Recordar a Obama para propiciar cambios inaplazables
Con motivo del inicio de su segundo mandato como Presidente de los Estados Unidos en enero de 2013, Barack Obama pronunció un excelente discurso, que creo vale la pena recordar.
Con motivo del inicio de su segundo mandato como Presidente de los Estados Unidos en enero de 2013, Barack Obama pronunció un excelente discurso, que creo vale la pena recordar.
Nada me parece más apropiado frente a esta reunión del G20 que se hace en Buenos Aires, que recordar la Canción del gran cantautor Juan Manuel Serrat.
Considero oportuno y apremiante proponer una Declaración Universal de la Democracia a los 70 años de la Declaración Universal de Derechos Humanos, ya que es el único contexto en el que sería posible el pleno ejercicio de los mismos.
Una vez un productor ejecutivo de televisión me dio una definición bastante fiel del español: Se define como español aquél que está perpetuamente estudiando inglés.
ADOPCIÓN DE UNA DECLARACIÓN UNIVERSAL DE LA DEMOCRACIA PARA ENTRAR ADECUADAMENTE EN LA NUEVA ERA.
Ante la incertidumbre e inquietud que supone la presidencia de Donald Trump si nos atenemos a sus proclamas antes y después de ser elegido, a los nombramientos que ha realizado para ocupar los cargos más trascendentales de la administración americana y a su propia historia personal y empresarial, quién más y quién menos se plantea durante estos días los peligros que encierra la democracia como sistema político.
El gobierno democrático de Brasil cayó bajo la intriga palaciega de diputados y senadores, la complicidad de sectores jurídicos y empresariales. El Parlamento criminalizó un acto de gobierno público y legal que habían utilizado otros gobiernos y, sin que hubiese un delito comprobado -como exige la Constitución-, destituyó a Dilma Rousseff.
Vivimos en un mundo en el que abundan las teorías de la conspiración. Muchos de sus partidarios aseguran que el verdadero poder está en manos de entidades secretas cuyas maquinaciones nos envían a la guerra y nos roban nuestra riqueza. Oriente Medio es extraordinariamente propenso a ese tipo de teorías, pero también están afianzándose a toda velocidad en Europa, Norteamérica y otros lugares.
Debemos movilizarnos. No podemos seguir siendo tan solo espectadores de quienes siguen maquinando desde el Partido Republicano de los EE.UU, que en los últimos años -por no ir más lejos- han marginado a las Naciones Unidas imponiendo los grupos plutocráticos (G6, G7, G20), han sustituido los valores éticos por las leyes mercantiles, han establecido la Organización Mundial del Comercio fuera del ámbito de las Naciones Unidas, no han suscrito -el único país en el mundo- la Convención de los Derechos Humanos de la Infancia ni el Tribunal Penal Internacional… y, por si fuera poco, decidieron la invasión de Irak basados en mentiras y simulaciones de inexistentes armas de destrucción masiva…
Los servicios de inteligencia del estado se han apartado de la legalidad, se han autonomizado del poder político -que nunca tuvo el control de los mismos- y en las diversas facciones que los atraviesan se encuentran reiteradas evidencias de sus actividades y vinculaciones con campañas de difamación, extorsiones, narcotráfico, trata de personas y tráfico de armas que atentan contra los intereses democráticos de la Nación. Los servicios de inteligencia nunca estuvieron al servicio del pueblo argentino.