La historia de Randy Gómez es una de las tantas en Venezuela: niños que conocen la miseria como condición de vida, resignados a la fiereza de las calles venezolanas, desprendidos de una vida digna.

Su madre, impotente de no poder mantenerlo a él y a sus hermanos, le sugiere ir a la calle a pedir. Por su lado, ella tiene una nueva pareja, con quién consigue lo que puede.

En un estridente bullicio auspiciado por los borrachos visitantes de la feria de la comida 24 horas de Anaco, conocí a Randy. Como deseando contar su verdad, detalló la odisea de su vida actual, sin complejo de ocultar algo. Se siente apenado, pero le gustan las motos y el dinero, por ese motivo quiere dejar de pedir.

Su rutina termina a las 9:00 am. Ese día regresaba a casa con 5 kg de Yuca.

Entrevista realizada en la Avenida Portuguesa de Anaco. Domingo 04 de Marzo de 2018 a las 8:30 am.

 

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