Las grandes empresas textiles quieren seguir obteniendo enormes beneficios a costa de la deslocalización
Siempre se había interesado por lo que sucedía en su entorno involucrándose en distintas causas sociales a título personal, pero después de 30 años trabajando en el sector turístico la crisis le dejó en el paro. En la reinvención que siguió decidió mezclar dos pasiones: los viajes y el contacto con otras culturas y comenzó a realizar viajes solidarios en los que se dio cuenta de que no podía rendirse porque había alternativas para lograr un mundo mejor. Entonces llegó setem a su biografía profesional y decidió dar el salto y luchar por los derechos de los trabajadores del sector textil en el mundo y dirigir la campaña ropa limpia, presente en 14 países europeos.