El hombre gris
Pasó ante mi pálido, silenciosos, gris, con su maletín bajo el brazo y en los ojos una extraña expresión de ausencia. Era un hombre de unos 45 años. Andaba despacio, mecánicamente, y de vez en cuando detenía sus pasos para subirse, con un estremecimiento, el cuello de su gastado abrigo.