La desilusión del amante
La desilusión del niño siempre decepcionado por el interior del polichinela no se iguala sino con la desilusión del enamorado/a cuando creía que conocía a su amante.
La desilusión del niño siempre decepcionado por el interior del polichinela no se iguala sino con la desilusión del enamorado/a cuando creía que conocía a su amante.
Decía Gustavo Adolfo Bécquer, en uno de sus artículos, que “la pereza es una deidad a la que rinden culto infinitos adoradores” y he de decir que ¡cuánta razón tenía el maestro sevillano!
Vivimos tiempos complejos, de guerra química y que podemos decir: producen “neurosis traumáticas”.
Desde que, en un tiempo ya muy lejano, empecé a dedicarme a la enseñanza y pedagogía teatral, es decir, que me puse a impartir clases de dramatización, interpretación, expresión corporal, mímica,… en definitiva, teatro para niños y jóvenes, me ha perseguido la obsesión de encontrar, leer, elaborar, adaptar, estudiar y escribir textos adecuados para tal menester.
Las mujeres, las que hemos estado durante siglos relegadas a un plano invisible ante los ojos de un patriarcado, a las que nos han vetado desarrollar nuestro intelecto e intereses durante siglos considerándonos estatuas inertes ante la impasibilidad del que nos observaba, hoy por fin, vemos una luz que ilumina nuestros caminos, caminos que un día fueron acariciados por las huellas de mujeres extraordinarias; voces ahogadas por el aguacero de la supremacía hipotética del varón.
Saco a colación a Píndaro, poeta clásico griego, porque, entre otras muchas razones, creo que sus mensajes y enseñanzas nos pueden hacer muchísimo bien en el momento en que vivimos.
Está claro que somos un planeta mutante, donde habitan seres de tal condición.
En esta pequeña pretensión de ensayo es mi deseo reflexionar, e indagar, en lo que es poesía y para iniciarlo he querido compartir lo que dijera el poeta, crítico y filósofo inglés Samuel Taylor Coleridje en su Biografía Literaria: “No existió jamás un gran poeta que al mismo tiempo no fuese un profundo filósofo”, siendo esta cuestión con la que pudiéramos iniciar esta propuesta.
Los meses que llevamos de pandemia están suponiendo un duro aprendizaje de vida para nosotros. Los humanos estamos acostumbrados a pensar que somos los reyes de la creación, sin límites ni trabas.
Siempre existieron tratamientos y médicos de moda que dominaron particularmente en la alta sociedad con sus aciertos, donde el afán de contarse entre los primeros y de emular a los más encumbrados constituye la más poderosa fuerza impulsora del alma.