Las principales amenazas para los pingüinos son el calentamiento global y las industrias pesqueras que agotan cada vez más las reservas naturales de los océanos. Las inusuales temperaturas a las que está llegando el agua por la aceleración del calentamiento del Planeta y el constante deshielo que se produce en cadena, están contribuyendo a la desaparición del alimento base de los pingüinos y como desencadenante la muerte y desaparición de más del 50% de la población de pingüinos en zonas como el archipiélago Pointe Geologie en la Antártida.

Los estudios más optimistas indican que las emisiones de gas invernadero que continuarán en las próximas décadas calentando aún más la temperatura global, afectarán dramáticamente a todos los ecosistemas en los que sobreviven, no sólo los pingüinos, si no especies como ballenas y focas.

Al menos, la determinación como especie en peligro de extinción proporcionará una amplia protección a los pingüinos, incluyendo un requisito en el que las agencias federales aseguran que ninguna acción realizada, autorizada o financiada por el gobierno, no comprometerá la existencia continuada de la especie.

El pingüino de las Islas Galápagos es la única especie de pingüino que ya entraba dentro de la lista de especies en peligro de extinción. El año pasado gracias a otra petición del Center for Biological Diversity, fue el Oso Polar quién entró a formar parte de tan lamentable listado por culpa del calentamiento global.

El pingüino emperador

El pingüino emperador es el más grande de los pingüinos. Su peso oscila entre los 30 y los 40 kilos y de adulto llega a medir hasta 115 centímetros. Tiene una esperanza de vida de unos 20 años. Su hábitat principal es el continente antártico y se alimenta de peces pequeños, calamares y crustáceos. Su habilidad: puede sumergirse a de más de 300 mts. y mantener un buceo de hasta 20 minutos.

Pinguino AmarilloAnimales fieles donde los haya, cada año el macho busca a su pareja del año anterior para poder aparearse y sólo en el caso de no poder encontrarla, casi siempre por que ha muerto, elegirá a otra; es más, si una hembra se ha juntado con otro macho por que el suyo todavía no la ha encontrado, el intruso se irá inmediatamente en busca de otra hembra solitaria.

El reencuentro supone un tiempo de cortejo y una búsqueda del mejor lugar donde depositar su único huevo, justo en el comienzo del invierno más o menos en mayo o junio. Cuando la hembra pare el huevo lo coge el macho en sus patas para que no tenga ningún contacto con el frío, luego lo tapará con el abdomen y así permanecerá hasta que el polluelo nazca. Por ésta razón suelen tener un solo polluelo, pues mientras la hembra caza, el macho duerme, ayuna y da calor al huevo durante dos meses, llegando a perder la mitad de su peso.

En cuanto nace la cría, la hembra regresa para alimentarla y así el macho puede volver al mar para cazar. Cuando las crías han crecido la colonia suele juntarlas a todas mientras los padres salen a cazar, las llamadas guarderías de pingüinos esperan impacientes la vuelta de sus padres que los reconocen por sus gritos. En cuanto llega el verano la cría será completamente independiente, época en la que la caza abunda y es más fácil su captura.

Ahora ya estáis más cerca de ellos, ahora ya conocéis un poco más la vida de los pingüinos, ahora ya os tiene que parecer muy importante proteger a semejante “ejemplo” de la vida en este Planeta.

“El parque zoológico, un nuevo aliado de la biodiversidad”

El pasado mes de julio, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, presentó el libro “ El parque zoológico, un nuevo aliado de la biodiversidad”. Constituye una verdadera guía para aplicar la Ley 31/2003 de Conservación de la Fauna Silvestre en los Parques Zoológicos, ya que hoy en día juegan un papel verdaderamente importante en la conservación de la biodiversidad.

Con ésta edición, la Fundación Biodiversidad inaugura una nueva línea de publicaciones que junto con el programa de actividades del Ministerio de Medio Ambiente y la Dirección General para la biodiversidad, pretenden fomentar la protección de la fauna silvestre en los parques zoológicos, así como su implicación en la educación del público sobre la importancia de conservar la biodiversidad.

En el libro han participado la Asociación Ibérica de Zoológicos y Acuarios, AIZA, por parte del sector privado, y ANDA/Eurogroup for Animals, representando a las organizaciones no gubernamentales interesadas en la protección animal.

Si salvamos los tiburones, salvamos el mar

Así dictaba el lema de la campaña realizada por Oceana el pasado mes de Julio, con la que se ponía de manifiesto la precaria situación en la que se encuentran los tiburones.

La importancia de los tiburones radica principalmente en que son los mayores depredadores del océano, manteniendo así el equilibrio del ecosistema y la biodiversidad marina.

El ritmo que la explotación marina y la sobrepesca están imponiendo a los tiburones sobrepasa con creces el tiempo que un tiburón tarda en alcanzar la edad adulta para reproducirse y más teniendo en cuenta que su nivel de fecundidad es muy bajo.

Lamentablemente la mayor amenaza la constituye el cercenamiento de las aletas, una vez capturado el animal es arrojado de nuevo al mar, muerto o moribundo sin sus preciadas aletas. Con ésta técnica, más que prohibida en la mayoría de los países, sólo se aprovecha entre un 2 y un 5 % del animal, desestimando el resto. La demanda de aleta de tiburón es cada vez mayor y el consumo manda sobre las legislación. Una sopa de aleta de tiburón puede superar los 100 euros por kilo en un restaurante asiático.

El hecho es tan decadente y salvaje a la vez que debe de ser denunciado, eliminado, y por supuesto NO consumido. Existen muchísimas pesquerías que, junto con el comercio de tiburones de Europa en todo el mundo, no dejan de capturar especies en peligro de extinción sin ningún tipo de control. Oceana las ha estado investigando y publicará una serie de informes científicos que demuestran los hechos.

Los datos más concretos son que en 2005, la Unión Europea fue la segunda del mundo en el ranking de captura de elasmobranquios (tiburones y rayas), con casi 100.000 toneladas métricas. España consiguió el despreciable primer puesto con un 39% del total de la UE, después Francia (22%), Portugal (16%) y Reino Unido (11%).

Los tiburones son el ojo de mira de éstas pesquerías compuestas por más de 200 palangreros de superficie que operan en todo el mundo, la mayoría de ellos portugueses y españoles con la mayor flota palangrera de Europa. El porcentaje de tiburones en sus capturas alcanza el 67% mientras que el resto apenas lo llenan los peces espada y los atunes. Otro puesto que nos destaca nuevamente sobre el resto de países es la comercialización internacional de aletas de tiburón, siendo España el mayor distribuidor de ellas, un puesto realmente patético…

El pez espátula formará parte del catálogo de especies desaparecidas por la acción del hombre

No hace mucho tiempo habábamos de la triste desaparición de uno de los delfines más emblemáticos de China, el Baijí, pues bien ahora le toca el turno al pez espátula otra especie realmente espectacular que habita en el río Yangtze.

fotoSegún el último informe del ‘Proyecto Megapeces’, gestionado por la National Geographic Society, se estima que estos peces han muerto ya hace tiempo y que en caso de que aún quede algún ejemplar vivo es prácticamente imposible que pueda recuperarse. El último ejemplar avistado fue en 2003 y el último alevín en 1995, este último dato es el más preocupante.

El pez espátula es el pez de río más grande del mundo, también llamado por ello pez elefante. Su carne era considerada delicatessen y tan sólo los emperadores chinos podían permitirse el lujo de su consumo. En su mejor momento la pesca era abundante y sin embargo hoy en día ha pasado ya a formar parte del extensísimo catálogo de especies desaparecidas por la intervención del hombre.

La trampa mortal fue la construcción en 1980 de la presa de Gehzouba, en el curso medio del Yangtze que supuso la división en dos partes de la zona de desove dificultando notablemente las pautas de reproducción y por si fuera poco más tarde la construcción de la Gran Presa de las Tres Gargantas acabó con toda esperanza reduciendo aún más si cabe su más que mermado espacio vital y su débil futuro. Así pues las posibilidades que tiene el pez espátula de sobrevivir a tal desastre son prácticamente nulas, pero realmente… ¿a quien le importa, una vez más, un pez, ya legendario en de las antiguas dinastías, frente al implacable progreso chino.