Este viaje tratará de concienciar sobre el respecto al medioambiente y las capacidades técnicas del desarrollo sostenible, dando un claro ejemplo de la fiabilidad, poder y seguridad del biodiésel como combustible único.

Además de la mera circunvalación del globo terrestre, esta nave hará previamente escala en las principales ciudades en su camino llevando consigo su mensaje de respeto al medioambiente.

En cuestiones técnicas, este barco de diseño futurista, es todo un portento de la tecnología. Un pequeño detalle: posee una cualidad única que le distingue de cualquier barco construido hasta la fecha. Es la única nave del mundo que puede atravesar las olas, pudiendo pasar hasta a una profundidad de 7 metros bajo ellas, lo que le permite conservar una velocidad de media superior en mar abierto a otras naves convencionales.

El reto a batir en esta vuelta al mundo en biodiésel, 75 días, fue alcanzado por el barco Cable & Gíreles, de nacionalidad británica en 1998. El patrón del “Earthrace”, Pete Bethune confía en su barco y afirma que es factible batir esta marca.

Blackle: ahorro energético ahora también desde Internet

El buscador Blackle, de la compañía Heap, y que nace al abrigo de Google Custom Search, ha hecho del ahorro de energía su mejor slogan publicitario.


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Con la premisa de su fondo de pantalla negro, sus creadores aseguran que en aquellos monitores de tubo de rayos catódicos (los conocidos como CRT) su buscador consume menos energía que aquello cuyo fondo de pantalla es blanco, como el propio Google.

Todo comenzó con un mensaje en un blog que afirmaba que: “Un Google negro ahorraría 750 megavatios hora al año”. Este comentario, entre otras cosas, hacía un cálculo aproximado: “Google (…) suma cerca de doscientos millones de búsquedas al día. Vamos a asumir que cada una de ellas dura alrededor de diez segundos (…). Asumiendo que los usuarios de Google operan a toda pantalla, el cambio a un fondo negro ahorrará, si el monitor es de tubo de rayos catódicos, quince vatios por monitor”. La polémica comenzó inmediatamente y la batalla entre ahorro energético y legibilidad estaba servida. Finalmente Heap Media creaba Backle una página que retomaba estas ideas y cuyo motor de búsqueda está amparado por Google Custom Search.

Sin embargo, y aunque la propia empresa ha reconocido que con los modernos monitores LCD y CCFL el ahorro energético es casi inapreciable, lo importante es que tanto estas como otras medidas conciencian a la sociedad entera de la necesidad del ahorro energético, del desarrollo sostenible y del cuidado del medioambiente.

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El árbol ecológico del Rockefeller Center

Cada año, en la plaza emblemática de Nueva Cork, que congrega a decenas de miles de personas navidad tras navidad, “crece” un abeto noruego profusamente decorado e iluminado con la luz de más de 30.000 bombillas. ¡Que despilfarro energético!, canbría pensar. Hasta este año…


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En 2007, los responsables de la decoración festiva del Rockefeller Center han tomado la determinación de iluminar su abeto y alrededores con energía solar. Y es que la ilusión navideña no está reñida en absoluto con el desarrollo sostenible. La decoración navideña de esta plaza, cuyas imágenes del encendido anual dan la vuelta al mundo, será alimentada por un total de 363 placas solares que se encuentran instaladas en el propio complejo de edificios, rebajando así el consumo de energía del árbol navideño de 3.510 kilovatios a 1.297 por cada hora que permanezca encendido. Además de esta medida, las bombillas serán de bajo consumo pues están fabricadas con la tecnología de los LED (Diodon Emisores de Luz), mucho más eficientes energéticamente hablando que sus predecesoras, las bombillas tradicionales.

Mucho tiene que ver el actual alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, cuyo reto personal consiste en hacer de la Gran Manzana un referente mundial en el respeto al medioambiente.

Esta idea de una “Navidades verdes” también ha supuesto cambios para otro de los emblemas navideños de Nueva York: la bola de cristal que marca el comienzo del año nuevo en Times Square desde 1907. Justo cuando se cumplen 100 años de su instalación, la bola ha sido rediseñada para convertirla en un aparato eficiente energéticamente, consiguiendo, por medio de LEDs, que baje su consumo energético, pero brille mucho más en su descenso hacia el nueco año.