Escribir mis deseos, para aportar con un granito de mí en construir otro mundo posible, no es tarea fácil, porque hay tanto por fortalecer, por mejorar…

En esta onda voy a intentar resumir mis deseos para este nuevo año, a ver qué les parece:

Para mi planeta, deseo que cada día seamos más los que practiquemos buenos gestos y prácticas ecológicas, desde la individual, desde mi yo cuando voy en el bus, cuando disfruto de los maravillosos lugares, desde mi hogar en el consumo responsable y el uso responsable de los elementos indispensables para la vida como el agua, la energía. Deseo que existan lugares para que los jóvenes se expresen y no sea necesariamente en las unidades de transporte,  los bancos de las plazas o los pupitres de los colegios. Que los vecinos sean conscientes y ver el canal de agua como un lugar natural y no como un vertedero de basura. Que los grupos empresariales, en especial los que se instalan en las islas, sean conscientes en crear sistemas de tecnologías alternativas para proteger dichos lugares y no echar los desechos al mar o los ríos.

Para los grandes gerentes del mundo, de países pequeños o inmensos, donde sus  representantes, elegidos de manera temporal por sus respectivos pueblos de manera democrática para ejercer un cargo, deseo que estos señores, tomen consciencia que no son los dueños de los países. Que cada decisión importante a tomar en “defensa” de la nación sea tomada en referéndum con ese pueblo que les dio trabajo por 4, 5 0 7 años.

Deseo igual, que los políticos, del mundo, dejen de hablar. hablar, y hablar…de criticar, criticar y criticar, si son oposición deseo que propongan su punto de vista de manera eficiente, sin insultos, sino con propuestas que beneficien a la mayoría y no una parte de la población.

Deseo que esta injusta crisis económica, cese y no se cierren más empresas, que se conserven los empleos y se apueste a la innovación, a las pequeñas empresas, a las cooperativas familiares o individuales como mecanismos de la económica social y justa que crea empleos, desarrolla un país y lo hace competitivo.

Deseo, que en aquellos países “ricos” o “emergentes” realmente la equidad este presente. La pobreza agota, se llega a hacer costumbre y se convierte en gris y triste cuando buscas y no consigues, cuando te preparas y no logras a pesar de las luchas, cuando solo trabajas para sobrevivir. No se trata de brindar “ayudas económicas” se trata de crear empleos y oportunidades para tod@s.

Deseo que un maestro, un policía, un profesional de la enfermería, tenga beneficios dignos a su profesión, que puedan salir de esa pobreza, que tengan planes de mejoras profesionales de los organismos que representan, planes sociales para adquirir sus casas, sus carros y se fortalezca la labor social que realizan, en especial en mi país y los países latinoamericanos.

Deseo, que los estudiantes, liceístas, universitarios, deportistas, músicos,  también tengan beneficios que les reconozca su acción de dedicarse a estudiar, de valorizarse con programas sociales dirigidos a todos, pero toda la población estudiantil y no a determinados grupos. Que los centros universitarios públicos, se actualicen, en especial los tecnológicos y de las instituciones privadas, que ofrezcan ambientes escolares dignos a la formación del futuro profesional de la república y del mundo.

Deseo, que una persona que llega a cierta edad, tenga la oportunidad de trabajar, que sean más efectivos los organismos de empleo y que existan medios para identificar la formación que le conviene a cada uno o la sistematización de los programas de jubilación justos y equitativos para quien paga más cotizaciones, reciba un poco más, por su esfuerzo y años de trabajo.

Deseo que cada trabajo público sea solicitado por la prensa nacional, que todo ciudadano tenga la oportunidad de presentar su candidatura para un cargo de secretaria, de coordinador, de chofer, de mantenimiento y que estos trabajos no sean entregados, por “amiguismo político” sino por competencias profesionales.

Deseo, una evolución completa de mi país, donde reine la paz, donde se pueda conversar, sin que antes te pregunten de qué color eres, no de piel, sino político, donde exista una pluralidad y una gobernabilidad de respeto, de dialogo, de consenso, de construcción. Donde cada una de las partes sepa cuáles son las leyes claras del juego, las normas que benefician a la república, a los ciudadanos y en especial que se respete a los niños, cuando de manera desenfrenada utilizan las redes sociales, los medios de comunicación para desagradablemente verse como seres humanos, como periodistas, como empresarios, como miembros de una sociedad.

Deseo, que en mi país cese la búsqueda de cualquier producto “desaparecido” o “acaparado”, ya uno no sabe a quién creer, pero que cese que nuestras adultas mayores hagan colas infinitas para comprar más barato en un sol hermoso, pero inclemente para esa edad. Deseo que los llamados “chinos”, “turcos”, “empresarios” entiendan que la fuerza de venta en la economía no radica en la especulación, sino en el “comercio justo”, donde ellos pueden buscar, con sus respectivas cámaras que los representan, el dialogo con los “gerentes gubernamentales” y hasta con el mismo pueblo.

Deseo que  pescadores y agricultores del mundo, que viven hoy en día, a pesar de algunas políticas implementadas, en una escasez de…de “me falta” “de necesito”…es en la tierra que produce alimento y es en las manos de quienes lo producen donde debe estar una gran responsabilidad de inversión y respeto al trabajador del campo y el pescador.

Deseo, que la mujer, en especial la venezolana, se prepare cada día más, que no sea utilizada ella y sus hijos, en las campañas políticas, sino que sea vista como creadora de sueños, realidades, de emprendimiento, de innovación y principios morales en sus familias y la ciudadanía.

Deseo para María, ella que trabaja todos los días, que sus miedos disminuyan porque hay seguridad en las calles donde transita, porque sus hijos crecen y tienen la oportunidad en su adolescencia de participar, en su sector, de actividades recreativas, deportivas, musicales, formativas y están ocupando con las ONGs que están allí dando una mano a la comunidad organizada y a las autoridades en hacer de este mundo un lugar posible para compartir, convivir y existir.

Deseo que tu,  tu familia, mi familia y la de ellos, aquí en Latinoamérica, allá en el Norte, en Europa, Asia, África, Australia y el mundo entero reine la paz, con ejemplar actitud de ciudadanos de primera, capaces de aceptar las diferencias, pero sin olvidar quienes somos, de adaptarnos al país que nos da cobijo y respetemos las leyes y normas que nos garantizan, junto a nuestra actitud positiva, convivir en otro mundo posible…

Yo no pido y deseo tanto, verdad?…