Desde su condición de portavoz del senado por el Grupo Popular, Ignacio Cosidó envió un whatsapp a sus senadores anunciándoles que en la nueva renovación del Poder Judicial y merced a la elección de Manuel Marchena, el PP iba a controlar la Sala Segunda desde atrás. Es decir, y en román paladino, que con sus juegos de tronos podrán dar por el culo a la Justicia – esta vez en mayúsculas -. No lo digo yo, lo dice, según medios periodísticos, el propio Cosidó que pide disculpas por su modo de expresarse y por su sinceridad. Cosidó ya estuvo envuelto en la forma turbia con que se retiró la investigación del ático del ex presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González y, supuestamente, en una operación para recuperar documentos en poder del ex tesorero del PP Luis Bárcenas, con sobornos a cargo del erario público para tapar vergüenzas y mangoneos del Partido Popular. Controlar ese Poder Judicial tan falto de medios y de gentes le parece vital al portavoz, por algo será.

Aquí hay varias lecciones a extraer. La primera, que es necesario un cambio en profundidad en la Administración de la Justicia, haciéndola viable, rápida, eficaz y – de verdad – independiente. Segunda, y ya que viene al caso, modificar una Cámara tan obsoleta e inútil como el Senado, convirtiéndola en una verdadera cámara territorial y con un tercio de los senadores actuales; si en la justicia hay falta de medios, en el Senado sobran. Y tercera, pedir la dimisión de Cosidó, y no sólo por sus palabras sino por su talante. ¿Qué se puede esperar de un tipo que pretende un asalto por la retaguardia al Poder Judicial? Atacar por la espalda es propio de… bueno, ya saben ustedes, después de haber visto tantas películas del Oeste.