La nueva hoguera de las vanidades
Imagino un relato de ciencia ficción, o tal vez simplemente sea un sueño recurrente.
Imagino un relato de ciencia ficción, o tal vez simplemente sea un sueño recurrente.
Luego de terminada la guerra civil española en 1939, decide mudarse a la república argentina, años después decide irse a Roma. En este tiempo no deja de publicar, y nace su obra “a la pintura: poema del color y la línea” además de que se encarga de recopilar por el mismo en solo un volumen toda su obra desde los inicios. Es en este punto donde se comienza a notar que Rafael extraña su patria, por lo que en 1977 decide regresar a España.
Después de cinco años consecutivos de subidas de las pensiones de miseria en Espa ña (el 0,25%), ayer 22 de febrero, cientos de miles de pensionistas salieron a las calles y plazas de las principales ciudades de España (Madrid, Barcelona, Bilbao, Gijón, Valencia, Sevilla…) para mostrar su total desacuerdo con el gobierno de Rajoy.
En auto del pasado martes, el Colegiado B de la Sala Penal Nacional del Perú decidió no aplicar la gracia otorgada por el presidente Kuczynski.
El concepto de posverdad o “post-truth” fue acuñado en 1992 por el dramaturgo Steve Tesich en un artículo en la revista The Nation. En este artículo, Tesich comentaba: “Lamento que nosotros, como pueblo libre, hayamos decidido libremente vivir en un mundo en donde reina la posverdad”.
En los tiempos en que la mujer no tenía ni su justo reconocimiento ni gran parte de los derechos, entre ellos el de votar, surgió una figura extraordinaria que entendió que la diferencia entre mujer y hombre sólo está en las sonrisas; en ambas. Este pasado lunes, se cumplieron ciento treinta años de su nacimiento y es obligado hacerle un homenaje.
Una de las formas de restablecer las relaciones ecológicas que los seres humanos hemos quebrado, es tejer lazos que conecten cada vez más estrechamente el campo y la ciudad, para lo cual la búsqueda permanente de alimentos es el pretexto más contundente.
Si llegas a parir, lo que te espera es un ejercicio casi imposible para hacer compatible crianza, vida personal y trabajo remunerado.
¿Dónde están las voces que tanto se anunciaban? ¿Las voces de los marginados, de los olvidados, de los jóvenes cuyo futuro se ensombrece todavía más por un puñado de monedas, de las comunidades académica, científica, artística… que debían estar al frente de la gran movilización popular que hoy es imperativa y apremiante?
La retahíla xenófoba –plagada de mentiras y medias verdades– contra las personas inmigrantes es larga, abrumadora, agotadora: “Hay demasiados inmigrantes, nos quitan el trabajo, acaparan las ayudas sociales, saturan las urgencias, bajan el nivel educativo, aumentan la violencia machista, prefieren vivir en guetos, se casan con españoles/as solo para obtener los papeles, sus comercios no pagan impuestos ni respetan los horarios…”.