El caótico país está sumido en un conflicto desde hace 20 años. Pero el riesgo más grave para la vida de las mujeres no es la guerra sino los partos. De cada cien mujeres que dan a luz, muere una, según cifras de la ONU, uno de los niveles más altos del mundo.

“Lo más peligroso que puede hacer una mujer en Somalia es quedarse embarazada”, dijo Qasim. “Cuando una mujer se queda embarazada el riesgo de su vida es de 50 %, porque no hay servicio de cuidados antenatales, no hay hospitales, ni centros de salud, no hay nada”.

El estudio de Trust Law, un servicio de noticias legales dirigido por la Fundación Thomsom Reuters, marca el lanzamiento de su nueva sección, Trust Law Mujer, un centro mundial de noticias e información sobre los derechos legales de la mujer.

Trust Law preguntó a más de 200 expertos en género que eligieran el lugar más peligroso del mundo para las mujeres. Somalia quedó detrás de Afganistán, la República Democrática del Congo, Pakistán e India. Pero Qasim describe Somalia como un “infierno en la tierra” para las mujeres, que luchan por alimentar a sus hijos entre la guerra y la sequía.

El riesgo constante de recibir un disparo o ser violada, la falta de educación y sanidad, y prácticas como la mutilación genital femenina hace que la vida de las mujeres sea increíblemente difícil, explica la ministra. “Si me hubieran preguntado cuál es el lugar más peligroso del mundo para ser una mujer, hubiera dicho ciertamente que es Somalia”, dijo ante la Fundación responsable del estudio, durante un viaje a Londres.

Violación

Qasim, que ha pasado dos décadas en el exilio, dice que sufrió un shock por la destrucción que vio cuando volvió a la capital de Somalia, Mogadiscio, el año pasado, tras haber recibido la propuesta de ser ministra del Desarrollo de la Mujer y el Bienestar de la Familia.

Muchas mujeres han perdido a sus maridos en la lucha, lo que significa que no sólo tienen que criar a sus hijos ellas solas, sino también lograr ingresos para alimentar a la familia.

Somalia no ha tenido un gobierno efectivo desde el derrocamiento del dictador Mohamed Siad Barre, en 1991. Su gobierno de transición, respaldado por la ONU está embarcado en una guerra contra los rebeldes islamistas que quieren imponer su propia versión de la ley islámica, la Sharía, en el país.

Alrededor de 1.4 millones de personas, la mayoría mujeres y niños, están desplazados dentro de Somalia, después de ser forzados a huir de sus hogares. La violación es un riesgo constante para muchas de ellas.

“La violación se utilizaba al principio como un arma de guerra, pero ahora la mujer que es de una minoría o que ha sido desplazada, puede ser violada en cualquier momento. He visto casos de violación de niñas de hasta cinco años”, añade Qasim.

La salud de la mujer también se ve seriamente comprometida por la práctica de la mutilación genital femenina, según la ministra, que trabajó como médica en ginecología y obstetricia en Somalia hasta 1991.

La práctica, que es llevada a cabo en casi todas las niñas de entre 4 y 10 años, pretende asegurar que las niñas llegan vírgenes al matrimonio. Pero puede causar dificultades en el parto, y es uno de los factores que causan los altos índices de mortalidad maternal.

Mayores necesidades

 Qasim dice que la gente antes era castigada por practicar la mutilación genital femenina, pero ahora no hay leyes y la práctica ha resurgido. En torno al 95 % de las mujeres en Somalia han sufrido la mutilación, según cifras de la ONU.

La ministra dice que ella se ha encontrado con casos de hombres que se han divorciado de sus nuevas esposas si no se les había hecho la mutilación genital, así que las madres siguen con esta costumbre, para proteger a sus hijas.

Qasim, que trabajó como profesora en Gran Bretaña, cuando fue invitada a unirse al gobierno de Somalia el año pasado, afirma que una de las mayores necesidades de las mujeres es la educación.

“Si las mujeres no son educadas, creo que definitivamente no podemos construir una sociedad. He conocido a tantas jóvenes y mujeres en Mogadiscio, que no se pueden imaginar su apetito por la educación, pero ellas no tienen esa oportunidad”.

La opresión de la mujer se compone de la falta de estado de Derecho, que permite que la gente viole y mate con impunidad, y la mala interpretación del Islam, según la ministra.

“Después del derrumbamiento del estado somalí, muchos grupos y terroristas de todo el mundo vinieron a Somalia e interpretaron el Islam como les dio la gana, las mujeres no pueden salir, no pueden llevar sujetador… Hacen lo que quieren y dicen que esto es el Islam, pero el Islam no tiene nada que ver eso”.

Tanto los hombres como las mujeres deber acceder a una mayor educación sobre el Islam y sobre los derechos de la Mujer.

AfricaFundación.com