La organización ecologista Greenpeace considera que, pese a esta mención al recorte de emisiones, la Comisión no propone ninguna estrategia coherente para alcanzar este objetivo y pospone las actuaciones necesarias en décadas. La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) ha comentado la propuesta de la CE y dice que, en su opinión, envía la “señal equivocada”. Para ACEA, no soluciona nada pedir una reducción en el uso de vehículos de motor sin ofrecer soluciones flexibles como ofrece el transporte por carretera, cuyo papel considera “capital”.
1,5 BILLONES DE EUROS DE INVERSIÓN
Por su parte, Kallas apunta que se trata de “objetivos realistas y muy ambiciosos” si se tiene en cuenta que está previsto que el transporte siga creciendo, y asegura que se desarrollarán medidas más concretas en los próximos años. Otra de las ideas de la CE es triplicar el volumen de la red europea de ferrocarril de alta velocidad para 2030. La Comisión Europea calcula que hará falta una inversión de unos 1,5 billones de euros en los próximos cuarenta años para llevar a cabo todos estos cambios.
Respecto a la sustitución de los combustibles tradicionales en el transporte por otros alternativos, lo que supondría una reducción del 50 por ciento en 2030 y total en 2050, y al fomento del uso del coche eléctrico, el comisario ha explicado que se apoyará en facilidades fiscales, aunque sin concretar detalles. La Comisión quiere luchar, por otro lado, contra la congestión y fomentar el desarrollo de corredores eficientes de transporte, así como mejorar la conexión entre aeropuertos y estaciones de tren. Propone asimismo la separación entre propietarios de las redes de ferrocarril y las empresas que prestan sus servicios para hacer este sector más atractivo para la inversión privada.
La organización ecologista Greenpeace considera que, pese a esta mención al recorte de emisiones, la Comisión no propone ninguna estrategia coherente para alcanzar este objetivo y pospone las actuaciones necesarias en décadas. La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) ha comentado la propuesta de la CE y dice que, en su opinión, envía la “señal equivocada”. Para ACEA, no soluciona nada pedir una reducción en el uso de vehículos de motor sin ofrecer soluciones flexibles como ofrece el transporte por carretera, cuyo papel considera “capital”.
1,5 BILLONES DE EUROS DE INVERSIÓN
Por su parte, Kallas apunta que se trata de “objetivos realistas y muy ambiciosos” si se tiene en cuenta que está previsto que el transporte siga creciendo, y asegura que se desarrollarán medidas más concretas en los próximos años. Otra de las ideas de la CE es triplicar el volumen de la red europea de ferrocarril de alta velocidad para 2030. La Comisión Europea calcula que hará falta una inversión de unos 1,5 billones de euros en los próximos cuarenta años para llevar a cabo todos estos cambios.
Respecto a la sustitución de los combustibles tradicionales en el transporte por otros alternativos, lo que supondría una reducción del 50 por ciento en 2030 y total en 2050, y al fomento del uso del coche eléctrico, el comisario ha explicado que se apoyará en facilidades fiscales, aunque sin concretar detalles. La Comisión quiere luchar, por otro lado, contra la congestión y fomentar el desarrollo de corredores eficientes de transporte, así como mejorar la conexión entre aeropuertos y estaciones de tren. Propone asimismo la separación entre propietarios de las redes de ferrocarril y las empresas que prestan sus servicios para hacer este sector más atractivo para la inversión privada.