crecimiento en el número de contenedores se considera necesaria la ampliación de su infraestructura a fin de incrementar el volumen de mercancías que ingresa y sale de él.

Actualmente se planea la expansión del Recinto Portuario con terrenos ganados al mar y otros cedidos por el gobierno federal, y se espera que de 19,5 millones de toneladas que tiene de capacidad en la actualidad pase a 118 millones, y de 19 posiciones de atraque a 48 lo que será un revulsivo para las personas que estén en paro. (42)

Los  ingresos principalmente de la ciudad provienen del comercio, puesto que es un puerto comercial, seguido del turismo que es también muy importante ya que en esta ciudad se realiza el Carnaval de Veracruz el cual es considerado el más importante de México. Otras actividades de carácter industrial son la industria automotriz, la siderúrgica y la pesca. El 2% de la población municipal se dedica al sector primario, el 26% al sector secundario y el 72% al sector terciario.

La ciudad de Veracruz cuenta con tres arterias muy importantes como son Rafael Cuervo-Cuauhtémoc, Allende-Miguel Alemán y Díaz Mirón; las avenidas oscilan entre los 6 y 10 carriles de doble sentido; tiene 6 puentes existentes en la ciudad que son: Puente Circunvalación, Cuauhtémoc, Jiménez, Morelos (el más antiguo de la ciudad), Xalapa, Allende y 2 distribuidores viales J.B.Lobos (Aeropuerto) y Olmeca. El boulevard más largo del mundo es el de Veracruz con un poco más de 5 kilómetros.

Actualmente se tiene planificado construir dos distribuidores viales más, uno en la Boticaria y otro a la salida a Medellín, y la construcción del periférico veracruzano de Santa Fe a Paso del Toro.

Entre los lugares que merecen la pena ser visitados en Veracruz caben destacar: El Museo, el Archivo y Biblioteca Histórica y el Acuario.

El Museo se ubica en el edificio que albergó al hospicio Manuel Gutiérrez Zamora. La sección histórica cubre un poco más de cuatro siglos del acontecer del Puerto. Desde el momento en que Hernán Cortés llega a la Villa Rica de la Veracruz en 1519, hasta el año de 1939. Contiene cinco salas, las tres primeras recrean la vida de la época colonial del Puerto y las otras restantes abarcan la llegada de la cultura africana y las principales tradiciones del Puerto de Veracruz.

En el Archivo y Biblioteca Histórica se localizan cientos de legajos que permiten reconstruir buena parte de la historia  del Puerto. Es una residencia que guarda notables similitudes con una que se encuentra en la Habana, Cuba. Esta construcción corresponde de manera natural al perfil urbano típico del Caribe.

En el Acuario se pueden admirar las diferentes variedades de especies que proliferan en el golfo de México. Este posee una gran pecera oceánica donde se pueden observar cientos de peces representativos de las aguas nacionales e internacionales en libre y continuo desplazamiento. También cuenta con una sección llamada “Senda ecológica”. En ella se encuentran distintas especies de animales como tortugas, tucanes y peces de agua dulce. Existe además un museo con exposiciones permanentes de conchas y caracolas y modelos a escala de barcos para ilustrar la historia de la navegación. (43)

Vista general de Veracruz.

En los últimos años del siglo XX y primeros del siglo XXI, se registra un crecimiento importante en la ciudad de Veracruz debido a los flujos de migración intermunicipal: la población rural que no encuentra ocupación productiva en el medio agrícola se traslada hacia Veracruz en busca de empleo. La falta de oportunidades de inserción laboral ha suscitado no solo el despliegue de procesos de emigración, sino también el aumento de la pobreza.

Veracruz tiende a desarrollarse a lo largo de su línea costera lo que puede producir un fuerte deterioro medioambiental con la destrucción de masas forestales y paisajes natura les y el aumento de la contaminación del litoral costero. Es fundamental, por tanto, un reordenamiento en el uso del territorio y la incorporación productiva de las poblaciones hasta ahora excluidas de los beneficios del desarrollo. (44)

Notas bibliográficas.

(1)html.rincondelvago.com

(2)Fuente: INEGI. Censo de Población y Vivienda, 2010.

(3)Felipe Solís: La fundación española de la Villa Rica de la Vera Cruz (Vera  cruz). (En PDF)

(4)Fuente: Pasajes de la Historia Nº. 5 Los señoríos de la Costa del Golfo / diciembre, 2000.

(5)Bernal Díaz del Castillo: Historia verdadera de la conquista de la Nueva España. 2012.

(6)Cédula Real del escudo de armas de Veracruz. (En PDF)

(7)www.mexicodesconocido.com

(8)www.semar.gob.mx

(9)www.coctel212.tv y www.eluniversalveracruz.com.mx

(10)Agustín de Vetancur: Chronica de la provincia del Santo Evangelio de Mé  xico. Facs. México. 1971.

(11) Robert Endean Gamboa: El convento de San Francisco de Veracruz. 1999.

(12) Pedro Fernández Rodríguez, O.P.: Los Dominicos en la primera evangeli  zación de México. Salamanca, 1994.

(13) Miguel León Portilla: Historia documental de México. México. 1984.

(14) Juan Meléndez, O. P.: Tesoros verdaderos de Indias. 1681.

(15) veracruzinforma.com.mx/archivo/

(16) www.veracruzpuerto.info y www.lajornadasanluis.com

(17) aguapasada.wordpress.com

(18) Odile Hoffmann: De “negros” y “afros” en Veracruz. (En PDF). 1995.

(19) Censo de Revillagigedo.

(20) A. Keith Davies: “Tendencias demográficas urbanas durante el siglo XIX en México”. Lecturas de Historia Mexicana, nº 9. México. 1994. Jesús Ruíz de Gordejuela Urquijo: La expulsión de los españoles de México y su destino inci  erto, 1821-1836. Universidad de Sevilla. 2005.

(21) Sergio Arturo Vargas Matías: El Camino Real de Veracruz. (En PDF). Uni versidad de Antioquía. 2011.

(22) Clara Suárez: De mercado libre a monopolio estatal: La producción taba  calera en Nueva España. UNAM. México. 2010.

(23) Matilde Souto: “Creación y disolución de los consulados de comercio de la Nueva España”. Revista Complutense de Historia de América, XXXII. 2006.

(24) Feliciano García Aguirre: Las ideas económicas en Veracruz durante la transición del siglo XVIII al XIX.

(25) Guillermina Del Valle: El camino México-Puebla-Veracruz. Comercio y pugnas entre mercaderes a fines de la época colonial. México. 1992.

(26)Jesús Ruíz de Gordejuela Urquijo: La expulsión de los españoles de México y su destino incierto, 1821-1836. Universidad de Sevilla. 2005. S. Rolf Widmer: La ciudad de Veracruz en el último siglo colonial (1680-1820): Algunos aspec  tos de la historia demográfica de una ciudad portuaria. (En PDF)

(27) Alexander von Humbodt: Ensayo político de la Nueva España. 1811.

(28) www.explorandomexico.com.mx

(29) Periódico El Siglo XIX. 19/12/1872 y el mismo periódico de enero de 1873.

(30) Leonardo Pasquel (Prol.): Obras del Puerto de Veracruz en 1882. México. 1968.

(31) Olivia Domínguez Pérez: El Puerto de Veracruz: La modernización a fina  les del siglo XIX. (En PDF)

(32) Carmen Blázquez Domínguez: Veracruz liberal: 1858-1860. México. 1986. Padrón Municipal de Veracruz de 1890, localizado en el Archivo Municipal de Tlacotalpan.

(33) Archivo Municipal de Veracruz. Caja 306, f. 158-168.

(34) Salvador Novo: Breve historia y antología sobre la fiebre amarilla. México. 1964.

(35) Archivo Municipal de Veracruz. Actas de Cabildo, libro 44. F. 178.

(36)Carmen Blázquez: Estado de Veracruz. Informe de sus Gobernantes. Tomo II. 1988.

(37) www.eluniversalveracruz.com.mx

(38) José María Luis Mora: Veracruz, una historia compartida. México. 1988.

(39) Censo general de habitantes de 30 de noviembre de 1921.

(40) www.destinoveracruz.com/historia/movimientodeinquilinos.php

(41) Ricardo Pérez Montfort: “485 años de la Fundación del Puerto de Veracruz”. Revista Archipiélago.

(42) Jorge Salinas García: El proceso de industrialización del estado de Veracruz. Universidad de Veracruz. 1981.

(43) Enciclopedia de los municipios y delegaciones de México.

(44) Hipólito Rodríguez Herrero y Eckart Boege Schmidt: Veracruz: Una visión socioeconómica al comenzar el siglo XXI. México. 2006.