Según el jefe de la oficina de la Sharia (ley islámica) en el distrito de Langsa de la provincia de Aceh, una mujer que había sido acusada de adulterio por ocho hombres, que posteriormente la violaron en grupo el 1 de mayo, podría ahora ser castigada a ser azotada y recibir un máximo de nueve azotes con vara.

Los ocho hombres irrumpieron en el domicilio de la mujer y la acusaron de tener una relación con un hombre casado. Tras violarla en grupo y golpear a su pareja, el jefe de la aldea los entregó a ambos en la oficina de la Sharia del distrito de Langsa. La policía de la provincia de Aceh detuvo a tres de los ocho violadores el 4 de mayo y aún busca al resto.

Los azotes con vara son una forma de castigo cruel, inhumano y degradante que viola la Convención de la ONU contra la Tortura, ratificada por Indonesia en 1998. El Comité contra la Tortura de la ONU ha expresado la preocupación de que las personas detenidas bajo los estatutos de la provincia de Aceh no gozan de sus derechos legales básicos, como el derecho a asistencia letrada y, al parecer, se las presupone culpables. El Comité de Derechos Humanos de la ONU afirmó en 2013 que la aplicación de los estatutos, tal como la lleva a cabo la policía de la Sharia de la provincia de Aceh, afecta desproporcionadamente a las mujeres. Dichos estatutos de la Sharia aprobados en la provincia en 2003 consideran el delito el adulterio.

A pesar de sus obligaciones de derechos humanos, el gobierno central se ha negado a revocar los estatutos de la Sharia que establecen como castigo los azotes con vara, argumentando que estas leyes forman parte de los acuerdos autonómicos especiales con la provincia.

Exige al gobierno de Indonesia que garantice los derechos humanos. Actúa.

amnistia.org