En los últimos tiempos ha cobrado nuevamente fuerza el debate sobre la conveniencia de legalizar el consumo de determinadas drogas.

La pujanza de los cárteles mexicanos de la droga, en un verdadero pulso al estado, ha levantado voces en ambas orillas del Rio Bravo, en un difícil debate entre detractores y partidarios de la legalización de determinadas drogas blandas.

Si hablamos del cannabis o marihuana, esta es una sustancia que hace casi 3.000 años  viene utilizándose en la medicina tradicional china, y que tras pasar a Europa 500 años antes de Cristo, acabó en el Nuevo Mundo de la mano de los europeos.

En Estados Unidos se cultivó desde el año 1.600, llegando a ser el principal cultivo de Washington a finales del siglo dieciocho. Era habitual su consumo hasta que la Ley Federal de 1937 prohibió su cultivo y consumo.

Sin embargo, además del consumo lúdico como droga, la marihuana tiene un amplio abanico de utilidades terapéuticas que normalmente se desconocen.

¿Qué sabemos de esta planta?

La planta de la marihuana contiene 66 cannabinoides (o principios activos), de los cuales el principal es el THC. La investigación sobre el THC (1,2) ha permitido el descubrimiento de receptores cannabinoides endógenos. Se han descrito por ahora dos receptores cannabinoides: el CB1 (presente en el SNC y algunos órganos periféricos) y el CB2 (presente solamente en células del sistema inmune de la periferia).

Efectos.

Su valor analgésico y su utilidad como antiinflamatorio, también debido al CBN que tiene un efecto broncodilatador.

Modos de consumo.

  1. Vía pulmonar: fumado o mediante vaporizadores.
  2. Vía oral: infusiones, aceites y tinturas.

Aplicaciones concretas por dolencias.

  • Anorexia: el cannabis estimula el apetito.
  • Artritis: Es la inflamación gradual y degeneración del cartílago y los huesos de las articulaciones. El cannabis ayuda a disminuir o eliminar el dolor y ganar movilidad.
  • Ansiedad y trastornos del sueño: el cannabis ayuda a reducir la tensión en los estados de ansiedad y favorece la relajación de todo el organismo.
  • Asma: el cannabis es un broncodilatador natural que ayuda a que los pulmones respiren.
  • Alzheimer: está en estudio el papel del cannabis como neurogenerador. Uno de sus componentes podría tener la posibilidad de regenerar neuronas.
  • Cáncer: el cannabis actúa sobre parte de los efectos secundarios que sufren los pacientes que están en tratamiento con quimioterapia: náuseas, vómitos o disminución del apetito.
  • Depresión: el cannabis  calma la ansiedad y ayuda a que los enfermos piensen con claridad, se concentren y disfruten de la vida.
  • Dermatitis atópica: el cannabis disminuye la picazón y el dolor. Su uso continuado ayuda a regenerar  y a proteger la piel.
  • Dolor crónico: el THC calma el dolor. También actúa en dolores sufridos  a causa de traumatismos, intervenciones quirúrgicas, etc. Indicado también para la fibromialgia.
  • Dolores de espalda: su consumo o las friegas con alcohol de cáñamo alivia eficazmente los dolores, ya sean agudos o crónicos.
  • Esclerosis múltiple: el cannabis ayuda a controlar los espasmos y los temblores musculares, así como la coordinación.
  • Epilepsia: con la ayuda del cannabis el enfermo puede controlar y evitar sus ataques.
  • Glaucoma ocular: el cannabis constriñe los nervios para que el ojo segregue menos líquido y el líquido acumulado se redistribuye y absorbe. Además, dilata las mucosas que permiten el drenaje natural del ojo, favoreciendo así la circulación del humor acuoso.
  • Infecciones de la piel y quemaduras: se ha demostrado que la aplicación por vía tópica, mediante pomadas y lociones ha eliminado las infecciones de la piel y alivia el dolor de las quemaduras de segundo grado impidiendo las infecciones.
  • Insomnio: el canabidiol es un inductor del sueño.
  • Menstruación y dolores del parto: ayuda durante las náuseas que se producen durante el embarazo. Para los dolores tanto de la menstruación como los del parto posee un alto carácter analgésico y relajante.
  • Migraña: produce serotonina que detiene el proceso nervioso que desencadena la migraña.
  • Paraplejia y tetraplejia: el cannabis desentumece los músculos y alivia el dolor de los espasmos.
  • Síndrome de abstinencia: se ha demostrado su utilidad para aliviar los síntomas del síndrome de abstinencia a los adictos a drogas como alcohol, opiáceos o benzodiacepinas.
  • Síndromes varios: SFC, Síndrome del miembro fantasma, etc. pueden verse aliviados por los efectos del THC.
  • Reumatismo: los enfermos ganan en movilidad y disminuyen o eliminan el dolor.
  • Sida: el cannabis ayuda a sobrellevar la terapia, estimulando el apetito, reduciendo los vómitos y aliviando los espasmos musculares, el dolor o la fatiga crónicos.

Si el cannabis es tan beneficioso para la salud, se estima que en España hay más de 2,5 millones de consumidores habituales más 1,5 ocasionales, lo consume todo tipo de personas, está científicamente comprobado que no se puede morir a causa de su consumo, no lleva a drogas duras, no genera violencia alguna…. ¿Por qué los consumidores no lúdicos, sino los enfermos, tienen que infringir las leyes e ir a comprarla al mercado negro, a precio de oro y de una pésima calidad? Los que tienen posibilidad se ven obligados al auto cultivo, con los riesgos que ello conlleva.

¿Por qué no hacer ya una Ley relativa a la legalización del consumo del cannabis para fines terapéuticos?