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Crédito: Oxfam

El aumento descontrolado de la desigualdad ha creado un mundo en el que tan sólo 62 personas poseen tanta riqueza como 3.600 millones de personas, la mitad de la población mundial, según advierte Oxfam (Oxfam Intermón en España) en su informe Una economía al servicio del 1%, publicado hoy a nivel internacional. Según Oxfam, hace cinco años esta cifra ascendía a 388 personas.

A dos días de la reunión anual de líderes políticos y económicos en Davos (Suiza), el informe pone de manifiesto que, desde 2010, los ingresos de la mitad de la población se han reducido en un billón de dólares, lo que supone una caída del 41%. Mientras, la riqueza de las 62 personas más ricas del planeta ha aumentado en más de 500.000 millones de dólares.

La predicción que Oxfam realizó antes de la reunión de Davos del año pasado, de que en poco tiempo el 1% poseería más riqueza que el resto de la población mundial, se ha cumplido en 2015, un año antes de lo esperado.

“Se ha hablado mucho de desigualdad, pero se ha hecho muy poco todavía. No podemos seguir permitiendo que cientos de millones de personas padezcan hambre cada día mientras que las élites económicas absorben los recursos que deberíanayudar a estas personas a tener una vida segura y digna”, explica José María Vera, director general de Oxfam Intermón.

Oxfam hace un llamamiento para que se tomen medidas urgentes contra la crisis de la desigualdad extrema, que pone en peligro todo el progreso realizado a lo largo de los últimos 25 años en la lucha contra la pobreza.

El informe también muestra cómo la desigualdad afecta de manera desproporcionada a las mujeres; de las 62 personas más ricas del mundo, 53 son hombres y tan solo 9 son mujeres. La mayor desigualdad de ingresos condiciona el acceso de las mujeres a servicios sanitarios, educación, participación en el mercado laboral y representación en las instituciones. También se ha demostrado que la brecha salarial entre hombres y mujeres es mayor en sociedades más desiguales, y que la mayoría de los trabajadores peor remunerados del mundo son mujeres, desempeñando los empleos más precarios.

La fuga hacia los paraísos fiscales, en alza

La fuga de recursos hacia paraísos fiscales juega un papel clave en el crecimiento de la desigualdad. Se estima que, en todo el mundo, la riqueza individual oculta en paraísos fiscales alcanza los 7,6 billones de dólares, lo que supone una pérdida de190.000 millones de dólares más cada año en ingresos fiscales para los Gobiernos que destinar  a la educación y salud de los más pobres.

Por otra parte, la inversión empresarial en paraísos fiscales se ha multiplicado casi por cuatro entre 2000 y 2014, y supone unas pérdidas de al menos 100.000 millones de dólares al año para los países en desarrollo. La utilización de los paraísos fiscales por parte de grandes empresas para reducir su contribución fiscal se ha convertido en un problema sistémico. No son sólo unas pocas “manzanas podridas” sino una práctica generalizada en diferentes sectores económicos –extractivas, sector textil, financiero, tecnológico. Nueve de cada diez de las empresas más grandes del mundo, entre ellas las que apoyan esta edición del Foro Económico Mundial, están presentes en al menos un paraíso fiscal.

“Las empresas multinacionales y las élites económicas juegan con unas normas distintas al resto, aprovechando todos los resquicios posibles para evitar pagar lo que es justo. El hecho de que 188 de las 201 mayores empresas estén presentes en al menos un paraíso fiscal es un indicador claro de que es hora de actuar. Es una responsabilidad de los Gobiernos evitar esta elusión fiscal masiva, y es responsabilidad de las empresas no utilizar los resquicios legales para aumentar sus beneficios sin pagar impuestos”, continúa Vera.

De hecho, el 30% del patrimonio financiero de África se encuentra en paraísos fiscales, lo que hace perder al continente al menos 14.000 millones de dólares al año en impuestos no recaudados. Esta cantidad sería suficiente para garantizar la atención sanitaria a madres y niños, lo cual podría salvar la vida de cuatro millones de niños al año, y permitiría contratar a profesores suficientes para escolarizar a todos los niños y niñas africanos.

En Latinoamérica, la región más desigual del mundo, la evasión y elusión fiscal es también una de las causas que favorecen la extrema concentración de riqueza. Se ha estimado que solo en el 2014, la evasión en el impuesto sobre la renta y los beneficios empresariales costó a Latinoamérica el equivalente al 4% del PIB bruto de toda la región, más de 175 mil millones de euros. 

Por eso Oxfam hace un nuevo llamamiento para acabar con la era de los paraísos fiscales como un paso fundamental para abordar la reducción de la desigualdad. Las medidas que se han tomado hasta ahora han sido insuficientes, es hora de poner en marcha un gran compromiso entre todos los Gobiernos  Recuperar estos recursos que se escapan a través del abuso de los paraísos fiscales es vital para poder invertir en la atención sanitaria, educación y otros servicios públicos esenciales que determinan la suerte de las personas más pobres del mundo.

La brecha entre ricos y pobres continúa aumentando en España

En España, el 1%  de la población concentra más riqueza que el 80% más pobre. En 2015, mientras el patrimonio de las 20 personas más ricas del país se incrementó un 15%, la riqueza del 99% restante de la población cayó un 15%. Los presidentes de las empresas del IBEX35 cobran ya 158 veces más que el salario de un trabajador medio. El incremento de la desigualdad en nuestro país se debe principalmente a la combinación de una enorme brecha salarial con una un sistema fiscal regresivo que grava poco a los que más tienen.  

La fuga de recursos hacia paraísos fiscales no ha cesado en los peores momentos de la crisis. La inversión desde España hacia paraísos fiscales creció un 2000% en 2014. Oxfam denuncia que con lo que se pierde con esta fuga se podrían financiar políticas públicas como garantizar la atención a más personas en situación de dependencia, teniendo en cuenta que 400.000 están en lista de espera.

La desigualdad no es inevitable, pero quienes tienen la capacidad de cambiar las cosas deben marcarse objetivos claros. El futuro Gobierno y el nuevo Congreso tienen la oportunidad de hacer historia, priorizando la lucha contra la desigualdad y la pobreza. Oxfam Intermón hace un llamamiento para en los primeros cien días de gobierno se ponga en marcha una Ley contra la Evasión Fiscal que contribuya también a nivel global a que esta era de los paraísos fiscales llegue a su fin.

oxfamintermon.org