Dos na'vi protestan a las afueras de la Junta de Accionistas de Vedanta. © Survival

Finsbury es la agencia de relaciones públicas contratada por Vedanta Resources, que ha sido objetivo de una campaña mundial para paralizar la construcción de una mina de bauxita en las colinas de Niyamgiri, Odisha, India. La mina habría tenido un efecto devastador sobre el pueblo indígena dongria kondh, que vive allí.

Survival International lanzó una campaña mundial contra el trato que Vedanta estaba dando a los dongria kondh. Esto provocó una batalla de relaciones públicas en la prensa internacional que dejó por los suelos la reputación de Vedanta: la empresa fue descrita en los medios como “la compañía más odiada del mundo”, y el proyecto se vio envuelto en una gran polémica.

Survival recopiló pruebas de los abusos de Vedanta en Odisha, incluido el hecho de que no habían consultado a los dongria kondh. Estas pruebas sirvieron para convencer a los inversores, la Iglesia de Inglaterra entre ellos, de que vendieran sus acciones, y llevó al Gobierno británico a emitir un informe muy crítico.

Como parte de la campaña de Survival:

  • Más de 10.000 simpatizantes de Survival escribieron cartas al Gobierno indio.
  • 650.000 personas vieron la película de Survival La mina: historia de una montaña sagrada, que se convirtió en un fenómeno viral en Internet.
  • Famosos, entre ellos los actores Joanna Lumley y Michael Palin, criticaron públicamente a Vedanta.
  • Indígenas na’vi del éxito taquillero de James Cameron Avatar se manifestaron en contra de Vedanta, generando un enorme interés internacional con la difusión de fotografías suyas por todo el mundo.

El 24 de agosto, el ministro de Medio Ambiente indio Jairam Ramesh paralizó la mina, y declaró que la empresa había mostrado “un desprecio evidente” por los derechos de los dongria kondh. En el día de la victoria, se calcula que Vedanta registró pérdidas por valor de 300 millones de libras en la bolsa.

La doctora Jo Woodman, responsable de campañas para la India de Survival International, ha declarado hoy: “Finsbury dijo que estaban convencidos de que el comportamiento de Vedanta se adhería a las ‘mejores prácticas’, pero al final eran los únicos que afirmaban eso: el resto del mundo, desde comités de expertos hasta el propio Gobierno, criticaba el ‘completo desprecio por la ley’ de la empresa”.

Por su parte, el director de Survival International, Stephen Corry, manifestó: “Los Gobiernos y las empresas que violan los derechos humanos a menudo se esconden detrás de agencias de relaciones públicas y manipuladores del mensaje. Es un desperdicio de dinero público y de los accionistas: allí donde los activistas de derechos humanos están destapando la verdad, ésta es, inevitablemente, expuesta”.

www.survival.es