Cuando ya no es posible mirar a otro lado
Los meses que llevamos de pandemia están suponiendo un duro aprendizaje de vida para nosotros. Los humanos estamos acostumbrados a pensar que somos los reyes de la creación, sin límites ni trabas.
Los meses que llevamos de pandemia están suponiendo un duro aprendizaje de vida para nosotros. Los humanos estamos acostumbrados a pensar que somos los reyes de la creación, sin límites ni trabas.
El mundo, nuestro maravilloso planeta azul, está dividido, desolado.
Los milagros son tan difíciles de ver como aquellos unicornios mitológicos, no es de extrañar que no los veamos todos los días. Y por lo que vemos y escuchamos, amigas y amigos lectores, tampoco existen las cortes de los milagros.
Que estamos viviendo uno de los años más extraños de nuestra vida como sociedad, es claro. Es muy difícil abstraerse a la situación general, por todas partes el tema es el que es, no hace falta nombrarlo para saberlo.
El pasado mes de marzo razonaba en un medio digital sobre el papel crucial del concepto de resiliencia ante una pandemia como la del coronavirus. Entendemos por resiliencia la “capacidad de un material, mecanismo o sistema para recuperar su estado inicial cuando cesa la perturbación a la que estuvo sometido”, capacidad que es, al mismo tiempo, un mecanismo de precaución para evitar mayores daños.
Comunicado de CAS ante el anuncio del gobierno de compra de vacunas a laboratorio privado.
La “nueva” normalidad no será la misma que la normalidad existente anterior al coronavirus. El calor asfixiante del mes de julio lo tenemos que soportar tapándonos la boca y la nariz con una mascarilla que, incluso, no podemos quitárnosla ni en la playa.
La educación en España se ha visto seriamente afectada y ya no será la misma que antes de la pandemia.
El 2020 pasará a los anales de la Historia como el año en el que el mundo entero se paralizó a causa de la pandemia del Coronavirus SARS-CoV-2 o COVID -19. Para los que vivimos en los países occidentales, las pandemias parecían ser algo propio de tiempos pasados o de lujares lejanos, creíamos tener una especie de inmunidad -o, quizás, de superioridad-, que nos hacía creernos invencibles ante cualquier amenaza de esta índole.
Nuevo poema de Cristina dedicado a las víctimas de la pandemia que nos asola.