Estos cinco países soberanos tenían entonces un propósito común, el de mejorar el nivel de vida de sus habitantes, mediante la cooperación, tanto social como económica, y la integración.

Años más tarde, en 1973, Venezuela decidió unirse al Pacto Andino, mientras que Chile lo abandonaba en 1976 para volver a formar parte en 2006, esta vez como país asociado. En la actualidad la composición final del Pacto Andino es la siguiente: los países miembros son: Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. Como países asociados figuran Brasil, Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay. Finamente existen dos países observadores que son Panamá y Méjico.

Como sucede en cualquier tipo de organismo internacional, los avances y retrocesos de Pacto Andino han sido numerosos. Intentaremos a continuación resumirlos en una breve historia de su andadura.

Durante la primera década de existencia, la década de los setenta, se forman casi todas las instituciones y organismos que rigen el Pacto Andino, a excepción del Consejo Presidencial Andino, que nació en 1990. Durante este primer periodo, la política reinante fue la de protección de la industria nacional, potenciando el consumo del producto interior y cargando con fuertes aranceles las importaciones extranjeras.

En la siguiente década, la de los ochenta, este modelo entra en una fuerte crisis y fue prácticamente una década perdida tanto para los países del Pacto como para los asociados y observadores. La integración sufrió un estancamiento en toda la zona.

A finales de esta década, en 1989, se decide finalmente abandonar este modelo “cerrado” y optar por uno “abierto”. Esta decisión se ratifica en una reunión llevada a cabo en Galápagos, Ecuador. De las conclusiones de esta reunión se pueden destacar la prioridad que se otorgan a los temas comerciales y mercantiles. Un ejemplo es la adopción de Diseño Estratégico y un Plan de Trabajo, donde el tema comercial era el predominante.

En 1993 se eliminan definitivamente los aranceles y se forma una zona de libre comercio entre los países asociados, las mercancías empiezan a circular libremente en la zona del Pacto Andino, por lo que el comercio crece enormemente y, gracias a esta circunstancia, se crean miles de nuevos puestos de trabajo. Se promueve la liberación de los servicios, en especial del transporte en todas sus modalidades.

En 1997 se firma el Protocolo de Trujillo que introduce ciertas reformas en el Acuerdo de Cartagena para adaptarlo al actual entorno internacional, que tanto había variado desde 1969. Los Presidentes pasan a ser los conductores del cambio, y los nuevos órganos se incorporan a la estructura de la Comunidad Andina, como a partir de ahora se conocerá el organismo: el Consejo Presidencial Andino y el Consejo Andino de Ministros de Relaciones Exteriores.

En la década actual, a principios del siglo XX, con las necesidades comerciales y mercantiles desarrolladas y consolidadas, las prioridades sociales y de integración seguían siendo el punto débil de la Comunidad Andina. Este será el objetivo de estos años. En 2003, en Quirama, se establece por mandato presidencial un Plan Integrado de Desarrollo Social que responda a los objetivos iniciales del Acuerdo de Cartagena, abandonados en pro de unos beneficios de tintes más económicos. Este cambio de orientación queda finalmente reflejado en el Plan de Trabajo de la Secretaría General de la Comunidad Andina de 2007, cuyas áreas de acción son: la Agenda Social, Agenda Ambiental, Cooperación Política, Relaciones Externas y Desarrollo Productivo y Comercial.

En sus 38 años de existencia la Comunidad Andina ha alcanzado logros que no se circunscriben únicamente al campo mercantil. Algunos de los más significativos son:

• Hoy para viajar a cualquiera de los países de la CAN ya no necesitan pasaporte ni visas. Basta con los documentos nacionales de identidad.

• Cuentan con normas comunitarias que garantizan la circulación y permanencia de nacionales andinos en la subregión con fines laborales sin perder sus derechos a la seguridad social.

• Se ha comenzado a hacer realidad la elección por voto popular y directo de los parlamentarios andinos.

• Tienen un Plan Integrado de Desarrollo Social para trabajar en temas de empleo, salud, educación, etc.

• Tienen una Agenda Ambiental