Además es uno de los medio de desarrollo de mi creatividad y de acercar las distancias con los que amo.

Entre toda esta marabunta de información, encontramos a la Navidad,  jo! jo! jo!

Aparece de golpe, empiezan a saltar desde los escaparates, desde las pantallas de ordenador, desde la televisión, en la góndola de los supermercados, desde todos lados, nos sorprende.

Y es que me causa mucha gracia, porque conozco elfos y troles, los hay galos, catalanes, argentinos, hadas floristas, hadas fregonas, brujas, un mundo por allí de fantasía?, no señor! Un mundo que en el “intento de ser de lo creado” nos cuenta y nos canta, jo! jo! jo! …es solo para advertir que de golpe, te tienes que convertir en bueno, generoso, adorar a tus familiares, ser feliz y todas esas cosas que generalmente solo suceden en Navidad. Es el famoso espíritu navideño.

Ellos siempre me lo avisan, y me hacen sonreír al acto.

Momento mágico que le llaman.

Vivo en un país en este momento convulsionado. Una batalla campal se tiende como alfombra por las calles, es que se nos ha instalado sobre la cabeza un enorme globo de calor, que calienta todo, las calles, el asfalto, la piel, los riñones y hasta las ideas. A veces me siento en el averno.

Todo hierve, en una olla muy caliente donde explotan los transformadores, se corta el suministro de agua, de luz, de todo….se pudre la comida, eso sí, cuando hay energía, la gastamos toda de golpe.

Algunos roban, otros matan, otros quedan impunes, otros intentan ser buenos, otros están desesperanzados, en fin, lo que se está instaurando como costumbre y creo me quedo corta.

Así es un avance de la navidad en Argentina, más o menos por supuesto, contado desde mi visión.

Pero tienes que ser bueno.

Y gracias al ciberespacio, camino y me relaciono con mi gran fortuna que es saberme en los corazones de los de mi pueblo, mis hermanos del El Prat, en Barcelona, en España si, así nadie se enoja, jajajaja, que es casi lo mismo que estar allí, en casa de los viejos, y hablamos…y es otro pedazo de vida que me revoluciona y me indigna.

Porque en todos lados se cuecen habas y en ningún lado se atan los perros con longanizas como siempre me dice mi padre.

Pero tienes que ser bueno.

¿Y saben lo que pienso?, que podríamos serlo.

Pero tratemos de ser buenos soñando con “otro mundo es posible”, desde una nueva realidad, esa que flota ante nuestros ojos. Ésa que nos pasamos el día proponiendo en nuestros corazones, esa realidad que hablamos en los bares, en las calles como si cada uno fuera dueño de la fórmula mágica de todas las soluciones. Pues habrá que ejercerla para materializar el holograma digo yo, cada uno como sepa, desde su epicentro.

Para sanar, hay que querer sanar, y otorgarnos toda la ayuda que como raza podamos aportar.

Porque si no lo hacemos, no evolucionaremos, nos nos quedaran alternativas de poder sobrevivir como raza, como especie. Y comenzaremos a vivir realmente muy mal, a veces basta no más mirar a tu alrededor.

Así que si te va la Navidad, o te va que casi todos estaremos haciendo lo mismo, y bien digo, casi todos, pues espero que salga de lo más profundo del corazón y se pueda convertir en tu energía un gran deseo: amor. Deseemos que baje sobre nosotros la energía del amor.

Y sobre todo, de una puñetera vez, entendamos que el AMOR es lo único que se convierte en axioma en esta vida que nos toca. Es muy extensa su intención, y ya ni te cuento pretender definirlo.

Jo! jo! jo!

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