Inicialmente una jornada reivindicativa de la clase obrera frente a los patronos, para la consecución de derechos básicos para los trabajadores…

 

Más de un siglo después de su origen, se está transformando en la reivindicación de la ciudadanía contra los abusos de los mercados, esos nuevos “patronos” que nos convierten a prácticamente todos los ciudadanos del mundo, debido a la globalización, en la nueva “clase obrera” explotada.

Ya no se trata de conquistar derechos frente a los poderosos, sino de encontrar alternativas a un sistema que se ha autoproclamado como el único posible, actuando en consecuencia y arrollando los derechos sociales y ciudadanos con el beneplácito de una clase política dirigente atrofiada y desconectada de lo que está ocurriendo en la calle.