El primer Objetivo del Desarrollo del Milenio que promueve la ONU es el de erradicar la extrema pobreza y el hambre. Sobre esta última parte han aparecido recientemente diversas noticias que ponen en el disparadero la consecución de este objetivo fundamental.

El jinete apocalíptico viene disfrazado esta vez de crecimiento económico. Producir biocombustibles a través de transformaciones de productos agrícolas puede parecer progresista en cuanto al desarrollo de los pueblos y ecologista en cuanto a la protección medio ambiental; sin embargo detrás – o delante – de todo esto, está la sobreexplotación de los recursos y lo que es peor, el aumento de la demanda que conlleva al crecimiento de los precios de productos de primera necesidad. En algunas regiones del mundo los productos que formaban parte básica de su cultura alimenticia comienzan a escasear. Estamos transformando la economía agrícola y con ello condenando al hambre a los más pobres para que los más ricos paseen en coche o tengan mejor calefacción.

El presidente del Banco Mundial, Robert B. Zoellick ha acuñado un eslogan que puede ser un referente para entender el alcance de la crisis: “El aumento del precio de los alimentos podría significar una pérdida de siete años en la lucha contra la pobreza en el mundo”.

Desde estas líneas queremos crear opinión ofreciendo a lectoras y lectores, en forma de comentario de noticias recientes, las distintas visiones que se debaten sobre el tema.



La subida de precios requiere una respuesta mundial

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas, denunció en Londres el brutal incremento de los precios y el comisario europeo de Desarrollo pide una respuesta mundial.


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Según la PMA la carestía de los alimentos es un “tsunami silencioso” que amenaza con condenar a la hambruna a cien millones de personas.

En la rueda de prensa del pasado 21 de abril ofrecida durante la reunión de expertos que se celebró en Londres, la representante de PMA , Josette Sheeran manifestó que: “la inseguridad alimentaria no sólo supone una amenaza para el hambre, también para la paz y la seguridad”

La reunión había sido convocada a instancias del primer ministro británico, Gordon Brown, y tomaron parte representantes del Banco de Desarrollo Africano, de las organizaciones no gubernamentales Oxfam y Save the Children, así como de empresas privadas, como la cadena de supermercados Sainsbury’s, con el objetivo de analizar la crisis que venimos comentando. Una crisis que el PMA define como el mayor desafío al que ha hecho frente en sus 45 años de historia.

Por tanto no se trata de un tema puntual y que afecte a una región concreta, la negativa repercusión de los precios de los alimentos y su escasez, alcanzará a las poblaciones más vulnerables. Como ejemplo cabe citar que el PMA con las mismas aportaciones de junio pasado, ahora puede proporcionar un 40 por ciento menos de ayuda, debido a que alimentos como el arroz, el trigo o el maíz prácticamente han doblado su precio en los últimos meses.

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El PMA había presupuestado para este año 2.900 millones de dólares con el objetivo de prestar ayuda a 70 millones de personas de 80 países, En febrero pasado tuvo que hacer una petición de emergencia a sus fuentes de subvención de 500 millones de dólares, sólo para mantener sus proyectos ante las últimas subidas de los precios de la comida.

En su comparecencia ante la comisión de Desarrollo Internacional del Parlamento británico, Josette Sheeran dijo: “Ésta es la nueva cara del hambre, los millones de personas que no estaban en una categoría urgente por hambre hace seis meses pero que ahora lo están”. Sheeran reclamó la colaboración urgente de otros agentes sociales, como otras agencias de la ONU, el Banco Mundial (BM), el Fondo Monetario Internacional (FMI), ONGs y por supuesto a los distintos gobiernos mundiales.

El primer ministro británico en unos comentarios divulgados por su residencia oficial de Downing Street, antes de la reunión, solicitó hoy una acción internacional para atajar el aumento de los precios de los alimentos e insistió en que afrontar el problema del hambre en el mundo es un “desafío moral”.

La unión europea tomará medidas

El comisario europeo de Desarrollo, Louis Michel, admite la existencia de una grave crisis y anunció que Bruselas destinará una ayuda de 117,25 millones de euros para paliar el impacto de los precios de los alimentos y su escasez en las poblaciones “más vulnerables del mundo”.


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Durante un debate en el Parlamento Europeo (PE), Michel anunció la ayuda para amortiguar la crisis en el abastecimiento alimentario, que están sufriendo más las economías más pobres. El reparto de los costos será de 57,25 millones por parte de los presupuestos que tiene la Comisión Europea (CE) para apoyo alimentario y los 60 millones restantes en una partida de nueva creación.

Michel advirtió que este dinero no será suficiente, argumentando que son necesarias medidas a largo plazo contra la carestía de alimentos. El comisario ha pedido una “revolución verde” en África y potenciar la producción agrícola en los países más pobres. Subrayó que la subida “brutal” de los precios de los alimentos requiere una respuesta “mundial”. En opinión del dirigente europeo los conflictos de las últimas semanas en Haití, México, Marruecos, Senegal o Costa de Marfil, prueban la desestabilización política que está causando el desabastecimiento alimentario.

Eurodiputados de casi todos los grupos políticos vienen denunciando en el Parlamento Europeo (PE) que la “especulación en los mercados mundiales” y el avance de los biocarburantes, son las principales causas de la crisis actual por el precio y la escasez de los alimentos.

El Partido Socialista Europeo (PSE) denuncia al “sistema capitalista” como principal responsable. El español Josep Borrell puso como ejemplo el precio del arroz, que en siete semanas ha pasado de 400 a 1.000 dólares, esgrimiendo que países como Haití compran “arroces fuertemente subvencionados”, como el de EE.UU. o que África tiene que importar su comida.

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La FAO anuncia que la crisis alimentaria “será larga”

El problema global que provoca el alto precio de los alimentos será más prolongado de lo previsto, advierte la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

La FAO mantiene que el aumento de precios no se debe a una escasez de productos básicos y que son factores de mercado los que lo producen,

Las estadísticas esgrimidas por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la FAO, demuestran que el precio de los alimentos se ha encarecido 45% en los últimos nueve meses y en diciembre pasado se registró el alza de precios mensual más alta de las últimas dos décadas.

Durante la clausura de la Conferencia Regional que se celebró hace pocas semanas en Brasilia, el director del organismo, Jacques Diouf, comentó que los gobiernos no pueden confiar en las fuerzas del mercado para contrarrestar la subida de los precios de los alimentos, y aseguró que se precisará de mucha voluntad política para aumentar la producción agrícola.

Miles padecerán hambre


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Otra sentencia sobre lo que esta sucediendo ha sido la del director del Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtiendo de que cientos de miles de personas padecerán de inanición si los precios de los alimentos continúan subiendo.

Gran parte de las naciones en vías de desarrollo no cumplirán las Metas del Milenio en 2015 si persisten las tendencias actuales, según el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Dominique Strauss-Kahn, director de FMI, precisa que el aumento vertical de los precios de los alimentos no se debe a una escasez de productos básicos, sino a una conjunción de factores tales como el aumento de precios de los fertilizantes, y del petróleo, coincidiendo con otras voces que ya hemos mencionado.

Otras opiniones

El presidente de Brasil, Lula, niega que los biocombustibles sean la causa del aumento de precios. En el continente americano, Brasil y Estados Unidos son los principales productores de los llamados “combustibles verdes”, con cerca del 90% del mercado mundial.

Ambos países pretenden que la explotación de los biocombustibles reducirá la dependencia petrolera. Sin embargo las energías renovables que parten de materias primas tales como maíz o caña de azúcar para la producción de combustibles de origen vegetal, ha influido de manera determinante en el alza mundial de los precios de los alimentos, países como Cuba y Venezuela consideran que la siembra de la tierra sólo debe hacerse para obtener comida.

Comentario final

En la conferencia de prensa celebrada en la víspera de las Reuniones de Primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial del pasado mes de abril, Zoellick comento que: “Mientras muchos están preocupados por llenar el tanque de nafta, muchos otros en todo el mundo están luchando por llenar sus estómagos, y cada día se hace más difícil”. Nada que añadir.