Hoy ya podemos expresarnos, hoy sabemos lo que pasa en el mundo entero y no sólo en nuestro entorno inmediato. Hoy somos millones y millones los que nos sentimos progresivamente ciudadanos del mundo y nos comprometemos a mantener nuestra actitud para contribuir a los cambios radicales que nuestra conciencia exige.

Hoy podemos -mujeres y hombres- elevar nuestra voz sin cortapisas y proclamar que es preciso un “nuevo comienzo”, una inflexión radical de la fuerza a la palabra; que no podemos seguir mirando hacia otro lado cuando millones de personas -la mayoría niñas y niños de uno a cinco años- mueren diariamente de hambre y desamparo mientras se invierten en protección y seguridad de los más favorecidos 4.000 millones de dólares.

El tiempo del silencio ha concluido.

En 2014 mantendremos con firmeza nuestra actitud. Y así quizás terminaremos el año 2014 mejor que lo iniciamos.

federicomayor.blogspot.com