Para ello sus modelos de negocios deben considerar el cumplimiento simultáneo de un triple objetivo: económico, social y ambiental.

Esta nueva forma de posicionar los objetivos de una empresa significa valorar el nacimiento de la empresa ciudadana, con un compromiso no sólo económico con sus accionistas, consumidores y directos interesados. En esta nueva concepción de empresa se perfila un compromiso permanente con las futuras generaciones y con todos los actores que participan de su actual realidad, incluyendo por ejemplo, la trazabilidad de todos sus insumos, como la transparencia y confiabilidad de su gobierno corporativo.

Así estaremos construyendo empresas ciudadanas que logran el nivel necesario para optar al grado de una verdadera ciudadanía corporativa.

Con satisfacción, aprecio como en la memoria de importantes empresas nacionales se incluye destacadamente el informe de su desarrollo sustentable.

A modo de ejemplo quisiera citar cómo el informe de sostenibilidad de Endesa 2005 asume compromisos de “buen gobierno, la innovación, el medio ambiente, nuestras gentes, nuestros clientes, la sociedad y nuestros accionistas”.

Estos compromisos asumen una política de sostenibilidad que le permite a la empresa cumplir con su dimensión social, ambiental y económica. Además aspira a una nueva expresión ética sobre lo público, y ser un concepto matriz para promover una nueva ética ciudadana que contribuya a impulsar un desarrollo justo y sustentable.

En esta forma, se seguirán desarrollando empresas ciudadanas que superan a las económicas capaces de crear mayor valor por sus resultados en los ámbitos económicos, social y ambiental, junto a una nueva ética de lo público.     

 Este artículo se reproduce con autorización de PROhumana, y fue publicado en http://www.rseprohumanablog.cl/?p=437