Las cuatro organizaciones coincidieron en asegurar que la implantación de un Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR) de envases sería el primer paso para iniciar una nueva política de gestión de residuos más eficaz y sostenible que la actual.

En Canarias, la situación de las plantas de residuos se ha hecho insostenible. La colmatación de las celdas de vertido y la ausencia de procesos de separación de residuos hacen que la situación se torne crítica, en un espacio territorial de extremada limitación.

Según Yasmina Encinoso de Ben Magec-Ecologistas en acción, “la gestión en Canarias es absolutamente parcial e inaceptable, las cuotas de separación que se consiguen son muy inferiores a lo exigido”, por ello, añadió que “apoyamos al Gobierno canario en la puesta en marcha del Sistema de Retorno de envases de bebidas propuesto en febrero en el Parlamento a través de la Proposición No de Ley, y siempre nuestro apoyo ligado al rechazo de cualquier tipo de incineración de residuos”.

Las características ambientales de Canarias (cuatro parques Nacionales, seis reservas de la Biosfera o punto caliente de la Biodiversidad de Europa) son incompatibles con una política de gestión de residuos que no alcanza ni siquiera los mínimos exigidos por la UE y es de los más bajos del Estado español.

Según el avance de un estudio de caracterización, coordinado por la Fundació Prevenció Residus i Consum, presentado por Alodia Pérez, representante de Amigos de la Tierra. En Canarias sólo entre el 7% y el 15% de los envases ligeros de bebidas, pasan por el canal de recogida selectiva.

Para apoyar a los ecologistas españoles también ha participado Marion Hammerl, de la ONG Deutsche Umwelthilfe, que fue protagonista en la implantación del SDDR en Alemania. Hammerl destacó el buen funcionamiento del sistema de retorno  en Alemania, que consigue cuotas de recuperación de hasta el 98,5%, sin costes para las administraciones y  la mala imagen que tiene para el turismo la no existencia de un sistema eficaz de selección de residuos al que están acostumbrados en sus países.

Por otra parte, los vertederos de Zurita (Fuerteventura), Zonzamas (Lanzarote), Juan Grande (Gran Canaria), Arico (Tenerife), La Dehesa (El Hierro) y Barranco Revolcadero (La Gomera), carecen o no han finalizado las obras necesarias de un plan de acondicionamiento que debería haber finalizado hace ya cuatro años. Estos incumplimientos son imputables a la Administración de Canarias, como remarcó Alodia Pérez,

El pasado 6 de febrero, el Parlamento de Canarias aprobó, por unanimidad de todos los grupos de la Cámara, lo que significa que el 100% del pueblo canario así lo solicita, una Proposición No de Ley instando al Gobierno autonómico a legislar sobre la gestión de envases de un solo uso e implantar un SDDR en el archipiélago. De esta manera, Canarias sería la primera Comunidad en poner en marcha una legislación que organizara la gestión de recogida de botellas, plásticos PET y latas de aluminio y acero, tal como funciona en más de 40 países y regiones del mundo.

Sin embargo, apuntó Eduardo de Miguel, director de Fundación Global Nature, “no sabemos a qué intereses minoritarios se está plegando el Gobierno de Canarias, ya que en repetidas ocasiones hemos solicitado una reunión con el consejero de Medio ambiente, para la cual aún no hemos tenido respuesta”.

Sin embargo, desde esa fecha el Ejecutivo de Canarias no ha dado ni un sólo paso en este sentido. Tan siquiera ha respondido a las insistentes cartas que se les ha enviado para hacer posible el mandato parlamentario.

Los vertederos y plantas de selección y tratamiento de residuos verían reducida hasta en un 50% la carga que cada día entra en ellos de implantarse el SDDR. La canalización de los envases por esa vía haría, como está demostrado en países como Alemania, que el 98,5% de los envases de un solo uso volvieran al proceso de reciclaje de manera directa, sin pasar por los canales de gestión de residuos. Además, las calles, los espacios públicos y las playas no se verían afectados por el abandono de envases.