El ciudadano Nicolas Paul Stéphane Sarkozy de Nagy-Bocsa mezcla en sus orígenes lo húngaro y lo judío. Aristócrata de cuna, nació en 1955. Los orígenes del título nobiliario de Sarkozy vienen de 1628, cuando el emperador Fernando II premió a uno de sus antepasados por sus méritos en las guerras contra los turcos.

Cuando en 1944, las tropas de la Rusia soviética llegan a Hungría, expropian a la familia Sarkozy y la fuerzan a un exilio por Europa, especialmente por Alemania y Austria. En aquella época el padre de Nicolas, Nagybócsai Sárközy Pál, se enrola en la Legión extranjera de Francia y sirve en Argelia, aunque en 1948 es declarado no apto para la guerra en Indochina. En este momento Pál decide afrancesar su nombre y pasa a llamarse Paul Sarkozy de Nagy-Bocsa. Y en 1949, después de adentrarse en el mundo de la piblicidad, se casa con una estudiante de Derecho llamada Andrée Mallah, hija de un médico de París. La madre de Nicolas era judía sefardita y convertida al catolicismo.

Ya en 1952 nace el hermano mayor de Nicolas, Guillaume, que trabajará como director empresarial del sector textil. En 1958, nacerá el hermano pequeño del actual presidente francés, François, que seguiré el camino de la pediatría y de la investigación biológica.

[Afirma que el haber sido abandonado por su padre ha configurado su carácter]

En 1959, el padre de Nicolas se divorcia de su mujer, abandona el domicilio familiar y se niega a pasar ningún sustento económico. Ante esto Andrée Mallah debe retomar sus estudios y practicar la abogacía.

El propio Nicolas Sarkozy relata que su abuelo materno tuvo mucha más influencia en él que su padre, a quien apenas veía. Este abuelo, gaullista convencido, era de origen judío sefardita proveniente de Salónica, pero se convirtió al catolicismo al contraer matrimonio con su mujer, una francesa católica de nacimiento. Así, Nicolas es un católico practicante que ha manifestado tener como modelo al Papa Juan Pablo II.


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Nicolas Sarkozy no fue educado ni en la lengua ni en la cultura húngaras. Y afirma que el haber sido abandonado por su padre ha configurado su carácter. Igualmente narra que tuvo que sufrir el sentirse inferior respecto a sus compañeros de estudios, más pudientes que él. Todo ello le provocó tener que superar una serie de inseguridades debido a su estatura y a las dificultades económicas.

Sarkozy estudió Derecho y ejerció de abogado. También se formó en el Instituto de Estudios Políticos de París.

Nicolas Sarkozy se ha casado dos veces. Dice de su actual mujer Cecilia que es su mejor apoyo. Tiene tres hijos: dos mayores, Pierre y Jean; y otro más pequeño, Louis.

Se adentró en política a la temprana edad de 22 años como concejal de Neuilly-sur-Seine. Posteriormente desempeñó el cargo de alcalde entre 1983 y 2002. Fue elegido para el Parlamento francés en 1988. Fue un protegido de Chirac. De 1993 a 1995 ocupó la cartera ministerial de Presupuesto y fue portavoz del gobierno de Balladur.

En 1995, alejado de Chirac, apoyó a Balladur para la presidencia francesa. Por lo cual, cuando ganó las elecciones Chirac, lo consideró un traidor y se vio apartado del poder.

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Sin embargo, cuando Chirac es reelegido presidente en 2002, nombra a Sarkozy Ministro del Interior del gabinete de Raffarin, pese al distanciamiento mutuo.

[El 6 de mayo gana la segunda vuelta de las elecciones presidenciales al derrotar a su oponente]

Tras la reorganización del gobierno francés de 2004, Nicolas Sarkozy es nombrado ministro de Economía, Finanzas e Industria. En esta época destaca su política liberal con ciertas correcciones intervencionistas. Pilotó la disminución de la presencia pública en el accionariado de France Télécom del 50 al 41%. Destaca la medida que negoció con las grandes cadenas de distribución para bajar los precios de productos de consumo en un 2%. No obstante, en el tema espinoso del ISF (impuesto de solidaridad sobre la fortuna) evitó significarse ya que es considerado como un baluarte por la izquierda francesa.


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En el interior de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), partido político al que está afiliado, las tensiones con Chirac continuaron, especialmente cuando Sarkozy manifestó su deseo de ser el líder del partido tras dimitir Juppé. En noviembre de 2004, Sarkozy fue elegido para dirigir la UMP con el 85% de los votos. Después de un acuerdo con Chirac, dimitió como diputado y como ministro.

En marzo de 2005 fue elegido para la Asamblea Nacional. Y con el fracaso en los resultados del referéndum en Francia sobre la fallida Constitución Europea, y consiguiente dimisión del jefe del ejecutivo galo, Raffarin, Nicolas Sarkozy, ya dentro del gabinete de Dominique de Villepin, fue elegido para ocupar la cartera de Interior en mayo de 2005.

Se tuvo que ocupar del ministerio del Interior en un momento difícil para Francia debido a los desórdenes sociales que se extendían por el país. Los días de disturbios y algaradas que comenzaron el 27 de octubre de 2005 y que se prolongaron en jornadas sucesivas al resto de Francia y a otros países de Europa, pusieron en evidencia que la sociedad europea está desarticulada, que sus valores están erosionados al no ser un conjunto homogéneo y que la pretendida integración de los inmigrantes (sobre todo en el caso de los de origen islámico es una falacia de los partidarios de lo políticamente correcto) es en realidad una bomba de relojería.

Frente a ello, Sarkozy practicó una política de resistencia contra el crimen con medidas que incrementaron la presencia policial en las calles, lo cual tuvo el aplauso general de los franceses. Finalmente, se hizo con el control de la situación y reencauzó el problema con medidas policiales y legislativas.

Llama la atención el libro publicado por Sarkozy en 2004 que lleva por título “La República, las religiones y la esperanza” en el cual defiende que los jóvenes no deben de ser educados únicamente en valores republicanos y seglares. Apoya de la misma forma la reducción de la separación entre la Iglesia y el Estado (propone subsidios a las mezquitas para que los clérigos islámicos enseñen valores franceses).

[Sarkozy representa la modernidad y la plasmación de las aspiraciones de los franceses del siglo XXI]

En enero de 2007 es elegido candidato de la UMP para la presidencia de la República francesa. El 22 de abril de 2007 gana la primera vuelta de las elecciones al ser el candidato más votado. Y el 6 de mayo gana la segunda vuelta de las elecciones presidenciales al derrotar a su oponente, la socialista Ségolène Royal.

Esta victoria fue fruto de la coherencia del discurso de Sarkozy, quien venía avalado por su quehacer como ministro, especialmente en su etapa más reciente al frente del ministerio del Interior. Pero también jugó a su favor el bajo perfil de su oponente, la dirigente del partido socialista Ségolène Royal. La cual, pese a todo su equipo de asesores de imagen, no daba la talla que las circunstancias requerían.

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Finalmente, el 16 de mayo de 2007, es proclamado presidente de la República francesa en un acto que fue la envidia de toda Europa. Nombró a François Fillon como su primer ministro.

Sarkozy, en un acto muy calculado, viajó en su primer día como presidente a la vecina Alemania. En Berlín mantuvo una reunión con Angela Merkel. Además de crear un nuevo equilibrio europeo con este hecho, los dos mandatarios remarcaron la amistad francoalemana y su voluntad de apoyo a la Unión Europea.

De hecho, en el posterior Consejo de la Unión Europea, Sarkozy tuvo un papel relevante para llegar a un acuerdo por parte de los Estados miembros de la Unión cara a la firma de un Tratado de Reforma Institucional, que arrincona definitivamente el fallido Tratado que se vino en llamar “Constitución Europea”.

Otro hito significativo que Sarkozy ha querido simbolizar fue el del 14 de julio de 2007. Ese día tropas de los 27 países miembros de la Unión Europea desfilaron juntas por primera vez en los Campos Elíseos para celebrar la fiesta nacional de Francia. Estas ceremonias fueron encabezadas en todo momento por el presidente Sarkozy.

Lo que no cabe duda es que Sarkosy va a suponer un antes y un después en la alta política

francesa. Su abrazo con Bush, da un giro a la tradicional política de alejamiento de Estados Unidos que tradicionalmente ha tratado de mantener Francia.

Junto a esto Sarkozy ha optado por una política pragmática y cercana a los intereses y a los deseos de su electorado en Francia. Es cierto que, lógicamente, ha recibido las críticas de sus adversarios políticos. Pero todos admiten, de un de un modo u otro, que Sarkozy representa la modernidad y la plasmación de las aspiraciones de los franceses del siglo XXI.

El presidente francés ha anunciado cambios inevitables y que ya no admiten demora. Así, Sarkozy anunció reformas legales que harán difícil que los familiares de los inmigrantes se reúnan con sus parientes en territorio francés.

Con la anunciada nueva ley, los allegados a los inmigrantes deberán probar su solvencia económica y que son capaces de hablar el francés. Como cosa más curiosa, se someterán a pruebas genéticas en orden a determinar si tienen derecho a entrar en Francia.

[“Yo creo, en primer lugar y ante todo, en Francia y en los franceses”]

Sarkozy puso de relieve, igualmente, que el generoso sistema social de Francia ha pasado a ser insostenible. Con lo cual, hizo un llamamiento para poner en funcionamiento un nuevo “contrato social” asentado sobre el trabajo arduo e igualdad de oportunidades para todos.

Sarkozy está dispuesto a una negociación con los sindicatos pero, de una manera firme, subrayó que está decidido a introducir los cambios necesarios sin tardanzas.

Por otra parte, mostró su desacuerdo con la famosa semana de 35 horas, indicando que poner en marcha esta medida ha implicado un aumento del desempleo.

Es muy significativo recordar los 15 puntos en los que Sarkosy basa su mandato:

  • 1- Poner fin a la impotencia pública
  • 2- Una democracia irreprochable
  • 3- Vencer al desempleo
  • 4- Rehabilitar el trabajo
  • 5- Aumentar el poder adquisitivo
  • 6- Europa debe proteger la mundialización
  • 7- Responder a la urgencia del desarrollo sostenible
  • 8- Permitir a todos los franceses ser propietarios de su vivienda
  • 9- Transmitir los valores de la autoridad, del respeto y del mérito
  • 10- Una escuela que garantice el éxito de todos los alumnos
  • 11- Poner la enseñanza superior y la investigación al nivel de los mejores del mundo
  • 12- Sacar a los barrios conflictivos de la problemática de la violencia y de la relegación
  • 13- Regular la emigración
  • 14- Realizar políticas de solidaridad, fraternidad y responsables
  • 15- El orgullo de ser franceses

Junto a esto, dado que en Europa se ve cada vez la necesidad de volver a sus valores, es interesante traer a colación estos valores en los que Sarkozy hace pivotar su existencia, pese a que sean ideas reiteradas de los 15 puntos anteriores:

  • “Yo creo, en primer lugar y ante todo, en Francia y en los franceses”
  • “Yo creo en la confianza y en el respeto de cada uno”
  • “Yo creo en el trabajo y en su recompensa”
  • “Yo creo en la solidaridad con los más débiles”
  • “Yo creo en el poder de la verdad”
  • “Yo creo en el movimiento”
  • “Yo creo en una Francia respetada en el mundo”
  • “Yo creo que todo puede ser posible”