Crece en el páramo arbustivo de Ecuador, Perú y Sur de Colombia. Algunos la consideran la flor nacional de Ecuador.

La Chuquiraga jussieui J.F.Gmel. es una especie botánica de planta siempre verde con flor de la familia de las Asteraceae. También es llamada “Flor del caminante”, “Flor de los Andes”, chuquiraga o chuquirahua. Comprende 120 especies descritas y, de éstas, sólo 22 aceptadas.

Es un alimento importante para los colibríes Oreotrochilus chimborazo , los que liban su néctar.

Está catalogada como “Especie vulnerable ” (alto riesgo de extinción en estado silvestre) y la podemos encontrar entre los 3.000 y 4.000 metros sobre el nivel del mar.

Es un arbusto bajo, densamente ramoso, formado por matas hemisféricas de entre 1 5 y 30 cm de altura con ramas jóvenes con muchas hojas, las cuales son alternas y agudas, con una pequeña  espina en la punta para poder defenderse de los animales.

Sus flores son amarillas y brillantes, de 12 a 40, con corola tubulosa de unos 10 mm, dispuestas en capítulos solitarios en los ápices de las ramitas.

Propiedades medicinales

También llamada “Palo de lanza”, debiera llamarse “Hierba del brujo” por sus propiedades diuréticas, sudoríferas, tónicas y reguladoras de los intestinos y el hígado.

Los tallos, hojas y flores de esta planta también se usan como cicatrizante, antiinflamatorio, balsámico, diurético y antiséptico de las vías urinarias y próstata.

Leyenda curiosa

Según dice alguna gente en Ecuador, si una persona quiere saber el sexo de un volcán, simplemente tiene que mirar dónde crece la chuquiragua.

Dice la leyenda que apareció una vez un volcán “macho” llamado El Altar; un joven principiante que codiciaba a la bella volcán “hembra” Mama Tungurahua, compañera milenaria del volcán “macho” Chimborazo, al que comúnmente se le llama “taita”, que significa “padre” en lengua quechua.

Chimborazo, el más grande y poderoso de todas las montañas de Ecuador, no toleró tal descaro, por lo que levantó un enorme mazo  y de un porrazo aplastó la corona de El Altar, dejando una gran fractura en su cráter.

Al caminar por la herida abierta del cráter de “El Altar”, el viajero puede regresar a ver y echar una mirada al Chimborazo. Por encima de las arrugadas llanuras y de los valles que dominan, los volcanes de Ecuador habitan en su propio mundo.

Quizás la leyenda popular engalana este concepto, pero un día despejado es suficiente para convencer a cualquier caminante de su validez.

La chuquiragua, este pequeño arbusto parameño con flores de un vivo color naranja, crece únicamente en las laderas de los volcanes “macho”, mientras que los volcanes o montañas “hembra” no tienen esta planta. No se sabe cuál es el significado de esta correlación botánica, pero -eso sí-, todo el mundo está de acuerdo sobre el género de las principales cimas de Ecuador.