Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, según sus siglas en ingles), en colaboración con colegas chilenos, han desarrollado un sistema mucho más eficiente, el que podría superar el 10 por ciento de recolección. La clave para la recolección eficiente de las diminutas gotas en el aire de niebla son tres parámetros básicos, que los investigadores han encontrado: el tamaño de los filamentos de las redes que captan el agua, el tamaño de los agujeros entre los filamentos, y el revestimiento aplicado a los filamentos.

Mientras que los sistemas actualmente desplegados en las montañas costeras en el borde del desierto de Atacama tienden a producir unos pocos litros de agua potable al día por cada metro cuadrado de malla, los cálculos teóricos muestran que los sistemas de nuevo diseño que operan en los fuertes vientos y nieblas densas que se forman a lo largo de la costa chilena en ciertas épocas del año puede producir hasta 12 litros por día o más, según los investigadores.

En colaboración con investigadores de la Pontificia Universidad Católica en Santiago, Chile, los investigadores del MIT han instalado recientemente una serie de pantallas de prueba de diferentes materiales en las colinas en una región semiárida del norte de Santiago, una zona que ve muy poca lluvia, pero que está envuelto con regularidad en un fuerte viento de la niebla costera llamada camanchaca desde el Océano Pacífico. El equipo está llevando a cabo una prueba de un año de duración para estudiar el rendimiento y la durabilidad de agua de diferentes configuraciones.