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Un niño afectado de cáncer en el Hospital Niño Jesús (Madrid)

Así lo denuncia el doctor Lucas Moreno, coordinador de la Unidad de Ensayos Clínicos CNIO hospital Niño Jesús, puesta en marcha hace dos años para impulsar la investigación y aplicación en el ámbito clínico de nuevas terapias contra el cáncer infantil.

Una vez agotadas las líneas de tratamiento protocolizadas, esta Unidad ofrece a los pacientes alternativas terapéuticas dentro de un ensayo clínico, sin necesidad de que tengan que salir de España, explica.

Se trata de facilitar el acceso a ensayos clínicos en aquellos casos en los que tras la aplicación del tratamiento estándar, la enfermedad no remite.

El objetivo final, apunta, es mejorar la tasa media de supervivencia del cáncer infantil, que actualmente se sitúa en el 76%, y buscar tratamientos para los más resistentes (neuroblastomas o sarcomas en estadios avanzados y algunos tipos de tumores cerebrales o leucemias) a los que sólo sobreviven cuatro de cada diez niños.

“Los pacientes que quedan fuera de la tasa media tienen una supervivencia muy mala y necesitan estos nuevos medicamentos”, advierte Moreno.

“Hace falta más inversión. Es verdad que estamos mejorando, pero a base de mucho esfuerzo” pese al poco interés comercial que hace que sea “muy difícil hacer investigación grande y de calidad”, insiste.

Conseguir nuevos medicamentos

El objetivo de la Unidad en la que colaboran el CNIO y el hospital Niño Jesús es conseguir hacer más ensayos clínicos que es “la forma de probar los nuevos medicamentos”, explica Moreno, quien se felicita de que ahora en España haya nuevos tratamientos disponibles para los niños con mal pronóstico en los que no funciona el tratamiento convencional.

“Son medicamentos que antes en España ni siquiera se podían probar o acceder a ellos y ahora los ensayos clínicos, igual que se hacen en EE UU o Inglaterra, se hacen aquí” y abarcan “casi todos los tipos de cáncer pediátrico y casi todas las situaciones”, algunos incluso es la primera vez que se prueban en el mundo.

Pese a la buena evolución y al avance de los ensayos, Moreno recuerda que desde que éste finaliza hasta que el fármaco está disponible en el mercado, “pasan unos cinco años”.

Al margen de la falta de inversión, este investigador asegura que “lo más positivo es que se ha formado un equipo que sólo se dedica a hacer ensayos clínicos en oncología pediátrica”.

¿Cómo es el cáncer infantil?

En España cada año 1.300 niños son diagnosticados de cáncer, una enfermedad que en los países desarrollados supone la primera causa de muerte por enfermedad en los más pequeños pese a los avances en las técnicas diagnósticas y la mejora de la supervivencia lograda con nuevos fármacos.

Desde la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) también se recuerda que, aunque todavía es imposible prevenir el cáncer en los niños, “es posible mejorar las técnicas de diagnóstico y los tratamientos”, algo que, subrayan, solo puede lograrse mediante la investigación y, por tanto, la inversión.

El cáncer infantil es un complejo y heterogéneo número de distintas enfermedades que se originan a partir de una sola célula maligna que crece sin control, tanto en su sitio original como en otros órganos del cuerpo. Y cada una de esas enfermedades que engloban el término de cáncer infantil tiene un pronóstico y un tratamiento diferente.

El cáncer se presenta cuando una célula o un grupo de células comienza a multiplicarse y crece de manera descontrolada invadiendo a las células normales de alrededor, un proceso que en los niños se produce más rápido que en los adultos.

Los tipos más frecuentes de cáncer en la infancia se dividen en dos grandes grupos: las enfermedades hematológicas (leucemias y linfomas) y los tumores sólidos (carcinomas y sarcomas).

Y a pesar de las numerosas investigaciones que se han realizado, las causas de la mayoría de los tumores en los niños todavía no se conocen.

Más del 70% de los cánceres infantiles son curables con “un diagnóstico temprano y protocolos de tratamiento adecuados”, según ha destacado el Departamento vasco de Salud.

Los tumores suponen la tercera causa de muerte entre la población menor de 14 años, después de las afecciones perinatales y malformaciones congénitas, y representan el 13% de la mortalidad en este grupo de edad. En España, supone la primera causa de muerte pese a los avances.

Según los últimos datos del Registro de Cáncer de Euskadi, correspondientes a 2011, el número de casos de cáncer en la infancia fue de 38, de ellos 23 en varones y 15 en niñas. Esta cifra supone el 0,29% de todos los casos de cáncer detectados en Euskadi en ese año.

Los tumores malignos en la edad infantil se concentran entre la edad de 1 y 4 años, y los más frecuentes son las leucemias, con un total de 18 casos (47% del total). Le siguen los tumores malignos del SNC (sistema nervioso central), con 5 casos (13%).

Según ha explicado el departamento de Salud, la incidencia de los tumores malignos se ha mantenido estable en el último decenio, mientras que la mortalidad por tumores ha disminuido en la última década a un promedio anual del 0,44%. “Todo ello indica, por tanto, que ha aumentado la supervivencia”, se ha felicitado.

En el caso del tumor infantil más frecuente, la leucemia linfoblástica aguda, de acuerdo al estudio CONCORD, en el que ha participado la Comunidad Autónoma Vasca y que ha sido realizado con casos diagnosticados en el periodo 2005-2009, la supervivencia neta a los cinco años del diagnóstico es del 83%, lo que representa una mejoría de casi un punto de supervivencia por año con respecto a la supervivencia obtenida una década antes (del 74%).

20minutos.es